martes, 19 de diciembre de 2017

Lo mejor del 2017 (Machi)

Otro año, con mucho de algunas cosas y menos de otras... entre ellas, tiempo. Por ese motivo, el tiempo empleado para la música no debe perderse y debe ser reorganizado cada año; este año, primero los viajes por tierra y luego las labores acuáticas fueron los espacios y momentos en los que pude escuchar no solo lo posible, sino lo que realmente quería volver a escuchar. 

Es así que al final se armó esta lista con los discos a los cuales les dediqué más tiempo y en su mayoría se conectaron al ritmo que impuso el 2017. 

Tres listas... una de EPs, otra de discos Post Punk/Death Rock/Shoegaze y finalmente los 20 del año:

EPs:
  1. Oranssi Pazuzu – Kevät-Värimyrsky
  2. Virus – Investigator
  3. Thantifaxath – Void Masquerading as Matter
  4. Ulver – Sic Transit Gloria Mundi
  5. Mastodon – Cold Dark Place
Post Punk/Gothic Rock/Shoegaze/Etc.:
  1.  Soror Dolorosa – Apollo
  2. Drab Majesty – The Demonstration
  3. Protomartyr – Relatives in Descent
  4. Grave Pleasures – Motherblood
  5. Slowdive – Slowdive
  6. This Social Coil – Pictures 
Los 20 del año:

        20. Oxbow – Thin Black Duke 
        19. Akercocke – Renaissance in Extremis 
        18. Suffering Hour – In Passing Ascension 
        17. Valborg - Endstrand 
        16. Yellow Eyes – Immersion Trench Reverie

    15. Anathema – The Optimist


Una de las bandas grandes que sacaron disco este año y que lo hicieron magníficamente. Este “Optimist” (palabra que suena más dura en estos tiempos…), que continúa la historia que dejo el gran “A Fine Day to Exit” del 2001; tiene todos los condimentos especiales y esenciales que han hecho del sonido de los últimos años de los Anathema, tan bueno; con sus progresiones graduales, sonidos un poco más experimentales, y esa melancolía ahora positiva(?) que coloca el aura en sus discos, mientras la maravillosa Lee Douglas sigue firme y con un papel cada vez más preponderante. Otra vez gracias Anathema. Excelente revisión del Sebas de este disco. 

14. Inferno – Gnosis Kardias (Of Transcension And Involution)


El séptimo disco de esta banda checa fue el primer disco black del año que me gustó de veras, me envolvió su oscura magia, y yo me dejé. 

13. Locust Leaves – A Subtler Kind of Light


Disco extraño este, 4 canciones que contienen una mezcla que muy pocas bandas son capaces de hacer; thrash, black, death, heavy, todo mezclado de una manera precisa y totalmente sorprendente. Una banda que promete mucho y que ojalá cumpla. 

12. Dreadnought – A Wake in Sacred Waves


Unos artesanos, así los defino a estos cuatro músicos. Cada disco, cada canción tiene por detrás todo un trabajo artesanal increíble y que se evidencia en el desarrollo de cada canción, en como suenan las voces, los instrumentos y finalmente el armado de las canciones. En definitiva este “A Wake in Sacred Waves” viene como olas, como un despertar. 

11. Krallice – Go be Forgotten / Loüm

 

De similar forma que con los Furia el año pasado, este 2017 coloco dos discos en un solo puesto porque ambos merecen estarlo. Una banda que como decíamos con el Sebas muchas veces parecería tocan solo para ellos, pese a que su talento jamás se discutió. Este 2017, ambos discos, diferentes en todo su asalto caótico y su acercamiento vocal, son lo mejor de la banda y de lo mejor del año, una maravilla poder por fin conectar.

10.  Wolves in the Throne Room – Thrice Woven


Otra banda que a pesar de haber disfrutado sus primeros dos discos, siempre terminó diluyéndose en el casi olvido por uno u otro motivo. Esta vez fue por su portada y algunos comentarios que le dí rienda a este su “Thrice Woven” y realmente quedé encantado, un disco sólido de principio a fin.

9. Paradise Lost – Medusa


En las casi tres décadas de los Paradise Lost, estos han logrado “evolucionar” como han querido, la mayoría de las veces de forma muy acertada. Ya desde su anterior disco, el maravilloso “Plague Within”, el cual también estuvo en mi lista de lo mejor del 2015, el retorno al death/doom de los inicios fue acertadísimo, cero forzado. Esta “Medusa”, su trabajo número 15, es otro gran ejemplo de lo buenos que siguen siendo estos ingleses. 

8. Converge – The Dusk is in Us


Banda de las grandes grandes las hay verdaderamente pocas, el legado de los Converge tanto como banda, como personalidades del ámbito, es demasiado importante. Otra de las bandas que tienen una consistencia única en nuestro mundo.

7.  Toby Driver – Madonnawhore


Un disco que muy en el estilo del Driver, logra capturar toda su visión sobre la música, la cual es definitivamente particular y avanzada para estos tiempos y, para precisamente este disco, muy “sencilla”. De los discos que más escuché a lo largo del año, necesité su calma.

6. Impure Wilhemina – Radiation


Como elemento clave… este es de los discos que más canté este año… Compañía en muchos viajes por carretera donde se conectó de manera definitiva conmigo. La manera en la que va progresando el sonido de esta banda con cada disco, es maravillosa; esperemos sigan así, pueden llegar a ser aún más importantes. 

5. Mastodon – The Emperor of Sand


Otra de las grandes bandas que sabe perfectamente qué tiene para ofrecer, no solamente a sus devotos fans, sino a ellos mismos; su experiencia, su talento, su feeling, su experimentación, su perspectiva. Gran revisión del Sebas de este tremendo disco  

4. Klabautamann – Smaragd


La amplitud de este trío alemán es sorprendente, una banda que muy en la vena de los noruegos del primer puesto, logran como pocos, tremendo equilibrio entre agresividad y calma gracias a su noción y manejo de la progresividad; pero donde principalmente el contexto determina su precisión. 

3. Ulver – The Assassination of Julius Cesar


Qué más podrían hacer Garm y compañía en cuanto a música se refiere (de seguro encontraran algo…) y que no hayan intentado ya para expresar su sentir sobre la existencia humana. Este año, los lobos noruegos decidieron darle a estas canciones, elementos electrónicos que más se acercan a Depeche Mode y toda la movida newwave y synthpop de los ochentas, con un Garm cantando a pleno y la historia dictando de lleno.

2. Venenum – Trance of Death


En un año (más que todo el primer semestre) fantástico para el death metal, este fue el que más me gustó. Otra banda que creo sigue la movida y aire de los Tribulation, Morbus Chron, Obliteration pero que agregan ahora otra perspectiva. Estos alemanes saben lo que quieren exactamente y lo hacen a través de toda la ambientación que le dan a sus canciones.

1. Enslaved – E


Enslaved es verdaderamente una banda grande, eso no eso no se discute, pero cabe resaltarlo; Son pocas las bandas que pueden llegar a poseer tal consistencia a lo largo de sus carreras, una consistencia clara y que se vuelve a definir en este “E” gracias otra vez a la capacidad de Ivar Bjørnson y Grutle Kjellson para continuar componiendo música de una calidad especial. 8 canciones contando el bonus y el cover, que demuestran la impecabilidad del disco. Resaltar el performance de Håkon Vinje como nuevo tecladista, pero principalmente como vocalista limpio, sustituyendo al gran Herbrand Larsen, resulta importante; así como su amor por Floyd (Dieguex) que también sigue presente. Lo mejor del año y confirmación una vez más de vigencia.


lunes, 20 de noviembre de 2017

Katla. – Móđurástin (2017)


Por biografía, se sabe que Móđurástin [Amor de Madre] es el primer LP de Katla. El duo islandés está compuesto por, uno de los  fundadores de Sólstafir (Islandia), el baterista Guðmundur Óli Pálmason y el multi-instrumentalista (bajos, guitarras, teclados, piano, voces) Einar Thorberg Guðmundsson (Fortiđ, Potentiam).

Hoy en día se publica música Metal, en formato físico o digital, con un promedio aproximado de 5 discos/día, a nivel mundial. De esa manera se conforma una gran oferta en un mercado peculiar, muy activo y sumamente competitivo e innovador. Por otra parte, la existencia de los medios masivos, en particular la web, provee de efectiva satisfacción a la demanda del Metalero que busca y espera encontrar algo de elevada categoría musical. En tal sentido, en relación a la WEB, todo se trata de dos temas: la LECTURA y lo AUDIOVISUAL, no sé cuál va primero (como el caso de la gallina y el huevo) aunque ambos van de la mano indudablemente, porque muchas veces nos internamos en un disco leyendo un review en algún blog o post, o escuchando/viendo música/vídeo en youtube, dependiendo del modo de búsqueda para encontrar buena música, también en las páginas web de descarga de mp3; en una de esas leí:

·         Country: Iceland
·         Genre: Melodic / Atmospheric Metal

De esa manera conocí a KATLA, me llamó extremadamente la atención que todo está en islandes, el género per se y la imagen de la portada, que en cierto punto me recordaba demasiado a unos discos  de Anathema y My Dying Bride; inmediatamente la época me llevó mentalmente a comparar el logo de la banda con el segundo logo de Katatonia, entonces dije a mi mismo que este disco tenía que escucharlo y con suerte sería uno bueno.

Hyldýpi es su primer sencillo, lo encontré en el bandcamp de la banda, incluyendo una mezcla alternativa del tema. Al ser lo primero que escuché, antes de tener el disco entero a disposición, sentí una excelente impresión, me perdí en una sensación de estar rodeado de una música con una total fuerza sonora y de voces penetrantes, para mi ese hecho caracteriza a KATLA, y asi fue como llegué a estar completamente interesado en el resto del LP. Claro que encontré por ahí una percusión errada, o quizá está buena y sólo es mi idea equivocada. Los teclados forman un manto atmosférico y juegan con la melódica voz de Einar. En este momento esperaba escuchar algo más ala Sólstafir o en una vena más vikinga, pero eso vendrá más adelante.


Una vez que me empapé de la música de Móđurástin, puedo decir que el primer tema Aska, instrumental, da forma al disco, moldeándonos una verdadera atmósfera de las melodías enganchadísimas y pegajosas que vendrán. Los sonidos de inmediato me traen a flote recuerdos de In The Woods. El tema tiene un suave toque de piano, con notas delicadas, que son las voces que jamás fueron cantadas.

Una acelerada al ritmo penetra de inicio a fin en Nátthagi; una oleada de sensación Post-Rock con el cambio de beat produce una especie de euforia en mi... las pulsaciones del bajo cavan profundo, capa a capa en mi piel, dejando cada vez su marca metalera con esos rasgueos totalmente melódicos. La atmósfera intrigante es orquestada por los teclados y los punteos. Es una frescura total escuchar buen Metal en islandés; de los idiomas escandinavos, es el más dulce, para mí.

He leído algunos reviews y artículos sobre Metal islandés, uno trata específicamente sobre el Black Metal (https://daily.bandcamp.com/2017/10/12/iceland-black-metal-bands-bandcamp/). Lo que no encuentro es algo similar respecto a esa oleada de Metal melódico y atmosférico mezclado con Post-Rock, que está liderizando Sólstafir, para comprender más sobre ese movimiento musical, y por ejemplo, comprender la razón por la cual esa banda cambió de Black Metal a Atmospheric/Melodic Metal – Post-Rock. Sin embargo, sólo logré encontrar las posiciones en los charts europeos en los que se ha estado posicionando Móđurástin, lo que me pareció incisivamente atractivo.

Hreggur comienza melódicamente, envuelto en un manto atmosférico, con voces tan limpias y cantadas de modo emocional y pasivo, al mismo tiempo. Pensé que este tema sería la balada del LP pero no lo es ya que, más adelante, da paso a sentir ese aire que deja los pelos de puntas. Comienza a elevarse con unos riffs castigadores de Doom, ese mismo Doom que nos gusta, siguen doble bombos que van moviendo el matiz de todo lo escuchado segundos atrás, los riffs son su complemento metalero hasta que se transforman a una tonalidad dentro una vena Post-Black Metal que incluye un grito vocal que deja impacto a esa altura del tema. ¡Qué movimiento más sencillo pero pesado!

Con el tema del mismo nombre del LP, ha llegado el momento que esperaba, entra una “fórmula conocida” que me encanta insidiosamente; voces limpias, semi-guturales/gritadas y desgarradas, todas ala Viking Metal, hasta voces femeninas; el alma del tema es particularmente Post-Black Metal con mucha vanguardia. A partir de este punto, podria decirse que KATLA se expresa de forma apegada a sus raices escandinavas, lo cual me hace respirar aires familiares a Enslaved, In The Woods, Falkenbach, Skuggjá, Wardruna y Vintersorg, entre otros. El finale espectacular del tema Móđurástin está diseñado para escucharlo en modo Vintage, tiene ese dejo de vinilo y aguja, de fondo.

Se exhala una vanguardia musical al escuchar el tema que sí es la balada del disco, es pasivo, lento, lleno de melodías y coros tranquilos, con muchas notas de piano casi perfectas... ésas me hicieron respirar un humo tóxico de Arcturus. Para el final está mi favorito y quizá predilecto del 2017, Dulsmál me acompañó durante todo un viaje de 13 horas en bus; de nuevo, sentí mis pelos pararse al escuchar su inicio con sonidos brass y voz narradora. El tema más largo del disco con voces muy rockeras y metaleras enganchan y penetran como un corte quirúrgico, se puede apreciar más de 6 distintas voces en distintos tonos, entre narradas, cantadas y susurrantes. El riff es repetitivo, sí, pero es el toque de la banda en respuesta a una atmósfera creada para entrelazar su armonía y melodía que será más adelante, si continúan componiendo, su marca registrada.

No pude encontrar las letras de los temas, sólo leí unas palabras de Guđmundur para Metal Hammer; decía que las letras tratan de la percepción con el diario convivir en el entorno físico antagonista de Islandia. El disco cuenta con una edición de Luxus (Lujo) que tiene remixes para cada tema. KATLA tiene un primer EP, de dos temas, ‘Ferđalok’ (2016). Éste ha sido la versión suave y en borrador de lo que vendría a ser uno de los mejores discos de Metal del 2017, Móđurástin... LARGA VIDA A ESTA MÚSICA!


Mol San Yvan








martes, 31 de octubre de 2017

Scream Bolivia 2017


Contra todo pronóstico, se puede decir que el Scream Bolivia fue un éxito. Y creo que hay que ser muy sinceros al respecto, la cartelera no era atractiva, muchas bandas fueron cancelando y al final el evento se convirtió en un acontecimiento de segunda mano, con solistas casi irrelevantes en la escena internacional. Por eso el público dudó, y faltó gente para el concierto. Yo mismo dudé en asistir y lo hice porque la mano justiciera del destino encaminó mis pasos hasta cierto hotel en cuyo lobby Gene Simmons tomaba un café. Fui por convicción ideológica, sin grandes expectativas, y quedé agradablemente sorprendido. 


A las 16:15, cuando ingresaba al Teatro al Aire Libre, Alma Eterna ya había comenzado su set. Lo primero que llamó mi atención fue la calidad del sonido y la banda lo hizo muy bien, con una gran presencia escénica, buenos instrumentistas, fue una excelente manera de comenzar el espectáculo. El escenario en sí también lucía muy bien, me sorprendió mucho el profesionalismo con el que se manejó el evento, algo bastante inusual en un país caracterizado por su informalidad. No era la primera vez que veía a Alma Eterna, pues es la banda candente de la escena, pero era la primera vez que la podía escuchar con claridad; pues el sonido es una notable deficiencia en los conciertos locales, no hay buenos equipos y tampoco hay buenos profesionales. Eso bastó para despertar mi curiosidad, y cuando pille el disco lo escucharé con detenimiento.


Lo único verdaderamente reprochable, es el tiempo transcurrido entre banda y banda. Hay que reorganizar el escenario, probar el sonido, se entiende que no es una tarea sencilla, pero esas pausas largas rompían con la energía del concierto. Entre tanto la gente podía comer, aunque el aburrimiento era bastante perceptible. Malón tomó el escenario, nunca he sido fan de bandas latinas, estoy consciente que Hermética fue un paso decisivo en el metal latinoamericano, pero nada más. La banda tuvo una prestación impecable, quedé muy impresionado por el trabajo vocal, pero Malón se quedó corto, no tuvo una buena interacción con el público, los músicos parecían frustrados; sobre todo el vocalista, se comportaba como si estuviera incómodo; y si bien el set fue impecable, el concierto es un momento de comunión entre el artista y el público, algo que no aconteció y fue bastante raro. No obstante, el grupo hizo lo suyo y también despertó mi curiosidad.


Luego de una espera interminable, entró Tarja y fue momento apoteósico. Adoro como esa mujer canta y sin ella Nightwish no es lo mismo, pero tampoco es lo mismo verla a ella como solista. No conozco muy bien su trabajo fuera de la banda, pero sonó estupendo y el juego de luces le agregó mucho al concierto. Tarja fue uno de los puntos más destacados, tiene una gran presencia escénica, una voz incomparable y una gran interacción con el público, en un español casi perfecto valga la aclaración. Pese a un pequeño resbalón y la consternación del personal de apoyo que tardó en responder, fue un set impecable de principio a fin.


Después de incontables minutos de ansiedad extrema, comenzó a sonar Bad to Bone dando inicio al set del legendario Dee Snider. Al igual que en el caso anterior no es lo mismo verlo a él como solista que ver a Twisted Sisters; nunca he sido fan de esa banda, tenía un cassette de grandes éxitos que fue engullido por los avatares de la historia. Durante mucho tiempo, manifesté mi horror por toda la estética de los 80 y Twisted Sister parecía encarnarla a la perfección. Pero Snider tiene un dominio total del escenario, tiene un carisma inigualable, sabe cómo amansar a cualquier público. Canta con mucha fuerza y convicción, pese a los años su voz conserva su vigor. Como él mismo lo anunció, el set mezcló clásicos de la banda, con canciones de su nuevo disco, We Are The Ones, y algunas sorpresas. Entre las cuales destaca un cover de Nine Inch Nails, Head Like a Hole, un cover de Soundgarden, Outshined, en tributo a Chris Cornell; siendo un momento bastante emotivo, al igual que una breve mención a Dio y una versión muy interesante de We're Not Gonna Take It, dedicada a todas las víctimas del terrorismo internacional. Con ello, Snider demostraba porque tiene bien merecido su estatus de leyenda. En realidad, él debió haber cerrado el show, pues opaca la prestación de todas las otras bandas. Hizo algunas referencias a Simmons, pues entre Kiss y Twisted Sisters hubo ciertas fricciones, y como bien lo dijo el vocalista, si Kiss tiene el himno nacional del rock and roll, Snider cerró su performance con el himno internacional del rock and roll: Highway to Hell y se robó el show.


Difícil rivalizar con un frontman de ese calibre y justamente, Gene Simmons no es un frontman y cuando interactúa con la audiencia es un poco raro. Fue el plato fuerte, la razón por la cual asistí a ese concierto y la verdad es que fue un set muy entretenido. Simmons tiene un carisma peculiar y se lo veía contento en el escenario. Hay que destacar el gran trabajo que hizo la Kiss Army Bolivia, yo creo que esa devoción de los fans le cayó muy bien al bajista; le encanta ser el centro de atención y mal que mal, en Bolivia, hay una sólida base kissera, y para esa comunidad fue el acontecimiento más extraordinario en décadas, y creo que Simmons lo sintió de esa manera. Se mostró muy agradecido con el público y con los fans. Sin embargo, creo que daba lo mismo ver a una banda tributo. Sonó bien, pero Kiss es un espectáculo visual, sin su armadura plateada Simmons es solo un viejito excéntrico y bastante cachondo. Pocas sorpresas en sí, pero lo disfruté: es una pequeña realización personal. Fue una bonita experiencia escuchar a Simmons cantar esas canciones que son parte de mi vida. Deuce, Cold Gin, Parasite, War Machine, son canciones que adoro; fue interesante incorporar Domino al set, es una canción que Kiss debería volver a tocar, y la sorpresa fue Charisma, rara vez interpretada en vivo. El set cerró de manera tradicional con Rock and Roll all Nite y fue una fiesta, con el público que empezó a subir al escenario y a llenar los espacios vacíos en las graderías. Fue un buen momento, una linda experiencia y una bonita noche. Y lo que es más importante, Simmons hizo una promesa: de regresar con Kiss, y espero que la cumpla, pues en este pequeño país tercermundista también adoramos a esa banda y sus trajes despampanantes, el espectáculo más arrogante del mundo.

Realmente todo funcionó casi a la perfección y muestra que en Bolivia se pueden hacer conciertos y festivales con profesionalidad, por eso mismo hay que apoyar todas estas iniciativas. Tal vez al año la cartelera sea más interesante y cumpla mejor con las expectativas.

  

lunes, 30 de octubre de 2017

Rage against the machine - (1992) R.A.T.M. "El monje que arde" (Marcos, autor invitado)

Este es un artículo escrito por Marcos, vocalista y bajista de la banda tarijeña Mazzone. Un seguidor del Abismo, al que tuve la suerte de conocer en la ultima versión del Illimani Metal, donde la mencionada banda tocaba en la etapa final del festival y que en lo personal fue la que más me gustó. Es un gusto para el Abismo contar con el talento de Marcos, el siguiente review no solo toca un delicado tema en la historia sino además es un disco que nos representa, para aquellos que crecimos en los 90's, y nos ayuda a sacar toda esa ira con mucha actitud y energía.


‘’¿Estas parado en la línea? ¿Creyendo las mentiras? ¿Reverenciando la bandera? You have a bullet in your head… A bullet in your head… A BULLET IN YOUR FUCKIN’ HEAD!!!’’ 

El ataque es casi inconfundible. El chicano Zack de la Rocha grita como insultando; Tim Commerford con un grasoso bajo lleva el ritmo casi hipnótico, mientras Tom Morello espera rematar, con una subida de volumen progresivo, contenido, zumbando en el fondo. Brad Wilk lleva el tiempo con su bombo y platillos; la vibración emborracha y la pronta vomitada no tiene otra forma: A BULLET IN YOUR HEAD!!! 

"Bullet in the Head", es el quinto tema en el primer y homónimo disco de Rage Against The Machine. Lanzado el año 92 a los oídos influenciables de millones de jóvenes alrededor del mundo. Letras altamente increpantes con un claro contenido político, y un sonido más que complementario para los 90’, reconcilian rap y metal, entre otras cosas.

El tema "Know Your Enemy" cuenta como invitado a Maynard James Keenan (Tool, A perfect circle, Puscifer) en las voces adicionales, y también presenta al baterista de Jane's Addiction, Stephen Perkins en la percusión trashcan.

Muchas cosas pueden decirse sobre la música de R.A.T.M, pero quiero apartarme un momento para hablar de otra parte de su movida: la portada. La fotografía de un monje budista, sentado en el suelo, con llamas emanando de su cuerpo. Aquí hacemos un pequeño recorrido histórico que tuvo como resultado esta fotografía, icónica en más ambientes que en el musical.
 
El nombre del monje es Thích Quảng Đức, protestante contra el gobierno católico romano de Ngo Dinh Diem en el sur de Vietnam, que profesaba una política de persecución contra los monjes budistas de la zona. La fecha es 11 de junio de 1963, y el fotógrafo Malcolm Browne se encuentra en Saigon, para cubrir lo que parece ser una gran manifestación cerca del palacio presidencial.


Los monjes forman un círculo en la intersección de la calle, el monje Quảng Đức emerge de un auto y se postra en medio del círculo; un monje más joven lo empapa en gasolina.
 
La icónica imagen de la portada [Foto de Malcom Brownw; CC-BY-SA]
Mientras las llamas empiezan a envolver a Quảng Đức, Browne tomaba las fotos de la inmolación y permanecia perfectamente quieto. "Solo continué disparando, disparando el obturador para captar las imágenes y eso me protegió del horror que se vivía."

Otros monjes y monjas observan mientras Quảng Đức muere quemado. "‘Fue, en cada detalle, peor de lo que esperaba" describe el fotógrafo en una entrevista.


Luego que el cuerpo del monje colapsara sobre sí mismo un monje reza postrado ante los restos de Quảng Đức, antes de ser trasladados a una Pagoda cercana por sus compañeros. Los restos fueron cremados y lo único remanente fue su corazón, mismo que se reverencia como símbolo de sabiduría y paz. Las secuelas políticas que dejó la inmolación del monje no fueron mínimas.

La fotografía recorrió el mundo, y Malcom Browne recibió el Pulitzer por ella. La simpatía y solidaridad por la causa de los monjes Vietnamitas se acrecentó después de las imágenes. Esta no fue la primera ni la última inmolación en símbolo de protesta, pero R.A.T.M. se aseguró de incluirla como una portada profunda y activamente política para ilustrar su música.

Fotografías inmolación: Malcom Browne (AP/Time)

Pueden  ver el set de fotos completas en el artículo de la Time Magazine

jueves, 26 de octubre de 2017

Mastodon – Emperor Of Sand (2017)


La tetralogía de álbumes inicial de Mastodon fue, en cierto sentido, revolucionaria. Es una de esas bandas que nacieron para ser grandes y lo que crearon a través de esos cuatro discos revitalizó el rock y pateó el tablero del metal para siempre.

Combinaron alocadamente una serie de géneros del sonido norteamericano; pero básicamente tenían tanto de Thin Lizzy como de Neurosis. Remission (2002) guarda un lugar importante dentro de esta colección de álbumes por ser la furiosa llama que inició todo. Luego publicaron su grabación más épica, el Leviathan (2004), disco que se constituye en un punto de inflexión para el metal y la médula de la revolución mastodonezca.

El tercer elemento, el Blood Mountain (2006), es un disco increíble cargado de estrellas de rock, voces más elaboradas (inclusive Brann Dailor se estrena en esta área) y aventuras más coloridas. Para completar la serie publicaron el Crack The Skye (2009), el último de los cuatro elementos, el más liviano, representativo de su apertura a un sonido menos radical, una crisis existencial y el lado más psicodélico de la banda. En ese momento la relación con el metal se volvió más difusa, pero el disco tuvo su razón de ser; el oxígeno, el final de la década. Cabe añadir que el arte de Paul Romano es un componente clave de la tetralogía.

La vara estaba demasiado alta y esto jugó en contra de mi conexión con la banda post tetralogía. En consecuencia The Hunter (2011), pese a ser un disco muy sólido, me costó un poco; me pierdo en las últimas canciones. Atacaron a las masas, el acercamiento al indie rock fue un poco chocante, pero en el largo plazo ese no fue el problema, sino que en general Mastodon, luego de haber rozado la gloria gracias a conceptos muy marcados, se encontraba buscando una nueva identidad. El Onces More Round The Sun (2014) fue un paso en la dirección correcta, claro que me parece un disco transitorio que no goza de la mejor de las mezclas y también me pierde un poco al final. Igual es muy sólido.

Aquí recién encuentra su lugar The Emperor of Sand, el último larga duración. No hay vuelta que darle que esta banda se maneja mejor con discos conceptuales. Puede que este sea un poco lineal, pero la verdad que no encuentro una canción débil y después de haberlo escuchado incontables veces puedo afirmar que fue un acierto haber trabajado de nuevo con el productor Brendan O’Brien.

Tanto en las partes más comerciales como en las más pesadas, suenan a si mismos más que nunca. Encontraron el equilibrio entre su nueva faceta más comercial y el metal progresivo de antaño. Inclusive están tan inspirados este 2017 que les dio para sacar un EP, el Cold Dark Place, disfrutando de unas cuantas canciones psicodélicas.

Sobre la temática del disco, pienso que hoy en día el cáncer nos acecha de una manera incansable. Es la nueva guerra en el límite, la cara de la muerte y el desafío por la vida. “El álbum cuenta la historia de un hombre que recibe una sentencia de muerte por un ser desértico y deambula por el desierto.” Rolling Stone

“Al final de la historia, la persona simultáneamente muere y es salvada”, comenta Dailor para la Rolling Stone. “[El álbum] trata de afrontar el cáncer, afrontar la quimioterapia y todas las cosas asociadas con eso. No quería ser literal al respecto. Pero todo está allí. Puedes leer entre líneas.”

“Estamos reflexionando sobre la muerte”, dice Troy Sanders en un comunicado. “Para ese fin, el álbum recorre toda nuestra discografía. Son 17 años de proceso, pero también es una reacción a los últimos dos. Tendemos a tomar inspiración de cosas muy reales en nuestras vidas.”

El disco es muy sólido y si lo tomaste a la ligera te recomiendo darle una oportunidad adicional.


martes, 17 de octubre de 2017

Discos Esenciales de Death Metal (Dieguex)

Para nosotros hacer este tipo de ejercicios, siempre resulta reconfortante. Como siempre, estas listas son subjetivas, porque en cierta manera presentamos los discos que son importantes para cada uno de nosotros.

Al hacer esta mi lista, quedo claro que la mayoría de mis discos son de los noventa, y esto tampoco es novedad teniendo en cuenta que fue en esta década en la cual se terminó de forjar este género y además, fueron estos discos los que también cimentaron nuestra identidad como metaleros. Después de todo, este es el género de nuestra generación.

Hacer la reseña de cada disco, es también algo muy personal, ya que cada uno de nosotros tiene su propio estilo y su manera para describir y contar lo que cada uno de estos discos ha significado para nosotros.

Aquí los dejo con mi lista:


20. Deicide - Amon: Feasting the beast (1993)


Una de las grandes bandas provenientes de Tampa, Florida. Deicide siempre fue una de las más brutales y blasfemas de esa época. Este disco, si bien es una especie de compilado, que contiene varias de las canciones reeditadas que ya aparecieran en el Deicide, contiene material inédito de los demos de los tiempos de Amon. Estas versiones me gustan más, ya que suenan mucho más bestiales y el Benton usa una distorsión en la voz, que realmente da a las canciones un aire totalmente diferente. Una celebración a la bestia.


19. Hypocrisy - Abducted (1996)


Un disco que cambió la historia del death metal. Peter Tagtgren siempre fue un tipo visionario y obviamente sus discos siempre han sido diferentes respecto a los de sus contemporáneos, especialmente suecos. Un death metal intenso y duro, que por momentos llega a rozar el Black metal. Y para terminar el disco, ese homenaje a Pink Floyd, pero a su estilo.


18. Mortification - Live planetarium (1993)


Procedente de Australia, el bajista y vocal Steve Rowe ha sido desde siempre el líder espiritual y creativo de la banda. Este disco en vivo, además de plasmar ese sonido death distintivo con una fuerte influencia grind, representa también un punto alto y el cierre de un ciclo en la banda: la consolidación de Michael Carlisle y el último concierto con el baterista Jayson Sherlock.


17. Tribulation - The formulas of death (2013)


Una de las bandas que más me sorprendió en estos últimos años. Y es que estos suecos, le han dado un enfoque nuevo y diferente al death metal. Cuando se trata de meter caña, lo hacen sin el menor problema, pero también saben equilibrar las cosas y dispararse por otros lados. Y eso es este disco, una cosa extraña, un death metal tétrico, lúgubre, con una gama musical igualmente amplia. Un disco lleno de cavilaciones, un disco para dejarte ir.


16. Opeth - Orchid (1995)


Este es un disco que en su momento no lo entendí. No entendía su sonido, era una transición entre dos generaciones del death sueco. Hoy, años después, es uno de los discos que más me gustan de Opeth. Me encanta esa oscuridad siniestra, y obviamente, me encanta la brutalidad del Åkerfeldt, uno de mis vocales favoritos en el death metal. Se que este disco no está a la altura del Still life o del Ghost reveries, pero indiscutiblemente es un disco esencial en el futuro desarrollo de la banda.


15. Obscura - Omnivium (2011)


Uno de los mejores proyectos de death alemán. Toda una constelación de virtuosos, lo mejor en el estilo: Steffen Kummerer y Christian Münzner en las violas, Jeroen Paul Thesseling (exPestilence) al bajo y el monstruo de Hannes Grossmann en la batería. Obviamente, este es una bestialidad de disco. Death metal técnico de altísimo nivel, realmente sorprendente. Es el tipo de death metal que me sigue emocionando. 


14. Morbid Angel - Altars of madness (1989)


Un disco clave en la historia del death metal. Una joya de esta banda de Florida y una de las grandes influencias hasta el día de hoy. Un disco dedicado a “los Antiguos”, el homenaje de Trey Azagthoth a la obra de H.P. Lovecraft.  


13. Six Feet Under - Haunted (1995)


Posiblemente el punto más alto en la carrera de Chris Barnes. Después de abandonar Cannibal, Barnes decide rearmar esta su antigua banda, con la participación de Allen West (exObituary), Terry Butler (exDeath) y Greg Gall en la batería. Este no es un disco veloz, por el contrario, es más pesado, aunque bien intenso, las violas del West le dan otro tinte a este disco. Barnes por su parte amplía su espectro vocal, alcanzando nuevos registros guturales realmente increíbles, …  Haunted, haunted by the death!!!


12. Gorefest - Erase (1994)


En aquel momento, este cuarteto era uno de los más importantes de Holanda, y posiblemente una de las bandas más sobresaliente de la escena europea. Para su época este fue un disco contestatario. Jan-Chris de Koeijer tenía un discurso claro, borrar estereotipos y esquemas mentales impuestos por esta sociedad, y ser uno mismo. Harthoorn y el virtuoso Bonebakker hacían su aporte con esas guitarras brillantes y Ed Harby no se quedaba atrás, marcando y dándole consistencia a la banda. Un discazo, un canon del death metal de los noventa. 


11. Morgoth - Odium (1993)


Uno de los grandes discos del death metal alemán. Este disco, es una cosa rara de por sí. Fieles al death metal brutal, incorporan en su sonido elementos más progresivos, experimentales si vale el termino, pero también industriales. Este es uno de esos discos innovadores y vanguardistas de principios de los noventa.


10. Dan Swanö - Moontower (1998)


Digan lo que digan, considero que este disco tiene los elementos suficientes para ser considerado como un disco de death metal. Tratándose del Maestro, siempre lleva sus proyectos a niveles que están más allá de nuestros parámetros.  La estructura básica del disco es el death, partiendo de los riffs y por supuesto de la parte vocal. Todos sabemos que el Dan es un fan de los sintetizadores y de la música de los ochenta, ambos elementos se fusionan con el death metal, para dar origen a este extraño híbrido, la torre de la luna!


9. Cannibal Corpse - The bleeding (1994)


Para mi este es el mejor disco de estos oriundos de Buffalo, y creo además que después de la partida del Chris Barnes, les costó mucho sacar un disco que este a este nivel. Es sumamente técnico, intrincado, brutal pero además melódico, cosa rara en una banda de este estilo. Realmente me encantan las violas, el bajo descomunal, al igual que la batería y bueno, el Chris cantando como una verdadera bestia. Uno de esos discos para la posteridad.  


8. Terrorizer - World downfall (1989)


Un disco esencial en la historia de la música extrema. Básicamente un proyecto con miembros latinos. Los miembros de Morbid Pete Sandoval y David Vincent unían fuerzas con Oscar García de Nausea, a quienes se uniría un joven violero, Jesse Pintado quien después de la grabación de este disco terminaría como violero de Napalm Death. Un disco seminal tanto para el grindcore como para el death metal. Hoy por hoy, la Fear of Napalm es un himno y un clásico en la historia del metal.


7. Edge of Sanity - The spectral sorrows (1993)


Desde hace ya buen tiempo, el Dan Swanö es uno de los músicos más prolíficos de la escena escandinava. Con esta banda empezaba otra historia. A diferencia de sus contemporáneos, Swanö siempre les ha dado a sus bandas y proyectos un sello distintivo. Esta no es la excepción, este tercer disco de la banda tiene un brillo especial. Si bien mantiene la brutalidad y la dureza típica del death, tiene otro aire, es muy diferente a otros discos contemporáneos… lleva la firma del Maestro.  


6. Cynic - Focus (1993)


Uno de los mayores exponentes del death metal de Florida. Uno de mis discos favoritos siempre. Paul Masvidal, es uno de los músicos vanguardistas de su época, no por nada él y Sean Reinert fueron parte de uno de los mejores discos de Death, acompañando al gran Chuck. Un disco atípico para su época, una fusión con el jazz y letras con un tinte induista. El disco que llevó el death metal a otro nivel de conciencia.  


5. Entombed - Wolverine Blues (1997)


Sin ninguna discusión, Entombed es una de las bandas más importantes e influyentes, no solo en Suecia sino también a nivel mundial. Una de las bandas precursoras del death metal de Estocolmo, que tan bien fue moldeando Tomas Skogsberg. Este es a su vez, un disco de transición. Es pesado, intenso, un death metal crudo, pero con una fuerte base rock and rollera, que daría a la larga las pautas para la expansión de otros estilos musicales. Para mí, el mejor disco de Entombed y uno de mis discos de la vida.


4. Amorphis - Tales from the thousand lakes (1994)


Uno de los mejores discos de death metal finlandés. Un disco que abría el paraguas musical de esta banda. Riffs sólidos y pesados, alternados con voces guturales y brutales y claro, esas teclas maravillosas que hasta el día de hoy se extrañan. Un excelente disco, al que prácticamente no le sobra ni le falta nada. 


3. Dismember - Massive killing capacity (1995)


Al igual que Carnage, Nihilist o Entombed, Dismember es una banda fundamental en la construcción del death metal sueco. Este su tercer disco, es un tanto diferente respecto a los dos anteriores discos, es mucho más técnico y melódico. De principio a fin es riff tras riff, alternando con solos a cual mejor, un excelente trabajo de David Blomqvist. Una obra maestra del death metal sueco.


2. Carcass - Wake up and smell the... (1996)


Soy consciente que con este disco estoy haciendo trampa. También sé que, si tendría que elegir al disco más representativo de estos ingleses, elegiría al Heartwork. Sin embargo, elegí este disco que, si bien llega a ser un compilado, tiene mucho del material inédito y además representativo de este trío de Liverpool. Lo más interesante es que tenía el ultimo material que habían grabado después del Swansong, material que hasta el día de hoy es clásico en su discografía. Carcass ha sido una banda que ha ido evolucionando disco a disco, y a la vez, siempre dando la pauta. Y este disco es eso, un resumen de la carrera de estos dioses del death metal.


1.    Death - Spiritual healing (1990)


Sin lugar a dudas, Chuck Schuldiner fue uno de los grandes genios musicales de todos los tiempos, no por nada fue uno de los precursores del género al cual le rendimos este homenaje. Chuck, siempre estuvo un paso más allá, rodeándose además de los mejores músicos de su generación, para dar vida a sus discos. Se que posiblemente Death tiene discos más avanzados y elaborados que este, pero el Spiritual tiene una particularidad, para mí simplemente es la síntesis y la esencia más pura del death. Para mí, es así como debe sonar un disco de death metal!!!.