sábado, 31 de marzo de 2012

Barren Earth – The Devil’s Resolve (2012)

La superbanda finlandesa Barren Earth llega este 2012 con su segundo trabajo titulado “The Devil’s Resolve”, un disco que mientras se le da más vueltas, va reluciendo elementos sumamente cualitativos en sus 10 canciones. El disco, también muestra la escuela y el lugar de origen de los 6 músicos que componen la banda: Finlandia; hecho importante a la hora de revisar, entender y disfrutar de su música.

Muchas veces, estos supergrupos tienden a sucumbir por su propio peso, elaborando discos carentes de estructuras profundas y malas composiciones, pero confiando en su reconocido status como músicos, se lanzan con trabajos que a la postre se pierden en el olvido. No es el caso de Barren Earth.

Cuidadosamente compuesto y armado por sus conocidos miembros: Olli-Pekka Laine bajista de bandas como Amorphis, Mannhai, Chaosbreed; Marco Tarvonen batero de Moonsorrow, October Falls, Thy Serpent; la guitarra de Sami Yli-Sirnio de Kreator y Waltari; Janne Perttila guitarrista de Rytmihairio y Moonsorrow; Kasper Martenson teclero de los primeros discos de Amorphis; y finalmente Mikko Kotamaki, vocalista de Swallow the Sun, Verivala y Empyrean Bane; “The Devil’s Resolve” es el mejor y más sólido trabajo de la banda hasta la fecha, tomando en cuenta que su primer trabajo llamado “Curse of the Red River” del 2010, también fue bien recibido.

Cada una de las canciones acá presentadas, puede evidenciarse muy claramente el origen finlandés de la banda, debido al sonido de la misma. Mucha melodía tanto de las guitarras como de los teclados, melodías ‘folk’ que a ratos claramente hacen recuerdo a los primeros Amorphis (Martenson evidentemente juega un rol importante en esta aseveración), sumados a las voces guturales y limpias que aparecen y desaparecen justificadamente; mientras los ritmos pesados y densos hacen referencia directa a bandas como Swallow the Sun y Moonsorrow; y finalmente progresiones e incluso regresiones muy a lo Opeth, son parte de un disco magnífico y lleno de diversos elementos muy bien conjugados.

Las canciones que más me gustaron fueron The Passing of the Crimson Shadows, que abre con todo el disco; The Rains Begin y su finesa fuerza; la fabulosa y quizás la mejor As it is Written con su increíble piano, ritmos progresistas y maravillosas guitarras; Oriental Pyre y sus cambios melódicos; y la Where all Stories End, hacen que sea un disco sumamente disfrutable, un gran acierto por parte de los músicos que componen esta banda y un punto probablemente pivotal en su carrera. Un disco que a muchos les quedará definitivamente hasta el final.

lunes, 19 de marzo de 2012

Nahrayan – The beginning of the end… the end of the beginning (2012)

Hace ya bastante tiempo que estoy con la idea de que en cuestión música, los españoles están asimilando y mamando de otra vertiente, además de ir desarrollando su propia identidad.

España siempre ha sido un país rico en cultura y en música, que ha dado al metal varias bandas, muchas de ellas ahora ya legendarias. Sin embargo, en cuestión post-rock, hace ya algún tiempo que este país ibérico viene lanzando muy buenas bandas vinculadas con esta movida, basta con mencionar a Toundra o Fuhra.

Con esto no quiero decir que Nahrayan sea igual a las bandas antes mencionadas. Básicamente, puede compartir ciertas bases y tener un contexto musical común, sin embargo, esta banda desarrolla un sonido totalmente diferente, con influencias y un estilo propio, que va por otro lado.

Así pues, hace algunas semanas, me encontré con este gran disco, que prácticamente me dejó prendido de manera instantánea.

Nahrayan es una banda procedente de Elche, compuesta actualmente por Julian (quien se hace cargo de las guitarras, bajos, efectos y voces) y Miguel (batería y percusión). Aparentemente, el material que compone este disco, son principalmente regrabaciones de canciones que, la banda dice haber “rescatado del mundo de los muertos”.

En lo personal, este es un disco que me gustó mucho. La producción es excelente y deja ver claramente que la banda ha logrado un muy buen sonido, alcanzando pasajes realmente brillantes, con arreglos y detallitos muy sutiles presentes prácticamente a lo largo de todo el disco.

Este trabajo, hace palpable la madurez de la banda, que desarrolla algo así como un post-doom muy bien hecho y además de muy buena calidad, que por momentos alcanza la lucidez de Isis, la profundidad y melancolía de Agalloch o la serenidad de Anathema.

Es un disco dinámico, con diferentes tramas que van fluyendo a lo largo del disco, alternando partes tranquilas muy post-rockeras, con partes más intensas, con pasajes más pesados, más orientados hacia el doom.

La banda, se toma su tiempo, va desarrollando los ambientes. Aquí resalto el trabajo de las guitarras, plagadas de un sentimiento embriagador, cautivante, que sin embargo, no dejan de tener cierto dejo a Agalloch, que me imagino debe ser una gran influencia para la banda.

En fin, un trabajo realmente pulcro y emotivo, con canciones impresionantes como Demons without face, la canción más intensa del disco (y además la que más me gusta de todo el disco), con un estribillo y un riff realmente demoledores. A dying sun, es otro gran tema, y que en términos generales, podría demostrar a la perfección la influencia que posiblemente tenga Pink Floyd como pilares o padres conceptuales de ese sentimiento más experimental y ambiental, que nos presenta el post-rock.

Un disco por demás interesantes, que hoy por hoy deja un testimonio de la madurez musical contemporánea que ha alcanzado España. Ojo con toda la movida post-rockera de este país y, ojo, a este disco, firme candidato desde ya, a mi top para este año.

P.S. Agradecer a Julian y Miguel por la confianza y el apoyo al Abismo. ¡Suerte con todos los proyectos futuros para la banda!

lunes, 12 de marzo de 2012

Pallbearer – Sorrow and Extinction (2012)

El debut de esta banda de Arkansas llamada Pallbearer esta definitivamente entre lo mejor que se ha escuchado hasta ahora en el año. Empezar así la revisión puede ser un poco arriesgado, pero en este caso me la jugaré…

Personalmente, desde hace bastante tiempo que un disco nuevo de doom, además un debut, no me movía la estantería de esta manera; las melodías, la lentitud, la pesadez y la potencia de este álbum son las evidencias de su conquista y victoria.

El disco sobre la ‘pena y la extinción’ se abre con la maravillosa Foreigner, un tema de más de 12 minutos donde la banda se va desplegando en el inicio de manera acústica, para luego lenta, calmada y melodiosamente, irse convirtiendo como en un ritual que logra extender las partes de máximo clímax por vaaarios minutos y en diferentes momentos. Así se empieza a notar la seguridad de la banda, gracias al excelente nivel compositivo y creativo que aquí demuestran. Luego será en definitiva el mejor tema del disco.

En seguida, Devoid of Redemption y The Legend, canciones de más de 8 minutos de duración cada una, presentan un doom glorioso, a ratos totalmente progresivo, que llega con gigantescos y pesados riffs, ritmos precisos, y melodías vocales extraordinarias. Un vocalista que se nota muy fácilmente que sabe cantar. Utilizando un tono similar a los de Ozzy y Geddy Lee de Rush, se une de manera especial y particular a todo el contexto musical. En varios pasajes, y para hacernos una idea, la banda me hace recuerdo a los excelentes 40 Watt Sun o más precisamente a Warning, como me decía el Sebas; o a los mismísimos My Dying Bride en esa calma y cadencia que identificaba a sus obras; y finalmente como indicaba antes, a los iniciadores de todo este quilombo: Black Sabbath.

Finalmente, una melodía claramente ‘sabbatesca’, marca el inicio de An Offering of Grief mientras la canción va subiendo muy de a poco hasta que explota entera. Cierran Given to the Grave y sus 10 minutos de duración, con la misma fórmula exitosa del disco: grandes melodías de guitarra y voces, en un contexto lento y pesado; concretando así, un disco que a pesar de estar dentro del género doom, logra levantar el espíritu de una manera cuasi única.

Definitivamente la banda se anotó una contundente victoria con este disco; haciéndonos recuerdo que este genero es el nacimiento del metal, aparece en escena: Pallbearer. Candidato desde ya.

jueves, 8 de marzo de 2012

Isis – Live VI (2012)

Después de que Isis anunciara en el 2010, su eminente separación, anunciaron también que en un futuro lanzarían un trabajo póstumo, con material inédito de la banda. Trabajo que, los fanáticos de la banda, aún esperamos.

A la primera escuchada de este disco, sentí de manera inmediata, que hacer esta revisión era para mí una obligación. Mientras lo escuchaba, pude sentir una vez más esa energía que irradiaba Isis en vivo, a la vez, de sentir cierta nostalgia (la misma nostalgia de la que nos hablaba Akira, de Frecuencias).

Es esa misma nostalgia, la que siento al recordar el día que anunciaron su separación. Afortunadamente, tan activos como siempre lo fueron, Isis siguió su febril camino, tan a prisa que casi de manera inmediata a ese comunicado, lanzaron un split con una de las bandas más reverenciadas por los miembros de Isis, nada más y nada menos que con Melvins. En ese trabajo solo encontramos dos canciones de Isis, las cuales ya habían salido en la versión japonesa del Wavering radiant: Way through woven branches y The pliable foe.

Así pues, después de la separación, cada uno de los miembros siguió su camino. Aaron Harris, Jeff Caxide y Briant C. Meyer se juntarían al poco tiempo para armar un nuevo proyecto, Crone, con el que lanzarían en el 2011, el disco Endless midnight.

Paralelamente, Meyer siguió su camino con un nuevo proyecto, Taiga. Además, volvió a reclutar a sus ex compañeros de Windmiles by the Ocean, para lanzar en el 2011, el tan esperado segundo disco, WBTO II.

Por su parte, Aaron Turner, retomó los turbulentos rumbos de House of Low Culture, con un split compartido con el proyecto de su compañera, Mamiffer, con la que después colaboraría en el disco Mare Decendrii.

En entrevistas realizadas el 2011, tanto a Aaron Turner como a Aaron Harris, sostenían que la carrera de Isis había sido tan productiva en cuestión de discos y grabaciones en vivo, que realmente tenían mucho material grabado en vivo y que prácticamente no habían tenido tiempo siquiera, para sentarse a escucharlo con calma y mucho menos, para editarlo o hacer algo con él.

Así, Aaron Turner, se refugió una vez más en los estudios de Hidra Head, para ponerse a trabajar en este material. De este trabajo, salió una nueva serie remasterizada de los cinco primeros “discos en vivo” de la banda, del I al V. Todos ellos, con material de los primeros tres discos, es decir del Celestial, Sgnl05 y del ahora mítico Oceanic.

Con gran emoción, nos encontramos, con el reciente y sorpresivo lanzamiento de este flamante Live VI. Un disco en vivo que tiene la gran novedad de presentar canciones de los dos siguientes discos de la banda, me refiero al Panopticon y al In the absence of truth.

Creo que la magia de este disco, está en todo el ambiente que envuelve a la grabación. El sonido es limpio. A lo largo de todo el concierto, es posible distinguir al mínimo detalle, instrumento por instrumento, por lo que se pueden apreciar muchos de los detalles que en general, pasan por alto en las versiones originales. En este sentido, yo destacaría el trabajo realizado por Briant C. Meyer, que la verdad se luce en los teclados y sintetizadores. Es el arquitecto de las texturas.

Abre el disco Hive destruction, áspera como pocas y con un Aaron Turner vociferente como nunca. Las guitarras chirrían como pocas veces hemos escuchado, pesadas, melódicas y con cierto airesillo entre lo rockanrolero y lo blusero.

La sorpresa pasa rápido, para meternos sin demasiada anestesia, después de un corto preámbulo bien atmosférico en la So did we. ¡Isis empieza a latir!. Impecable, etéreo, el sonido de la banda empieza a despegar, atrapándonos en ese trance que tan bien saben manejar. Esta es ya un clásico del Panopticon y de la banda y, de lejos una de mis preferidas en todo el repertorio de Isis.

Luego de ello, el concierto continua con la Not in rivers, but in drops, un temon del In the absence, seguida por la Gentle time del embrionario Celestial, en la cual Meyer es quien se hace cargo de las voces.

El siguiente corte es otro clásico del Panopticon, In fiction, en la que la magia envuelve una vez más el ambiente. Las melodías de la guitarra de Aaron Turner van fluyendo, mientras Jeff va marcando el pulso con ese bajo casi acuático. De fondo Gallagher, con esos riffs devastadores, va en una progresión constante, creando la atmósfera propicia, hasta que esa tensión explota y Aaron Turner emerge de la nada, cantando con un sentimiento a flor de piel. De lejos, uno de los mejores temas de este disco. Esto es Isis!!!

La siguiente canción es la Holy tears, otra joya del In the absence of truth. Sin embargo, lo mejor del disco está por venir. Weight, una canción que resume a la perfección lo que es Isis en sí. Es la esencia pura. Esta es una de las mejores versiones que he escuchado, y tiene además un plus extra, la participación de María Christopher, luego vocalista de 27 y de Wolves in the Throne Room, quien ya cantara en la versión original del Oceanic.

Para cerrar el disco, nos encontramos con otros dos clásicos de la banda, Red sea del homónimo EP y Carry, también del Oceanic, en la que María se hace cargo de las voces una vez más.

Que más les puedo decir, una grabación que realmente llenó todas mis expectativas como fan de la banda. Una grabación que tiene la facultad de ponerte los pelos de punta o hacerte llegar a los estados más alterados de euforia.

Esperemos pues, que este sea solamente el principio de las muchas sorpresas que nos presente Aaron Turner de aquí al futuro. Por lo pronto, el “legado radiante” sigue brillando… ¡una vez más!

P.D. Un disco para escuchar aislado, con audífonos y a todo volumen.