miércoles, 26 de abril de 2017

Recomendaciones breves 3ra parte

A puro death metal llega esta tercera entrega de las breves recomendaciones, un género que siempre está entre mis favoritos, sea el año que sea, siempre surgen discos de death que valen mucho la pena; en lo que va de este año, es uno de los géneros que en definitiva más estoy escuchando, gracias discos como los 5 que presento aquí para compartir con todos ustedes y que quedan completamente recomendados.

Ensnared – Dysangelium (2017)


Banda sueca que poco a poco, estoy seguro, irá haciéndose un espacio entre estas bandas de la nueva ola escandinava que tienen la idea fija de dejar huella profunda en el universo metalero. Con miembros de la banda de heavy metal tradicional llamada Trial, y que luego de un demo y un EP, este cuarteto debuta con fuerza en este “Dysangelium”. 6 canciones de death metal crudo y 5 interludios que permiten a la banda experimentar un poco. Un álbum que requiere paciencia pero que al final retribuye. Sale a la venta el 5 de mayo.


Artificial Brain – Infrared Horizon (2017)


Banda gringa de death metal técnico que ya en su debut “Labyrinth Constellation” del 2014 levantaría un hype tremendo y convencería a cuasi todos que es una buena banda, y no por nada: mientras el vocal entrega sus voces guturales cavernosas y brutales sin tregua, los otros 4 músicos conceden toda su sapiencia en sus instrumentos de manera sorprendente; logrando así, una unión que si bien otras bandas también la hacen, creo que hoy en día son muy pocos los grupos que realmente aciertan como los Artificial Brain… Con este “Infrared Horizon” la banda nos convence que son una gran banda y que merecen toda la atención dispensada. Un seguro top en varias listas de fin de año.


Ingurgitating Oblivion – Vision Wallows in Symphonies of Light (2017)


A partir del review que leí de este disco en la página de los Yourlastrites (y que recomiendo se lea igual), realmente dije tengo que escucharlo… y me sorprendió… Es un disco de solo cuatro canciones, de larga duración obviamente, pero que demuestran la tremenda capacidad de estos músicos alemanes para componer y ejecutar la complejísima música que desarrollan. Utilizando a Gorguts y Ulcerate, solo como parámetros, este disco definitivamente dará de qué hablar a la largo del año.


Vampire – With Primeval Force (2017)


Vampire es otra banda de esta ‘nueva’ generación escandinava que vengo siguiendo desde sus inicios con el gran debut homónimo del 2014, el preciso EP titulado “Cimmerian Shade” del 2015, y finalmente este “With Primeval Force” de este año, que en definitiva es su mejor trabajo, se posesionan en los radares firmemente con esa mezcla de death sueco de la vieja escuela, melodías y duetos de guitarra meidenescos y thrash alemán igual de la vieja escuela. Realmente un discazo.


Firespawn – The Reprobate (2017)


El segundo disco de esta superbanda sueca conformada por Alex Friberg (Necrophobic, ex-Trident) en el bajo; Matte Modin (Skineater, The Hidden, ex-Defleshed, ex-Dark Funeral, ex-Nonexist, ex-Infernal), en la batería; Victor Brandt (Dominion, Entombed A.D., ex-Aeon, ex-Entombed) en las guitarras; Fredrik Folkare (Necrophobic, Unleashed, ex-Scudiero, ex-Siebenbürgen) en las otras guitarras; y finalmente el gran L-G Petrov (Entombed A.D., ex-Morbid, ex-Nihilist, ex-Allegiance, ex-Entombed, ex-Comecon) en las voces. Debo decir de entrada que me gustó mucho más que su debut “Shadow Realms” del 2015, e inclusive más que los trabajos de los Entombed A.D. Lo encuentro mucho más sólido, completo, mejor armado y compuesto. Cada una de las 10 canciones, son una prueba real del poder de estos cinco experimentados músicos. Un acierto .al igual que la tremenda portada de Paolo Girardi, responsable de oscurísimas portadas de bandas como Black Breath, Power Trip, Chthe'ilist, Manilla Road, etc., que sale a la venta este viernes.




viernes, 21 de abril de 2017

Deep Purple – InFinite (2017)


Es muy inusual que una banda legendaria supere o siquiera se acerque al éxito de antaño; y sin bien la reunión, del line-up clásico de Deep Purple, fue recibida con mucho entusiasmo, rápidamente encallaron. Para el grupo fue muy difícil darle continuidad al Perfect Strangers, los problemas seguían ahí; las rencillas entre Gillan y Blackmore, las quejas del guitarrista y el poco profesionalismo del vocalista. Siendo sinceros, Gillan era un desastre en vivo; su voz se degradó considerablemente y él nunca quiso admitirlo, forzando su voz, hasta convertirse en una caricatura de sí mismo. A finales de los ochentas, Deep Purple era una banda que sonaba mal, no encajaba en la escena y la decisión más prudente era ponerle un punto final. The House of the Blue Light fue un desastre crítico y comercial, en la gira la relación entre Blackmore y Gillan llegó a un punto muerto, una vez más. La primera vez, el vocalista renunció, esta vez fue despedido. 

Reproducir la fórmula Rainbow tampoco fue una solución y la banda nunca se sintió muy cómoda con Joe Lynn Turner frente al micrófono; cabe señalar, que Turner era un desastre en vivo también, cantando incluso peor que Gillan. No tenía la presencia escénica ni el carisma para liderar a la banda. Sigo pensando que Purple podía funcionar con otro vocalista; Blackmore se inclina por Turner porque también es un compositor y ayuda a cimentar el sonido de la etapa más comercial de Rainbow; era obediente y un buen aliado, pero no funcionó. EMI también hizo mucha presión para que Gillan vuelva en miras al 25 aniversario de la banda. Le siguió un disco bastante pesado, aunque intrascendente y una gira suspendida porque Blackmore decidió abandonar el barco. La banda estuvo a punto de colapsar, otra vez; y como no podían darse el lujo de perder tanto dinero, otro guitarrista asumió gustoso la tarea y terminaron la gira. El poco conocido, pero fundamental Mk VI, con Joe Satriani, rejuveneció el sonido y se dieron cuenta que podían continuar sin Blackmore. 

Satriani por razones contractuales no pudo convertirse en miembro oficial de Deep Purple, pero recomendó a un guitarrista. Recuerdo con nitidez la primera vez que escuché el Purpendicular; era otra banda, pero sonaba muy bien. Sin embargo, lo que me hizo recuperar la fe en el grupo fue el en vivo que sacaron poco después: Live at the Olympia' 96. Era una banda totalmente renovada; en su momento Bolin no pudo llenar el vacío, titubeaba y el público no se lo perdonó. Morse, desde un inicio toca con mucha confianza, apropiándose canciones olvidadas. Es un guitarrista fenomenal y a nivel instrumental la banda nunca sonó tan bien, rivalizando de cerca con los años de gloria. Desde entonces, nunca bajaron el ritmo y han sacado muy buenos discos. El Bananas, el primer disco sin Jon Lord, fue una sorpresa; laudado de manera casi universal por la crítica. Hasta la voz de Gillan brilla; era un disco que tenía todas las de perder y realzó el interés por la banda que nuevamente salía en las portadas de las revistas especializadas. El Rapture of the Deep, tiene momentos alucinantes y Don Airey hace un trabajo impecable. 

En vivo el MkVIII no tiene la misma fuerza, al buen Don Airey le falta la furia y el sonido devastador de Lord. No obstante, fue una gran adición a la banda. Es un gran compositor y tiene un rango musical muy diverso. Inaugura la etapa más creativa del grupo, desde los años 70. Ya son cuatro discos en estudio, cinco en vivos y 15 años en la carretera; pocas bandas de ese entonces pueden jactarse de lo mismo. El Now What ?! rebasó por completo todas las expectativas, al ser un éxito crítico y comercial, el primer disco en alcanzar el top 20 UK desde 1988. Hasta la banda quedó atónita. El disco es genial, con una producción impecable, metódico y riguroso en la ejecución, porque hay química en la banda; los cinco participan del proceso creativo que se nutre de la contribución permanente de sus miembros. Cuando Deep Purple se reformó, Blackmore fue muy claro, el control creativo lo tenía él y Glover, Gillan escribía las letras. Cuando llega Morse, la banda recupera parte de su identidad, pues las canciones se van construyendo en los ensayos, en las largas horas de improvisación; es un grupo que disfruta de esos momentos, obrando al unísono. Y el Now What ?! goza también del impulso creativo de Bob Erzin, siendo coautor de todas las canciones.
  
Las personas que esperan toparse con el sonido clásico de la banda se llevarán una sorpresa, esto es otra cosa, va por el camino que inaugura el Purpendicular. Era necesario matar a la bestia mítica para generar una unidad cohesiva. El InFinite encaja muy bien en esa línea. Es un grupo que no duda en tomar riesgos, aunque su base musical sigue siendo el blues. Con la ayuda de Bob Erzin, Deep Purple publica, tal vez, el disco más sólido de la era Morse; uno de los pocos que puede ser escuchado de principio a fin, en el vasto catálogo de la banda. El título del disco, anuncia dos cosas: el legado púrpura es infinito y al mismo tiempo este puede ser el último disco. La edad avanzada y los problemas de salud, ya son una carga demasiado evidente. En vivo lo dieron todo, estos últimos veinte años; podrían retirarse dignamente. Claro, me gustaría que saquen un par de discos más, pero la banda no puede ir más lejos. Tal como lo anunció Paice, es la gira de despida y se puede extender por un par de años. Y es una excelente manera de cerrar una carrera prestigiosa; es un momento de celebración, para conmemorar todas las etapas de la banda, para honrar la memoria de Tommy Bolin y de Jon Lord; y escuchar con el mismo entusiasmo toda su discografía. 

Time for Bedlam, comienza de una manera muy rara; por el tono parece un canto gregoriano robótico. Pero es una canción excelente, muy Purple, con ese balance entre los teclados y la guitarra, con Paice golpeando con la misma fuerza y con eso toques neoclásicos, emulando los mejores años de la banda. Sigo pensando que el eslabón débil es Gillan, me cuesta soportar su timbre vocal; en el disco hace un gran trabajo y escribe muy buenas letras. En vivo, tiene que aceptar de una buena vez que ya no llega a los tonos agudos. 

Hip Boots, es rock and roll contemporáneo y Gillan canta muy bien, también tiene reminiscencias del sonido clásico. Los teclados resaltan, aunque en vivo no tienen esa presencia, tienen un sonido más opaco. Pero es realmente impresionante como Airey pudo llenar el vacío, dejando una marca muy personal. Hubo un tiempo en el cual era imposible imaginar a un Purple sin Blackmore ni Lord; y aquí estamos, con otro tecladista que encajó perfectamente en el sonido de la banda. Airey reclamó el lugar que le correspondía. 


All I Got is You, fue el segundo single con sus toques jazz y blues, muestra bien todo el potencial de Mk VIII; tiene una progresión muy típica de la era Morse, mezclando diferentes estilos y secciones, similar en estructura a Watching the Sky, Sometimes I Feel Like Screaming, Sun Goes Down o Rapture of the Deep; esta formación tiene un sonido y una forma de componer muy característicos. 

One Night in Vegas, retoma muchos temas comunes en la narrativa Gillan, es música de fondo en un bar; una noche loca como las que todos tenemos de cuando en cuando. El alcohol es un viejo consejero y en el caso de Gillan un compañero constante. Aunque se ha ido calmando con los años, el vocalista sigue arrastrando su reputación de borracho. La canción tiene elementos blues y un sonido al estilo de Tom Jones o Tony Bennett o Joe Cocker, espectáculos usuales en Las Vegas, aunque más pesado e innegablemente púrpura. Es muy difícil establecer cuál es la característica del sonido de la banda, los discos son muy diferentes entre sí, aunque tienen componentes similares: la batalla constante entre los teclados y la guitarra. 

Get me Outta Here, creo que es uno de los discos más blues de todo el repertorio y eso le da una cohesión interna muy interesante, algo que no tiene los otros discos, más eclécticos y dispersos; creo que ahí está la mano de Erzin, siempre tan riguroso y exigente, estructurando las ideas y dándole cuerpo a las canciones. Y éstas se encadenan muy bien, dando una agradable impresión de armonía
The Surprising, uno de los aspectos más relevantes del disco son las letras, Gillan está en muy buena forma y canta muy bien cuando respeta los límites de su rango vocal. Dejando a un lado las rimas fáciles y el humor salaz, Gillan narra historias, le da vida a los personajes; me gusta mucho en tono que utiliza en esta canción, más acorde a su edad. Otro aspecto que destaca es la formación clásica de Airey, por eso calza bien en los zapatos de Jon Lord; los dos primeros disco de la era Morse ponen a los teclados en un segundo plano, es una herencia de las imposiciones Blackmore. Desde el Bananas, resaltan y dominan el sonido. 


Johnny’s Band, aquí Purple regresa a ese su sonido comercial que me incomoda un poco, extrañamente no fue lanzado como single, aunque es una canción que está sonando en las radios europeas. Creo que es la más débil del disco, sin restarle ningún mérito. 

On the Top of the World, de regreso al sonido blues pesado, retomando ejes de la narrativa Gillan: las noches, las chicas, el alcohol y de por medio el vacío que deja todo eso. Lo único que no me gusta de esta canción es el fade-out justo cuando estaban desarrollando una interesante sección instrumental, y es una verdadera pena, se corta bruscamente, la canción fue inútilmente mutilada. 

Birds of Pray, el efecto vocal hace eco con Time for Bedlam y abordan temas similares, cerrando muy bien el disco. Pese a los pequeños defectos, es un disco grandioso, con ese solo final que queda para la eternidad; el infinito púrpura, colosal y soberbio. Solo puedo sentirme agradecido por todo lo que han hecho, por todos los recuerdos.

Roadhouse Blues, es más un encore aunque encaja bien en el sonido del disco. Estaba muy escéptico por el resultado; y una vez más los Purple me cerraron la boca. Si Gillan cantara así todo el tiempo, sería genial. De regreso al principio, una banda ensayando en un garaje, tocando sus canciones favoritas. Con todo, es muy triste admitir que esto termina aquí, 50 años de música. “The future's uncertain/ And the end is always near. / Let it roll, baby, roll…”



miércoles, 5 de abril de 2017

Los Fabulosos Cadillacs – Fabulosos Calavera (1997)



En su momento, Fabulosos Calavera fue casi un suicidio comercial; el inesperado éxito de Matador, una canción de relleno para condimentar una compilación de grandes éxitos, convirtió a los Cadillacs en un fenómeno de masas. Banda de rock, de fusión, pero ante todo de ska, es uno de los grupos emblemáticos de la escena noventera en Latinoamérica. Sin duda, El León (1992), marca un viraje e inicia una etapa de madurez musical. Más versátil; aunque profundamente arraigada a los ritmos latinos; Rey Azúcar (1995), tiene elementos más pesados y anuncia un cambio de dirección, pero nadie podía anticipar el impacto que provocó Fabulosos Calavera, es la culminación del desarrollo musical de los Cadillacs y a veinte años de su publicación, considero que es el mejor disco de la banda; aunque sigue dividiendo a los fans, pues se aleja demasiado del sonido fiestero y radiofónico de los primeros discos.  De hecho, si el fue laudado por la crítica, fue vapuleado por los fans que esperaban algo un poco más convencional, algo parecido a Matador o Mal Bicho, ritmos bailables con conciencia social, ideal para congregar. 

Fabulosos Calavera sorprende por su arrogante manera de combinar sonidos y estilos; de inicio, se percibe un ambiente más pesado y sombrío. El Muerto es de por sí una ruptura, es más crudo y rompe con el sonido habitual de los Cadillacs. A ratos se pone inusualmente agresivo. Es bastante complicado tratar de describir las canciones, pues unen demasiadas cosas, secciones muy suaves y otras bastante violentas. Surfer Calavera, sigue con ese estilo y mantiene la temática de la muerte, con un narrador espectral de fondo que le da un toque tétrico. El Carnicero de Giles/Sueño, alterna de manera indiscriminada dos canciones, Sueño, más cerca del jazz, con un toque bastante oscuro, con el Carnicero que es pura brutalidad metalera. Es claro por qué algunos fans se sintieron desconcertados y defraudados. Los Cadillacs, coquetearon con el rock, pero nunca de manera tan directa y enajenada. Sabato es una canción a la cual le tengo mucho cariño, nuevamente se destaca esa mezcolanza de estilos, la canción tiene un riff muy interesante que le da mucho cuerpo. Sobre héroes y tumbas es un libro que me fascina, una de las lecturas más densas que tuve mientras era adolescente y cambió mi manera de pensar, mi aproximación hacia la literatura y mi manera de escribir. La canción le rinde tributo y condensa bien el legado siniestro del autor.

Howen marca un giro en el disco; desconozco los aspectos técnicos, pero suena a una canción de marineros y abre una nueva temática: la nostalgia. Después de todo es una canción muy triste. Las que siguen retoman esa idea, la ruptura, algo irremediablemente derruido, devastado, dividiendo así al disco en tres secciones claramente diferenciadas. A Amigo J.V, lidia con la niñez perdida y el consuelo de la muerte; es una de las canciones más jazzeras que tienen los Cadillacs y mantiene esa atmósfera triste, es casi una marcha fúnebre. Hoy lloré canción, grabada con la colaboración del legendario Rubén Blades, al cual los Cadillacs le rindieron tributo en varias ocasiones, la versión de Desapariciones del En Vivo en Buenos Aires (1994) me parece grandiosa, es una cumbia triste muy dura. No sé mucho de géneros latinos, pero me parece que Hoy lloré está más ligada al Son Cubano, con una clara preeminencia de la percusión que le da un toque denso. La música es una forma de expiar las penas; la gente va y viene, el recuerdo del ayer se torna difuso, pero la música es lo único que prevalece, es lo que nos une, le da sentido a nuestras vidas, nos ayuda a enfrentar el dolor. No todo es Metal en la vida, buena música la encontramos en todo lado y creo que encerrarse en un estilo y en un género es muy reductor; la vida es demasiada corta como para caer en esencialismos y en triviales disputas dogmáticas. La canción que cierra esta sección es Calaveras y Diablitos y fue el hit del disco, pese a ser una suerte reggae lento con un mensaje no tan positivo. 

Il Pajarito abre la última sección del disco: la tormenta, y es demencial. Son las mejores canciones, no solo del disco, es lo mejor que han hecho los Cadillacs. La canción es la fuerza bruta de un temporal y la voz de Vicentico trasmite bien el dolor; con esto la banda rompe con todo su legado, escupe sobre el rostro impávido de sus fans y creo que, por eso mismo, deberían ser recordados por este disco. El más eléctrico de todos los álbumes del grupo. Niño Diamante, sigue con la misma idea, la temática marina y la tempestad; son las canciones más delirantes que tiene la banda junto con Piazzolla que es pura demencia. Es un Cadillacs como nunca antes hemos escuchando y nunca más lo volverían a hacer; La Marcha del Golazo Solitario (1999) retoma muchos aspectos del sonido clásico, al igual que La Salvación de Solo y Juan (2016). Por eso este disco es una agradable anomalía, rara vez interpretado en vivo, porque son canciones bastante complicadas y poco accesibles, es realmente la joya perdida de un grupo que puede hacer mucho más que canciones bailables y éxitos pasajeros. Amnesia es una de las canciones en las cuales realmente destaca la voz de Vicentico, es pura pasión. Un gran vocalista no necesita tener una voz pulcra e inmaculada, tiene que cantar con convicción, entrega emociones; es desgarrador y profundo, ese timbre vocal. A.D.R.B. (En Busca Eterna), no tengo idea de lo que significa, pero es un tango eléctrico que cierra el disco más interesante de los Cadillacs, por la crudeza de sus letras y por lo vanguardista que es. 

Yo creo que toda banda debería documentar sus giras; no todos tenemos la posibilidad de asistir a los conciertos; y solo en el escenario la banda revela su verdadero rostro. Fabulosos Calavera no tuvo una gira como tal, pero si hubo una serie de conciertos bajo el rótulo de Calavera Experimental Concherto, que son presentaciones excepcionales; la banda en el pináculo de su creatividad. Existen bootlegs de ello, creo que es la etapa más interesante del grupo y debería existir un documento oficial que dé testimonio.  



lunes, 3 de abril de 2017

Gevurah – Hallelujah! (2016)


Profound Lore Records (Cobalt, Evoken, Grayceon, Leviathan, Mitochondrion, Portal, Artificial Brain, Pallbearer, etc) publicó este disco el año pasado, es el estreno en formato larga-duración de Gevurah y se constituye en un trabajo que francamente me dejó impresionado. La agrupación está compuesta por un dueto de canadienses que se muestran muy competentes a la hora de esgrimir un discurso cargado de negatividad. Profesionales -como parecen- se tomaron tres años después de su primer EP para publicar este nuevo manifiesto, una observación de corrupción espiritual, cargándolo de un sabor profundamente pesado.

Empiezan con "The Fire Dwelling Within" que es como una afiebrada pesadilla; luego se disparan en un consciente dinamismo con "Cosmic Putrefaction". De igual manera, con canciones como "Temple Without Form" muestran que ejecutan bien el tipo de disonancia desarrollada últimamente por bandas como Deathspell Omega o Ulcerate, ese tipo de riffs modernos. Aún así, considerando que se trata de un sonido muy extremo, me parece que su estilo de tocar llega a ser natural, relativamente suelto y versátil.

Otro aspecto importante es que apoyándose en texturas acertadas que a momentos llegan a trastornar la conciencia, le dan mucho cuerpo a la producción. Son varias capas de sonido, una base de black metal disonante y lentas -hasta melódicas- transiciones. Siete cortes que conforman este oscuro enunciado cuya conclusión extática se plasma en una última canción que dura más de diecinueve minutos y a la cual no le sobra ni uno, "Hallelujah!". Al final dejan claro que no están jugando, poseen un alto nivel de compromiso artístico implementándolo en diferentes aspectos del álbum.

Bandas como Aosoth y Thantifaxath comparten características con Gevurah. De igual manera se podría decir que este disco comparte elementos del satanismo filosófico y la profundidad de un disco como el Triangle de Schammasch, pero en una versión depravada y escabrosa.

Se trata prácticamente de una experiencia de terror, por parte de una banda que tiene los pies en la tierra y que termina siendo muy verosímil al momento de transmitir experiencias espirituales, banda a la cual habrá que hacer seguimiento porque lo más probable es que tenga un gran impacto en el universo del metal extremo.


sábado, 1 de abril de 2017

Dreaming Dead - Funeral Twilight


Siempre he sostenido que las mejores bandas de death metal, son las que más arraigado tienen sus orígenes en el thrash metal. Por otra parte, también creo que por la estructura misma y por el género en sí, el death metal, ha caído en una espiral de repeticiones, hoy en día se trata de quien es más violento, más brutal y además la más visceral, cuanta más sangre salpique mejor. La originalidad ya no importa, y dentro de ello, es que el death metal ha entrado en un estado de somnolencia que viene desde hace años.

Si bien, son contadas las bandas que de año en cuando aparecen y sacuden a la escena metalera mundial, la mayoría de las bandas han caído en el copy-paste. El futuro del death metal no es muy alentador. A nivel mundial debe haber miles y miles de bandas, todas haciendo exactamente lo mismo y bajo los mismos cánones y preceptos. Bueno, es death metal, mas no podemos esperar. En general, el death metal gringo sigue fiel a su escuela y al death europeo y escandinavo le cuesta salir de su molde; no les gusta perder la identidad que los emparenta con sus orígenes en Estocolmo. Los holandeses y alemanes, siguen tratando de mantenerse vigentes, y los ingleses, pareciera que perdieron la fe en el death metal  y que se conforman con el legado de Carcass.

Es cierto también, que hay bandas que salen de estos moldes y proponen un death metal más novedoso, por ejemplo Tribulation o Venenum que nos obnubilan con un enfoque completamente diferente. Tampoco podemos pasar por alto, que últimamente, y principalmente en Europa, ha surgido una nueva corriente, que está llevado al death metal por parajes más densos y oscuros, en esta medida es justo mencionar a Blood Incantation, Kosmokrator, Qrixkuor o Lantern, pero ese ya es otro tema de discusión.

Otro de los fenómenos que cada vez es más común de ver y escuchar, es la proliferación de cada vez mayor, de vocalistas del género femenino; y no solo en el death metal, sino a nivel general. En nuestro caso, indiscutiblemente debemos mencionar a la Angela Gossow, la gran pionera, una referencia obligatoria y estoy seguro, una gran influencia para toda una nueva generación de vocalistas. Más allá de eso, también debemos mencionar que muchas de estas vocalistas, están más pendientes de su producción estética y visual, que de su performance como vocalistas.

En fin, todas estas ideas, me llevan a concentrarme en un punto específico: Dreaming Dead. A estas alturas del año, y después de haberlo digerido y disfrutado, realmente puedo decir que este debe ser fácilmente uno de los mejores discos de death metal que he escuchado en mucho tiempo. En este tipo de death metal, y salvando las diferencias, el último disco que me pego duro y me hizo alucinar de esta manera, fue el Omnivium de Obscura, y nótese que ya son buenos años.

Después de una primera escuchada, puede ser que este disco los deje con una impresión a medias, como que no termina de convencer, pero después de escucharlo una y otra vez, se darán cuenta de que este es efectivamente un disco alucinante. Fiel a la escuela gringa, es inevitable no encontrarle una influencia clarísima de Death, especialmente en la voz, pero también en las progresiones. Es un disco que técnicamente nos puede introducir sin mayores dificultades, en la misma vibración del Human o del Individual.  
     
Ahora, también por momentos podemos encontrar destellos que nos pueden recordar a Morbid Angel, pero también a Hypocrisy. En suma, todos estos elementos hacen de este disco algo diferente, es una maravilla, que les puedo decir. Este es un disco intenso, además durísimo, pero también es extremadamente técnico y melódico. Los solos son una cosa increíble, muchos de ellos te elevan y te dejan allí arriba, esto no es poca cosa.

Elizabeth Schall la principal compositora y el alma de la banda, es una guitarrista excepcional y una vocalista de primera. La melodía es algo innato en ella, y ese es el hilo conductor del disco. No por nada, sus primeras apariciones fueron como guitarrista de la banda tributo The Iron Maidens, bajo el pseudónimo de Adrianne Smith. Sin embargo, en esta su banda, es en la que se desarrolló y en la que se desenvuelve plenamente. Aquí no hay poses, no hay intensiones de ser la diva del espectáculo. Esto es death metal.

Que más les puedo decir, realmente un excelente disco. Y lo que más destaco de él, es un trabajo que más allá de estar encasillado en un género, suena a algo completamente distinto y sobre todo fresco; muy diferente a la inmensa mayoría de bandas de este estilo que nos presentan un poco más de lo mismo. Este es el tipo de death metal del que todavía disfruto, uno de esos discos que todavía nos conecta con la esencia pura del death metal clásico. Un disco que ya se ganó un sitio entre lo mejor del año.