I wonder about life even though Death is close…
Con este pronunciamiento empieza “Vía Dolorosa”. Un subestimado pero relevante disco dentro del movimiento europeo, especialmente sueco, país origen de los músicos y a través del cual, en 1995, Ophthalamia reaparecería presentando compromiso musical con ellos mismos y sus creencias, sin seguir tendencias ni modas. De ahí que se convertiría en un disco casi de culto y proféticamente avantgarde para su época. Líricamente sus discos siempre se orientaron a contar sobre la diosa Elishia que, de hecho, aparece retratada en la portada y a quien dedican casi toda su obra.
Esta banda que en aquel momento contaba en sus filas a experimentados músicos del medio como It (Abruptum, Vondur) en guitarras y voces; Night (Dissection, Swordmaster) en el bajo, guitarras acústicas y voces; Legion (Marduk, Devian) en las voces principales; y Winter (Edge of Sanity, Godsend) en la batería; lograrían realizar un trabajo complejo; con experimentales temas largos, de constitución netamente black, pero íntimamente relacionados con elementos de rock progresivo; donde las melodías de las guitarras lideran finalmente las acciones.
Esta “Vía Dolorosa” muestra excepcional creatividad en cada una de las 10 canciones presentadas aquí como calvario. En esa subida, las guitarras se mezclan en diversas capas y hacen que las melodías cobren exclusivo rol en cada tema, atestiguando también que el black metal es, en esencia, sumamente melódico. Estas resuenan a épocas paganas en esa europa donde la civilización todavía se gestaba mientras la gente basaba sus creencias ligando a distintos dioses y a la naturaleza; equilibrando todo alrededor, pero con oscura resolución mítica escandinava.
Temas como Afer a Releasing Death/Castle of No Repair, Via Dolorosa/My Springnight’s Sacrifice y A Lonely Ceremony/The Eternal Walk, muestran el equilibrio entre las mencionadas melodías, el ritmo rockero lento, los pesados riffs, los susurros, las recitaciones y las infernales voces guturales; formando un disco que contiene canciones con 2 partes equilibrantes; de ahí la separación en los nombres de cada tema (salvo Deathcrush, que es un cover de Mayhem) y ampliando el proceso de equilibrio entre la luz y la oscuridad mucho más aún.
Densas procesiones como Ophthalamia/The Eternal Walk Part III, Nightfall of Mother Earth/Summer Distress y el Outro; Message to Those Alter Me/Death Embrace Me Part II principalmente, son canciones extensas donde el recorrido y el final es oscuramente fatídico; auque tenga momentos de luz y que todo muestre que sin ambas partes contrapuestas es imposible que alguna exista sola.
Sin duda alguna es un disco que exige inmersión, por lo tanto deja una marca. Un disco que solamente con el tiempo y la manera en la que se fue y se va desenvolviendo el black metal hoy en día, uno puede apreciar lo que entonces se estaba gestando. Más que recomendado.
2 comentarios:
Clásico de la Century Black!
Le encuentro harto de estilo doom (a lo Black Sabath o Eyehategod) en los riffs.
Clásico del Black metal.
Saludos!
Si, tiene bastante doom en sus riffs, Black Sabbath pues!.
Un clásico que cuando se escuchan bandas como Weapon, Watain y Negative Plane entre otras, puede verse su alcance.
Saludos
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