lunes, 26 de julio de 2010

Vektor – Black future (2009)


Esta revisión es una deuda que tenía con el Abismo hace ya varios meses, así que por fin comparto la revisión de este magnífico disco.

Vektor es una joven banda procedente de Tempe, Arizona. Es considerada como una de las bandas de la “New wave of thrash revival”, al igual que otras bandas contemporáneas como Municipal Waste, Skeletonwitch, Toxic Holocaust, Lich King, Bonded by Blood o Havok. Sin embargo, en mi opinión Vektor es, y de lejos, una de las bandas más sobresalientes y prometedoras de todo este nuevo movimiento.

Practican un thrash metal progresivo sumamente técnico, claramente influenciado por bandas de la vieja escuela (old school) como Voivod, Destruction, Kreator, Nuclear Assault o Slayer, aunque también mencionan como influencias a Iron Maiden, Death, Atheist o Dream Theater, así que ya pueden hacerse una idea de la onda en la que va el sonido de esta banda.

La temática y el concepto de este disco y de la banda en general, giran en tormo a temas relacionados con la astronomía, cosmología, la física o la tecnología, todo ello abordado desde un enfoque ambientado en la ciencia ficción. Por cierto, una temática poco común en bandas de thrash metal.

En líneas generales el sonido de esta banda me parece extraordinario. Si bien mantiene un sonido thrash agresivo y veloz, con ritmos sumamente cañeros, incorpora elementos progresivos y clásicos que le dan al disco un aire muy fresco y dinámico, con toques y detallitos realmente magistrales.

Uno de los rasgos más sobresalientes de este Black future, posiblemente sea la parte vocal, en la que David Disanto, además guitarrista y líder de la banda, da una estupenda demostración de lo que debe ser un vocal en este género. Las influencias o comparaciones con “Schmier” de Destruction o Darren Travis de Sadus resultan casi inevitables, sin embargo Disanto imprime un toque personal, que le da un tono muy especial a la voz.

El trabajo de las guitarras también es para destacar: riffs duros y agresivos, intercalados con partes técnicas y melódicas que rayan entre lo fantástico y lo nebuloso. Las partes acústicas también tienen lo suyo en el disco. Por ejemplo Forests of legends, Destroying the cosmos o Acelerating universe son canciones que te transportarán a otras galaxias o a los lugares más recónditos del cosmos. Es probable que estas partes acústicas recuerden mucho a The Call of Cthulu o a la Orion de Metallica, sin embargo son una muestra del virtuosismo de estos excelentes músicos.

En definitiva, nos encontramos ante una obra magistral. Puedo asegurar que cautivará a todos los que andan buscando nuevas experiencias musicales, así como también a aquellos seguidores de la vieja escuela del thrash metal más tradicional y conservador.

Contrariamente al título del álbum, auguro un futuro brillante y muy prometedor a esta joven banda… Continúen destruyendo el cosmos!!!

jueves, 22 de julio de 2010

Danzig – Deth Red Sabaoth (2010)

Siempre que se anuncia la salida del último álbum de una banda que tuvo un pasado más que memorable, que marcó nuevos caminos dentro del género, y que sus discos siguen siendo, además de importantes puntos de referencia, grandes reencuentros musicales cuando se los escucha, se crea inevitablemente mucha expectativa. Ese es el caso de Danzig y su última producción llamada “Deth Red Sabaoth”.

Glenn Danzig y sus músicos (Eerie Von en el bajo, John Christ en la guitarra y Chuck Biscuits en la batería), ya desde 1988 y con la salida de “Danzig I” se posicionarían dentro de lo más importante del mundo metalero, sus canciones se convertirían en clásicos que van más allá del tiempo, “Twist of Cain”, “She Rides”, “Am I Demon” y la extraordinaria “Mother”, son temas que empezarían el importante legado de esta banda, mezclando elementos del blues y del metal. Un par de años después, en 1990 saldría un disco que para muchos es el mejor dentro de la discografía de la banda: “Danzig II: Lucifuge”, álbum que contaría con importantes temas como “Snakes of Christ”, “Her Black Wings”, “Blood and Tears” y “Killer Wolf” entre otros. Ya para 1992, Danzig y compañía entregarían a las masas “Danzig III: How The Gods Kill”, un álbum plagado de temas oscuros y un poco más progresivos que los de sus anteriores discos, “Godless”, “How The Gods Kill”, “Dirty Black Summer” y la maravillosa “Sistinas” son claras muestras de ello. Dos años luego, en 1994 saldría el que viene a ser mi álbum predilecto: “Danzig: 4p” un disco que contiene extraordinarios temas como “Brand New God”, “Can’t Speak”, “Going Down to Die”, “Dominion”, “I Don’t Mind The Pain”, la invocativa “Until You Call On The Dark”, y que darían fin a una gran época, con la salida de todos los músicos, menos Glenn Danzig obviamente, sellando así, el legado de la banda.


A partir de los últimos años 90's y los primeros de los 2000, Danzig, con diferentes formaciones de músicos, intentaría seguir dicho legado con otros 4 álbumes (“Blackacidevil”, “6:66 Satan’s Child”, “Danzig 7:77 I Luciferi” y “Circle of Snakes”) con dispares resultados y con un front-man tratando de reinventarse a si mismo y a su banda, mediante diferentes sonidos e incorporando elementos industriales, electrónicos, experimentando nuevos territorios.

Es así, que luego de 22 años y 7 álbumes después, aparece este año el “Deth Red Sabaoth”, para este disco Danzig reclutó en sus filas a muy conocidos músicos: Tommy Victor en las guitarras, famoso por su trabajo con Prong y Ministry; Steve Zing de Samhain, Mourning Noise, en el bajo; y Johnny Kelly de Type O Negative. “Death Red Sabaoth” empieza, transcurre y termina, y a uno le queda la sensación de que musicalmente es lo más similar al antiguo Danzig de los noventas. “Black Candy”, “On a Wicked Night”, “Deth Red Moon”, “Night Star Hel”, “Pyre of Souls: Seasons in Pain” y “Left Hand Rise Above” son canciones trabajadas por Danzig, mezclando sus cantos y ritmos bluseros característicos y consistentes, siempre en combinación con heavy metal melódico tocado un poco más lento casi doomero, y que los catapultó de los abismos en aquel entonces. Esto ya le significó mucho éxito al grupo, porqué no hacerlo de nuevo 16 años después de aquel “4p”. Este hecho, es el más relevante del disco. Creo que con el tiempo se dirá que en el año 2010, Glenn Danzig decidió homenajear su pasado con un buen álbum, vale oírlo y disfrutarlo.

viernes, 16 de julio de 2010

Castevet - Mounds of Ash (2010)

Qué saldría de la mezcla de Remission (primer LP de Mastodon) y el Runn de Enslaved? Pues bien: Mounds Of Ash, 39:47 minutos de energía terrenal.

Profound Lore Records en los últimos tiempos se ha caracterizado por exponer grandes proyectos al mundo. En este caso, otra vez nos sorprenden con un disco que es una señal de alerta para muchas bandas ahí afuera. Las que verán moverse el piso por este disco son tanto las conocidas bandas de sonido americano sludgecore y mathcore, así como las fuerzas francesas del Orthodox Black Metal.

Por los estilos que menciono está claro que esto es un monte al que hay que escalar, donde sólo quedarán cenizas que te dejarán desolado y sorprendido por la madurez de esta debutante agrupación que usa sus influencias explícitamente para intentar crear un nuevo género.

No sé si estoy yendo muy lejos, pero sólo imagínense lo que puede llegar a ser esta banda si representa semejante amplitud de amenaza. Uno empieza a reflexionar y descubrir que dentro de la brutalidad y complejidad de este Black metal existen más influencias Sludge que influencias Black –valga la paradoja- inspiradas del fenómeno natural que da lugar al paisaje de la portada, y con sonidos típicos del metal del país al cual pertenecen estos músicos.

Nueva York nos señala un camino amplio tomando las últimas tendencias del metal. Desde mi punto de vista si se concentran un poco más en desarrollar el sonido propio que ya se atisba, podrán encontrar el pasaje a la cúspide. Castevet se posicionará en la Elite del metal mundial, marquen mis palabras.

Mounds of Ash es un disco que ofrece algo interesante en cada canción para los que están dispuestos a disfrutar de monstruosos arpegios disonantes, estructuras progresivas y ritmos vertiginosos en sus riffs.