Debo reconocer que la anterior presentación de esta banda, el antecesor “Cosmogenesis” no fue un disco que me haya movido el piso.
De hecho, en su momento ese disco me pareció un trabajo recontra brutal, muy técnico. En resumen, brutal death metal interpretado con una técnica magistral. Sin embargo el disco me pareció un poco repetitivo, por lo que gradualmente le fui perdiendo el interés y al final lo dejé en el olvido, como sucede muchas veces con estos discos cargados de adornos y arreglos, que al final terminan aburriéndonos.
A mediados de marzo de este año, la banda alemana liderada por el guitarrista Steffen Kummerer, lanzó su último trabajo: Omnivium.
La verdad que en un principio no tenía muchas expectativas al respecto, hasta que un día me di el trabajo de buscar este disco y darle una escuchada. La sorpresa fue enorme, además de grata y reconfortante. Como sucede con este tipo de discos, después de escucharlo por primera vez me pareció un muy buen disco pero nada más. Sin embargo ya me había dejado con ese gustito ahí dentro, por lo que una segunda escuchada era urgente.
Ahora, prácticamente este es uno de los discos que más escucho y no termino de alucinar. Definitivamente y tengan esto por seguro, desde ya, este disco está en los primeros lugares de mi lista de discos Top para este año. Con esto digo todo.
A diferencia del anterior disco, este Omnivium se nutre de toda la vena más clásica del death metal norte americano. Sé que esta apreciación puede ser un poco arriesgada, pero a lo largo del disco se respiran y sienten las influencias de bandas como Death, Atheist, Cynic y por supuesto de Morbid Angel, cuya influencia en este disco resulta más que evidente. Por otro lado, también pueden escucharse algunas influencias de bandas europeas como Opeth y por supuesto Pestilence.
Es que simplemente este es un disco alucinante. Cosmogenesis fue un disco de death metal brutal, Omnivium es eso y mucho más, es una evolución espectacular en el sonido de la banda. Es un abanico de facetas, sonidos y sensaciones. Un disco totalmente dinámico, con muchos matices, que hacen que este trabajo no sea para nada monótono ni aburrido. Es un disco que rompe totalmente con el paradigma que dice que el death metal es un tipo de música “lineal”.
Acompañan a Kummerer, el baterista Hannes Grossmann y el guitarrista Christian Muenzner (ambos ex-Necrophagist) y en el bajo, una vez más el holandés Jeroen Paul Thesseling (ex-Pestilence).
El trabajo de las guitarras es simplemente magistral. Tanto Kummerer como Muenzner son guitarristas de ligas mayores, que han logrado traducir sus ideas e influencias de una manera brillante.
Estamos hablando de un death metal muy bien elaborado, en el que ambos guitarrista han logrado combinar a la perfección partes brutales, con partes melodías, progresivas, clásicas e incluso neoclásicas.
La parte vocal es otro punto alto del disco. Kummerer, intercala de una manera inteligente, voces guturales en algunos casos casi provenientes de la ultratumba, con voces (semi) limpias, con algunos pasajes con arreglos un tanto gregorianos que le dan un aire muy particular al disco.
El disco me parece brutal, de principio a fin, no hay un solo tema que no encaje o quede fuera de tono. Las nueve canciones que componen este disco, tienen su propia identidad. De hecho, daría toda la impresión que estos músicos, se han esforzado por dar a cada uno de los temas un sonido diferente, algunos más en la onda death metalera clásica, otros más progresivos o por el contrario, otros más cañeros con riffs más thrashers. Como decía al principio, este disco es un abanico de sonidos.
Entre los cortes que más destacan, me atrevería a mencionar a la Ocean gateways, un death metal más clásico. Posiblemente esta canción es un merecido reconocimiento a Morbid Angel. Con la parte vocal muy en la onda del Covenant, al igual que las guitarras en un plan Domination, que prácticamente son una oda al gran dios Azagthoth (El Caos reptante).
Prismal dawn es probablemente la joya del disco. Una intro acústica que da paso a unos riffs muy en la onda del Focus. Los riffs son fuertes y devastadores, y ni que decir de los solos… increíbles!!!. Y el trabajo de bajo de Thesseling una vez más formidable.
En conclusión, este es un excelente disco. Me animaría a decir que este es uno de los mejores discos de death metal de los últimos años y tampoco me sorprendería que a la larga este trabajo termine consagrándose como un clásico dentro del género.
Un disco altamente recomendado para todos aquellos que aprecian la buena música y por supuesto, un disco obligatorio y esencial para todos los fanáticos del buen death metal!!
2 comentarios:
Totalmente de acuerdo, discazo!
http://www.mediafire.com/?7f4wyjp7hnm30ut
Publicar un comentario