Opeth es una de esas bandas míticas que ya no necesita presentación, nos ha legado discos extraordinarios que combinan con destreza y genialidad, la fuerza cruda del metal con la sutil delicadeza del rock progresivo. Ese equilibrio eficaz es sin duda su rasgo más distintivo y aunque sus raíces están profundamente arraigadas al death metal, la banda tuvo la suficiente capacidad creativa para reinventarse a sí misma, haciendo gala de una progresión casi intachable que desemboca con brío en el Heritage.
Opeth es ya una banda madura, consciente de su legado y orgullosa de su pasado, por ello su décimo disco es una suerte de consagración musical; si bien el sonido se aleja de la imagen de la banda, es la continuación lógica del Watershed que ya había introducido elementos melódicos muy alejado del Opeth de los primero años. Sin duda el Heritage va un poco más lejos, introduciendo una gama musical totalmente nueva. Es un disco muy arriesgado, por la complejidad de las composiciones, por la cantidad de géneros que se entrecruzan y la predominancia de los teclados, inusual para una banda que se ha caracterizado por el sonido de sus guitarras.
Cuando salió el primer single, The Devil’s Ochard, me mostré bastante escéptico, no era lo que esperaba de la banda; pero teniendo ya el disco puede entender que la canción se inserta en una obra mucho más compleja y trabajada, más que cualquier otro disco de Opeth. Las canciones son etéreas, bastante melódicas, con una instrumentación muy propia del jazz. Es el disco más atípico de la banda y si bien puede causar controversia entre los fans, es un disco excelente que despliega la grandeza de una banda en plena expansión musical y nos lleva a preguntarnos sobre su futuro, pues si bien asume sus raíces al mismo tiempo reivindica una evolución musical que ya es casi incompatible con la agresividad del death.
Yo en lo personal prefiero a un Opeth más agresivo pero es claro que Akerfeldt anda ya en otros rumbos y es muy probable que la banda siga los pasos de Porcupine Tree; lo que no es malo en sí, hasta el momento todos los discos de Opeth han sido increíbles, es una de esas pocas bandas que no tiene un disco malo y es más ni siquiera puedo escoger las mejores canciones para hacerme un “best of”, pues todas son excelentes. He escuchado a muchas bandas en mi vida, he explorado muchos géneros pero muy pocas veces he encontrando una banda de esta calidad. Desde el Orchid, pasando por el legendario Blackwater Park, hasta el Heritage, Opeth lo ha demostrado una y mil veces, es una de las bandas más influyentes del metal hoy en día, pero como las cosas no duran para siempre, hay que tener en cuenta que las trasmutación hacia el rock progresivo tal vez se consolide; en todo caso yo espero que sigan sacando más discos expandiendo las barreras que contienen su universo musical.
Por cierto, mención especial para Slither, es una canción muy purplediana y mi favorita del disco.
2 comentarios:
Excelente review George!! Todavía no escuché el disco, porque estoy esperando a que me llegue mi copia y así poder adentrarme como se debe a un disco, más si se trata de Opeth: buen sonido, letras, arte, etc.
Pero, te soy sincero cuando te digo que tu objetividad me tranquiliza... jejeje.
De seguro volveré a comentar tu review cuando haya podido escuchar el disco.
Un fuerte abrazo!
Buen review! Me muero por escuchar este disco, pero lo estoy esperando igual... ya llegará..
Lo que puedo aportar superficialmente, habiendo escuchado en realidad una canción una vez:
Por lo que estuve leyendo sobre este Tema (y es harto lo que hay), entre los comentarios de la comunidad metalera, la balanza se inclina hacia una recepción mas bien "negativa" del disco y no necesariamente por ser este más "suave".
El hecho de que quede en incertidumbre la dirección de una banda realmente legendaria como esta, no necesariamente es una mala noticia, puede que vengan buenas sorpresas…
Vamos Opeth todavía
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