martes, 31 de octubre de 2017

Scream Bolivia 2017


Contra todo pronóstico, se puede decir que el Scream Bolivia fue un éxito. Y creo que hay que ser muy sinceros al respecto, la cartelera no era atractiva, muchas bandas fueron cancelando y al final el evento se convirtió en un acontecimiento de segunda mano, con solistas casi irrelevantes en la escena internacional. Por eso el público dudó, y faltó gente para el concierto. Yo mismo dudé en asistir y lo hice porque la mano justiciera del destino encaminó mis pasos hasta cierto hotel en cuyo lobby Gene Simmons tomaba un café. Fui por convicción ideológica, sin grandes expectativas, y quedé agradablemente sorprendido. 


A las 16:15, cuando ingresaba al Teatro al Aire Libre, Alma Eterna ya había comenzado su set. Lo primero que llamó mi atención fue la calidad del sonido y la banda lo hizo muy bien, con una gran presencia escénica, buenos instrumentistas, fue una excelente manera de comenzar el espectáculo. El escenario en sí también lucía muy bien, me sorprendió mucho el profesionalismo con el que se manejó el evento, algo bastante inusual en un país caracterizado por su informalidad. No era la primera vez que veía a Alma Eterna, pues es la banda candente de la escena, pero era la primera vez que la podía escuchar con claridad; pues el sonido es una notable deficiencia en los conciertos locales, no hay buenos equipos y tampoco hay buenos profesionales. Eso bastó para despertar mi curiosidad, y cuando pille el disco lo escucharé con detenimiento.


Lo único verdaderamente reprochable, es el tiempo transcurrido entre banda y banda. Hay que reorganizar el escenario, probar el sonido, se entiende que no es una tarea sencilla, pero esas pausas largas rompían con la energía del concierto. Entre tanto la gente podía comer, aunque el aburrimiento era bastante perceptible. Malón tomó el escenario, nunca he sido fan de bandas latinas, estoy consciente que Hermética fue un paso decisivo en el metal latinoamericano, pero nada más. La banda tuvo una prestación impecable, quedé muy impresionado por el trabajo vocal, pero Malón se quedó corto, no tuvo una buena interacción con el público, los músicos parecían frustrados; sobre todo el vocalista, se comportaba como si estuviera incómodo; y si bien el set fue impecable, el concierto es un momento de comunión entre el artista y el público, algo que no aconteció y fue bastante raro. No obstante, el grupo hizo lo suyo y también despertó mi curiosidad.


Luego de una espera interminable, entró Tarja y fue momento apoteósico. Adoro como esa mujer canta y sin ella Nightwish no es lo mismo, pero tampoco es lo mismo verla a ella como solista. No conozco muy bien su trabajo fuera de la banda, pero sonó estupendo y el juego de luces le agregó mucho al concierto. Tarja fue uno de los puntos más destacados, tiene una gran presencia escénica, una voz incomparable y una gran interacción con el público, en un español casi perfecto valga la aclaración. Pese a un pequeño resbalón y la consternación del personal de apoyo que tardó en responder, fue un set impecable de principio a fin.


Después de incontables minutos de ansiedad extrema, comenzó a sonar Bad to Bone dando inicio al set del legendario Dee Snider. Al igual que en el caso anterior no es lo mismo verlo a él como solista que ver a Twisted Sisters; nunca he sido fan de esa banda, tenía un cassette de grandes éxitos que fue engullido por los avatares de la historia. Durante mucho tiempo, manifesté mi horror por toda la estética de los 80 y Twisted Sister parecía encarnarla a la perfección. Pero Snider tiene un dominio total del escenario, tiene un carisma inigualable, sabe cómo amansar a cualquier público. Canta con mucha fuerza y convicción, pese a los años su voz conserva su vigor. Como él mismo lo anunció, el set mezcló clásicos de la banda, con canciones de su nuevo disco, We Are The Ones, y algunas sorpresas. Entre las cuales destaca un cover de Nine Inch Nails, Head Like a Hole, un cover de Soundgarden, Outshined, en tributo a Chris Cornell; siendo un momento bastante emotivo, al igual que una breve mención a Dio y una versión muy interesante de We're Not Gonna Take It, dedicada a todas las víctimas del terrorismo internacional. Con ello, Snider demostraba porque tiene bien merecido su estatus de leyenda. En realidad, él debió haber cerrado el show, pues opaca la prestación de todas las otras bandas. Hizo algunas referencias a Simmons, pues entre Kiss y Twisted Sisters hubo ciertas fricciones, y como bien lo dijo el vocalista, si Kiss tiene el himno nacional del rock and roll, Snider cerró su performance con el himno internacional del rock and roll: Highway to Hell y se robó el show.


Difícil rivalizar con un frontman de ese calibre y justamente, Gene Simmons no es un frontman y cuando interactúa con la audiencia es un poco raro. Fue el plato fuerte, la razón por la cual asistí a ese concierto y la verdad es que fue un set muy entretenido. Simmons tiene un carisma peculiar y se lo veía contento en el escenario. Hay que destacar el gran trabajo que hizo la Kiss Army Bolivia, yo creo que esa devoción de los fans le cayó muy bien al bajista; le encanta ser el centro de atención y mal que mal, en Bolivia, hay una sólida base kissera, y para esa comunidad fue el acontecimiento más extraordinario en décadas, y creo que Simmons lo sintió de esa manera. Se mostró muy agradecido con el público y con los fans. Sin embargo, creo que daba lo mismo ver a una banda tributo. Sonó bien, pero Kiss es un espectáculo visual, sin su armadura plateada Simmons es solo un viejito excéntrico y bastante cachondo. Pocas sorpresas en sí, pero lo disfruté: es una pequeña realización personal. Fue una bonita experiencia escuchar a Simmons cantar esas canciones que son parte de mi vida. Deuce, Cold Gin, Parasite, War Machine, son canciones que adoro; fue interesante incorporar Domino al set, es una canción que Kiss debería volver a tocar, y la sorpresa fue Charisma, rara vez interpretada en vivo. El set cerró de manera tradicional con Rock and Roll all Nite y fue una fiesta, con el público que empezó a subir al escenario y a llenar los espacios vacíos en las graderías. Fue un buen momento, una linda experiencia y una bonita noche. Y lo que es más importante, Simmons hizo una promesa: de regresar con Kiss, y espero que la cumpla, pues en este pequeño país tercermundista también adoramos a esa banda y sus trajes despampanantes, el espectáculo más arrogante del mundo.

Realmente todo funcionó casi a la perfección y muestra que en Bolivia se pueden hacer conciertos y festivales con profesionalidad, por eso mismo hay que apoyar todas estas iniciativas. Tal vez al año la cartelera sea más interesante y cumpla mejor con las expectativas.

  

lunes, 30 de octubre de 2017

Rage against the machine - (1992) R.A.T.M. "El monje que arde" (Marcos, autor invitado)

Este es un artículo escrito por Marcos, vocalista y bajista de la banda tarijeña Mazzone. Un seguidor del Abismo, al que tuve la suerte de conocer en la ultima versión del Illimani Metal, donde la mencionada banda tocaba en la etapa final del festival y que en lo personal fue la que más me gustó. Es un gusto para el Abismo contar con el talento de Marcos, el siguiente review no solo toca un delicado tema en la historia sino además es un disco que nos representa, para aquellos que crecimos en los 90's, y nos ayuda a sacar toda esa ira con mucha actitud y energía.


‘’¿Estas parado en la línea? ¿Creyendo las mentiras? ¿Reverenciando la bandera? You have a bullet in your head… A bullet in your head… A BULLET IN YOUR FUCKIN’ HEAD!!!’’ 

El ataque es casi inconfundible. El chicano Zack de la Rocha grita como insultando; Tim Commerford con un grasoso bajo lleva el ritmo casi hipnótico, mientras Tom Morello espera rematar, con una subida de volumen progresivo, contenido, zumbando en el fondo. Brad Wilk lleva el tiempo con su bombo y platillos; la vibración emborracha y la pronta vomitada no tiene otra forma: A BULLET IN YOUR HEAD!!! 

"Bullet in the Head", es el quinto tema en el primer y homónimo disco de Rage Against The Machine. Lanzado el año 92 a los oídos influenciables de millones de jóvenes alrededor del mundo. Letras altamente increpantes con un claro contenido político, y un sonido más que complementario para los 90’, reconcilian rap y metal, entre otras cosas.

El tema "Know Your Enemy" cuenta como invitado a Maynard James Keenan (Tool, A perfect circle, Puscifer) en las voces adicionales, y también presenta al baterista de Jane's Addiction, Stephen Perkins en la percusión trashcan.

Muchas cosas pueden decirse sobre la música de R.A.T.M, pero quiero apartarme un momento para hablar de otra parte de su movida: la portada. La fotografía de un monje budista, sentado en el suelo, con llamas emanando de su cuerpo. Aquí hacemos un pequeño recorrido histórico que tuvo como resultado esta fotografía, icónica en más ambientes que en el musical.
 
El nombre del monje es Thích Quảng Đức, protestante contra el gobierno católico romano de Ngo Dinh Diem en el sur de Vietnam, que profesaba una política de persecución contra los monjes budistas de la zona. La fecha es 11 de junio de 1963, y el fotógrafo Malcolm Browne se encuentra en Saigon, para cubrir lo que parece ser una gran manifestación cerca del palacio presidencial.


Los monjes forman un círculo en la intersección de la calle, el monje Quảng Đức emerge de un auto y se postra en medio del círculo; un monje más joven lo empapa en gasolina.
 
La icónica imagen de la portada [Foto de Malcom Brownw; CC-BY-SA]
Mientras las llamas empiezan a envolver a Quảng Đức, Browne tomaba las fotos de la inmolación y permanecia perfectamente quieto. "Solo continué disparando, disparando el obturador para captar las imágenes y eso me protegió del horror que se vivía."

Otros monjes y monjas observan mientras Quảng Đức muere quemado. "‘Fue, en cada detalle, peor de lo que esperaba" describe el fotógrafo en una entrevista.


Luego que el cuerpo del monje colapsara sobre sí mismo un monje reza postrado ante los restos de Quảng Đức, antes de ser trasladados a una Pagoda cercana por sus compañeros. Los restos fueron cremados y lo único remanente fue su corazón, mismo que se reverencia como símbolo de sabiduría y paz. Las secuelas políticas que dejó la inmolación del monje no fueron mínimas.

La fotografía recorrió el mundo, y Malcom Browne recibió el Pulitzer por ella. La simpatía y solidaridad por la causa de los monjes Vietnamitas se acrecentó después de las imágenes. Esta no fue la primera ni la última inmolación en símbolo de protesta, pero R.A.T.M. se aseguró de incluirla como una portada profunda y activamente política para ilustrar su música.

Fotografías inmolación: Malcom Browne (AP/Time)

Pueden  ver el set de fotos completas en el artículo de la Time Magazine

jueves, 26 de octubre de 2017

Mastodon – Emperor Of Sand (2017)


La tetralogía de álbumes inicial de Mastodon fue, en cierto sentido, revolucionaria. Es una de esas bandas que nacieron para ser grandes y lo que crearon a través de esos cuatro discos revitalizó el rock y pateó el tablero del metal para siempre.

Combinaron alocadamente una serie de géneros del sonido norteamericano; pero básicamente tenían tanto de Thin Lizzy como de Neurosis. Remission (2002) guarda un lugar importante dentro de esta colección de álbumes por ser la furiosa llama que inició todo. Luego publicaron su grabación más épica, el Leviathan (2004), disco que se constituye en un punto de inflexión para el metal y la médula de la revolución mastodonezca.

El tercer elemento, el Blood Mountain (2006), es un disco increíble cargado de estrellas de rock, voces más elaboradas (inclusive Brann Dailor se estrena en esta área) y aventuras más coloridas. Para completar la serie publicaron el Crack The Skye (2009), el último de los cuatro elementos, el más liviano, representativo de su apertura a un sonido menos radical, una crisis existencial y el lado más psicodélico de la banda. En ese momento la relación con el metal se volvió más difusa, pero el disco tuvo su razón de ser; el oxígeno, el final de la década. Cabe añadir que el arte de Paul Romano es un componente clave de la tetralogía.

La vara estaba demasiado alta y esto jugó en contra de mi conexión con la banda post tetralogía. En consecuencia The Hunter (2011), pese a ser un disco muy sólido, me costó un poco; me pierdo en las últimas canciones. Atacaron a las masas, el acercamiento al indie rock fue un poco chocante, pero en el largo plazo ese no fue el problema, sino que en general Mastodon, luego de haber rozado la gloria gracias a conceptos muy marcados, se encontraba buscando una nueva identidad. El Onces More Round The Sun (2014) fue un paso en la dirección correcta, claro que me parece un disco transitorio que no goza de la mejor de las mezclas y también me pierde un poco al final. Igual es muy sólido.

Aquí recién encuentra su lugar The Emperor of Sand, el último larga duración. No hay vuelta que darle que esta banda se maneja mejor con discos conceptuales. Puede que este sea un poco lineal, pero la verdad que no encuentro una canción débil y después de haberlo escuchado incontables veces puedo afirmar que fue un acierto haber trabajado de nuevo con el productor Brendan O’Brien.

Tanto en las partes más comerciales como en las más pesadas, suenan a si mismos más que nunca. Encontraron el equilibrio entre su nueva faceta más comercial y el metal progresivo de antaño. Inclusive están tan inspirados este 2017 que les dio para sacar un EP, el Cold Dark Place, disfrutando de unas cuantas canciones psicodélicas.

Sobre la temática del disco, pienso que hoy en día el cáncer nos acecha de una manera incansable. Es la nueva guerra en el límite, la cara de la muerte y el desafío por la vida. “El álbum cuenta la historia de un hombre que recibe una sentencia de muerte por un ser desértico y deambula por el desierto.” Rolling Stone

“Al final de la historia, la persona simultáneamente muere y es salvada”, comenta Dailor para la Rolling Stone. “[El álbum] trata de afrontar el cáncer, afrontar la quimioterapia y todas las cosas asociadas con eso. No quería ser literal al respecto. Pero todo está allí. Puedes leer entre líneas.”

“Estamos reflexionando sobre la muerte”, dice Troy Sanders en un comunicado. “Para ese fin, el álbum recorre toda nuestra discografía. Son 17 años de proceso, pero también es una reacción a los últimos dos. Tendemos a tomar inspiración de cosas muy reales en nuestras vidas.”

El disco es muy sólido y si lo tomaste a la ligera te recomiendo darle una oportunidad adicional.


martes, 17 de octubre de 2017

Discos Esenciales de Death Metal (Dieguex)

Para nosotros hacer este tipo de ejercicios, siempre resulta reconfortante. Como siempre, estas listas son subjetivas, porque en cierta manera presentamos los discos que son importantes para cada uno de nosotros.

Al hacer esta mi lista, quedo claro que la mayoría de mis discos son de los noventa, y esto tampoco es novedad teniendo en cuenta que fue en esta década en la cual se terminó de forjar este género y además, fueron estos discos los que también cimentaron nuestra identidad como metaleros. Después de todo, este es el género de nuestra generación.

Hacer la reseña de cada disco, es también algo muy personal, ya que cada uno de nosotros tiene su propio estilo y su manera para describir y contar lo que cada uno de estos discos ha significado para nosotros.

Aquí los dejo con mi lista:


20. Deicide - Amon: Feasting the beast (1993)


Una de las grandes bandas provenientes de Tampa, Florida. Deicide siempre fue una de las más brutales y blasfemas de esa época. Este disco, si bien es una especie de compilado, que contiene varias de las canciones reeditadas que ya aparecieran en el Deicide, contiene material inédito de los demos de los tiempos de Amon. Estas versiones me gustan más, ya que suenan mucho más bestiales y el Benton usa una distorsión en la voz, que realmente da a las canciones un aire totalmente diferente. Una celebración a la bestia.


19. Hypocrisy - Abducted (1996)


Un disco que cambió la historia del death metal. Peter Tagtgren siempre fue un tipo visionario y obviamente sus discos siempre han sido diferentes respecto a los de sus contemporáneos, especialmente suecos. Un death metal intenso y duro, que por momentos llega a rozar el Black metal. Y para terminar el disco, ese homenaje a Pink Floyd, pero a su estilo.


18. Mortification - Live planetarium (1993)


Procedente de Australia, el bajista y vocal Steve Rowe ha sido desde siempre el líder espiritual y creativo de la banda. Este disco en vivo, además de plasmar ese sonido death distintivo con una fuerte influencia grind, representa también un punto alto y el cierre de un ciclo en la banda: la consolidación de Michael Carlisle y el último concierto con el baterista Jayson Sherlock.


17. Tribulation - The formulas of death (2013)


Una de las bandas que más me sorprendió en estos últimos años. Y es que estos suecos, le han dado un enfoque nuevo y diferente al death metal. Cuando se trata de meter caña, lo hacen sin el menor problema, pero también saben equilibrar las cosas y dispararse por otros lados. Y eso es este disco, una cosa extraña, un death metal tétrico, lúgubre, con una gama musical igualmente amplia. Un disco lleno de cavilaciones, un disco para dejarte ir.


16. Opeth - Orchid (1995)


Este es un disco que en su momento no lo entendí. No entendía su sonido, era una transición entre dos generaciones del death sueco. Hoy, años después, es uno de los discos que más me gustan de Opeth. Me encanta esa oscuridad siniestra, y obviamente, me encanta la brutalidad del Åkerfeldt, uno de mis vocales favoritos en el death metal. Se que este disco no está a la altura del Still life o del Ghost reveries, pero indiscutiblemente es un disco esencial en el futuro desarrollo de la banda.


15. Obscura - Omnivium (2011)


Uno de los mejores proyectos de death alemán. Toda una constelación de virtuosos, lo mejor en el estilo: Steffen Kummerer y Christian Münzner en las violas, Jeroen Paul Thesseling (exPestilence) al bajo y el monstruo de Hannes Grossmann en la batería. Obviamente, este es una bestialidad de disco. Death metal técnico de altísimo nivel, realmente sorprendente. Es el tipo de death metal que me sigue emocionando. 


14. Morbid Angel - Altars of madness (1989)


Un disco clave en la historia del death metal. Una joya de esta banda de Florida y una de las grandes influencias hasta el día de hoy. Un disco dedicado a “los Antiguos”, el homenaje de Trey Azagthoth a la obra de H.P. Lovecraft.  


13. Six Feet Under - Haunted (1995)


Posiblemente el punto más alto en la carrera de Chris Barnes. Después de abandonar Cannibal, Barnes decide rearmar esta su antigua banda, con la participación de Allen West (exObituary), Terry Butler (exDeath) y Greg Gall en la batería. Este no es un disco veloz, por el contrario, es más pesado, aunque bien intenso, las violas del West le dan otro tinte a este disco. Barnes por su parte amplía su espectro vocal, alcanzando nuevos registros guturales realmente increíbles, …  Haunted, haunted by the death!!!


12. Gorefest - Erase (1994)


En aquel momento, este cuarteto era uno de los más importantes de Holanda, y posiblemente una de las bandas más sobresaliente de la escena europea. Para su época este fue un disco contestatario. Jan-Chris de Koeijer tenía un discurso claro, borrar estereotipos y esquemas mentales impuestos por esta sociedad, y ser uno mismo. Harthoorn y el virtuoso Bonebakker hacían su aporte con esas guitarras brillantes y Ed Harby no se quedaba atrás, marcando y dándole consistencia a la banda. Un discazo, un canon del death metal de los noventa. 


11. Morgoth - Odium (1993)


Uno de los grandes discos del death metal alemán. Este disco, es una cosa rara de por sí. Fieles al death metal brutal, incorporan en su sonido elementos más progresivos, experimentales si vale el termino, pero también industriales. Este es uno de esos discos innovadores y vanguardistas de principios de los noventa.


10. Dan Swanö - Moontower (1998)


Digan lo que digan, considero que este disco tiene los elementos suficientes para ser considerado como un disco de death metal. Tratándose del Maestro, siempre lleva sus proyectos a niveles que están más allá de nuestros parámetros.  La estructura básica del disco es el death, partiendo de los riffs y por supuesto de la parte vocal. Todos sabemos que el Dan es un fan de los sintetizadores y de la música de los ochenta, ambos elementos se fusionan con el death metal, para dar origen a este extraño híbrido, la torre de la luna!


9. Cannibal Corpse - The bleeding (1994)


Para mi este es el mejor disco de estos oriundos de Buffalo, y creo además que después de la partida del Chris Barnes, les costó mucho sacar un disco que este a este nivel. Es sumamente técnico, intrincado, brutal pero además melódico, cosa rara en una banda de este estilo. Realmente me encantan las violas, el bajo descomunal, al igual que la batería y bueno, el Chris cantando como una verdadera bestia. Uno de esos discos para la posteridad.  


8. Terrorizer - World downfall (1989)


Un disco esencial en la historia de la música extrema. Básicamente un proyecto con miembros latinos. Los miembros de Morbid Pete Sandoval y David Vincent unían fuerzas con Oscar García de Nausea, a quienes se uniría un joven violero, Jesse Pintado quien después de la grabación de este disco terminaría como violero de Napalm Death. Un disco seminal tanto para el grindcore como para el death metal. Hoy por hoy, la Fear of Napalm es un himno y un clásico en la historia del metal.


7. Edge of Sanity - The spectral sorrows (1993)


Desde hace ya buen tiempo, el Dan Swanö es uno de los músicos más prolíficos de la escena escandinava. Con esta banda empezaba otra historia. A diferencia de sus contemporáneos, Swanö siempre les ha dado a sus bandas y proyectos un sello distintivo. Esta no es la excepción, este tercer disco de la banda tiene un brillo especial. Si bien mantiene la brutalidad y la dureza típica del death, tiene otro aire, es muy diferente a otros discos contemporáneos… lleva la firma del Maestro.  


6. Cynic - Focus (1993)


Uno de los mayores exponentes del death metal de Florida. Uno de mis discos favoritos siempre. Paul Masvidal, es uno de los músicos vanguardistas de su época, no por nada él y Sean Reinert fueron parte de uno de los mejores discos de Death, acompañando al gran Chuck. Un disco atípico para su época, una fusión con el jazz y letras con un tinte induista. El disco que llevó el death metal a otro nivel de conciencia.  


5. Entombed - Wolverine Blues (1997)


Sin ninguna discusión, Entombed es una de las bandas más importantes e influyentes, no solo en Suecia sino también a nivel mundial. Una de las bandas precursoras del death metal de Estocolmo, que tan bien fue moldeando Tomas Skogsberg. Este es a su vez, un disco de transición. Es pesado, intenso, un death metal crudo, pero con una fuerte base rock and rollera, que daría a la larga las pautas para la expansión de otros estilos musicales. Para mí, el mejor disco de Entombed y uno de mis discos de la vida.


4. Amorphis - Tales from the thousand lakes (1994)


Uno de los mejores discos de death metal finlandés. Un disco que abría el paraguas musical de esta banda. Riffs sólidos y pesados, alternados con voces guturales y brutales y claro, esas teclas maravillosas que hasta el día de hoy se extrañan. Un excelente disco, al que prácticamente no le sobra ni le falta nada. 


3. Dismember - Massive killing capacity (1995)


Al igual que Carnage, Nihilist o Entombed, Dismember es una banda fundamental en la construcción del death metal sueco. Este su tercer disco, es un tanto diferente respecto a los dos anteriores discos, es mucho más técnico y melódico. De principio a fin es riff tras riff, alternando con solos a cual mejor, un excelente trabajo de David Blomqvist. Una obra maestra del death metal sueco.


2. Carcass - Wake up and smell the... (1996)


Soy consciente que con este disco estoy haciendo trampa. También sé que, si tendría que elegir al disco más representativo de estos ingleses, elegiría al Heartwork. Sin embargo, elegí este disco que, si bien llega a ser un compilado, tiene mucho del material inédito y además representativo de este trío de Liverpool. Lo más interesante es que tenía el ultimo material que habían grabado después del Swansong, material que hasta el día de hoy es clásico en su discografía. Carcass ha sido una banda que ha ido evolucionando disco a disco, y a la vez, siempre dando la pauta. Y este disco es eso, un resumen de la carrera de estos dioses del death metal.


1.    Death - Spiritual healing (1990)


Sin lugar a dudas, Chuck Schuldiner fue uno de los grandes genios musicales de todos los tiempos, no por nada fue uno de los precursores del género al cual le rendimos este homenaje. Chuck, siempre estuvo un paso más allá, rodeándose además de los mejores músicos de su generación, para dar vida a sus discos. Se que posiblemente Death tiene discos más avanzados y elaborados que este, pero el Spiritual tiene una particularidad, para mí simplemente es la síntesis y la esencia más pura del death. Para mí, es así como debe sonar un disco de death metal!!!.    



lunes, 16 de octubre de 2017

Top Death Metal (George)



Armar estas listas nunca es una tarea sencilla, hay que desempolvar discos, asignarles un orden y al final nos damos cuenta que muchas cosas quedaron fuera, que tal vez no fuimos justos con muchas bandas; el resultado no siempre es el esperando. Es frustrante, pero es parte del ejercicio: recopilar, escuchar, compartir. Más que cualquier otro género, el death es mi conexión con el metal. Hubo un tiempo el cual todo lo demás me parecían mariconadas, hubo un tiempo en el cual también me olvidé que ahí, en esa furia primigenia, se esconde mi esencia. Hubo un tiempo de ensueños y hay un tiempo para el recuerdo.   

20. Nile - In Their Darkened Shrines (2002)



Cuando descubrí este disco ya me había alejado del metal, persiguiendo un sueño bohemio, me perdí en el camino y olvidé quien era. Fue mi hermano, que ese momento estaba en plena exploración metalera, que me pasó una copia. Creo que Nile es una banda infravalorada, y tienen muy buenos álbumes, un gran despliegue técnico, letras muy interesantes. Yo me quedo con este disco, pues después de años de haber explorado música y de haber escuchado las mismas cosas una y otra vez, me sentí muy cómodo con esta brutalidad. El álbum en sí es extraordinario, me gustó mucho el concepto, la forma como las canciones van progresando. La canción epónima, es realmente una obra maestra. 

19. Beyond Creation – Earthborn Evolution (2014)



Esto es una monstruosidad de principio a fin, realmente me dejó muy impresionado. Yo creo que es un salto cualitativo en el death, puede ser exagerado de mi parte, pero creo que todas las canciones brillan de una manera muy distinta al típico sonido del género. Hay algo realmente innovador, una vertiente que podría generar muchas cosas; espero que la banda no se estanque, pues promete mucho. Algo que valoro del tiempo en el cual vivimos, es que las fronteras musicales se han diluido casi por completo. Hasta hace algunos años reinaba un conservadurismo arcaico en el apacible mundo del metal. La olea progresiva lo cambió todo, ya que recaba los mejores elementos de géneros muy diversos, para crear algo nuevo. Es la era de la diversidad y no lo podemos negar. 

18 Origin – Antithesis (2008)



El arte no sería tal si una pizca de pedantería, de arrogancia intelectual; y la música parece ir en esa dirección, más complejo y rebuscado, pero también más hermético. Produce bodrios ininteligibles, es cierto; sin embargo, los tiempos de la simplicidad ingenua creo que quedaron atrás. Yo creo que este disco muestra muy bien la evolución del death en los dosmil, controvertido, cínico, demasiado técnico y a ratos caótico; como alguien lo dijo por ahí, es una gema moderna, tal y como debería sonar el género, en un nuevo contexto impregnado de la oleada progresista. Estamos en otra etapa y no podemos seguir pensando que las bandas van a seguir estancadas en un sonido anacrónico. Origin, es una banda muy sólida en la escena metalera y uno de los grandes pilares del sonido contemporáneo. 

17. Krisium – Conquerors of Armageddon (2000)



Simple y pura brutalidad. Siempre me han gustado las bandas ruidosas y cuando me topé con el death todo lo demás me parecía bastante suave y casi inaudible. Eran los tiempos de lo extremo y cuando descubría, una banda la escuchaba hasta el cansancio; hasta que los oídos sangren. En ese entonces estaba convencido que en el metal no había cabida para melodías ni mucho menos para teclados ni armonías vocales que no fueran guturales. Era un purista fanático, despreciando todo aquello que no entendía. Con todo, este es un disco que disfruto y si bien he tomado distancia con la banda, siempre vuelvo a mis raíces, aquello que moldeó mi forma de hacer y de obrar. 

16. Cryptopsy – None So Vile (1996)



Yo creo firmemente que este disco marcó su época. En un momento en el cual el estilo se está definiendo, este álbum marca su propio hito, es una de las piedras fundamentales de la vertiente técnica. Un antecedente del cual surgirán muchas bandas. El death, es estructura, es técnica y es un método. La velocidad es un aliciente y en el centro de toda la composición está la batería. Como un viejo baterista frustrado, es una de las cosas que realmente me dejaban perplejo, pues no podía entender como un ser humano podía memorizar todas esas partes. Música de otra dimensión, de otra realidad; es un disco que muestra bien todo el potencial de la banda y del género.  

15. Gorguts – Colored Sands (2013)



Monstruo sagrado, ícono de una era; es difícil escoger un disco porque Gorguts lo ha demostrado un sinfín de veces, es una de las mejores bandas de la escena metalera. Este álbum fue una sorpresa, el regreso de una leyenda que parecía muerta y fue demoledor. El disco inaugura una nueva etapa y muestra bien que la banda no ha perdido relevancia, puede encajar en la escena de los años dosmil. Rebasó todas mis expectativas y fue a posicionarse firmemente en el top de ese año, con justa razón. La placa provocó sus controversias y no podía ser de otra manera; hay que ser claros al respecto; la banda tuvo su época clásica, pero la fuerza creativa es Lemay, es su proyecto. Yo creo que el disco está muy bien logrado y renueva mis expectativas de la banda, eso sin hablar del EP que salió el 2016 y que fue otra bestialidad. 

14. Septicflesh – The Great Mass (2011)



Igual, difícil escoger un disco; de gustos nada está escrito y éste es el que más disfruto, el que más escucho, después de todo y es complicado explicar el porqué. Esta banda la descubrí tarde, cuando salió el Titan, disco que no fue muy bien acogido por la crítica. En ese momento me encontraba ya receptivo a las fusiones y la verdad es que, la idea de hacer death metal sinfónico, me pareció grandiosa. Y lo que destaca, es el trabajo de los arreglos, la orquesta suena muy bien. Creo que ambas partes se complementan a la perfección. Soy un aficionado de la música clásica y también de la violencia psicótica, y creo que ambos mundos pueden convivir. Algo que realmente sobresale, frente a otros trabajos sinfónicos, que simplemente adornan el sonido, como lo harían unos teclados de fondo, es que la orquesta tiene un papel protagónico, es parte de la estructura orgánica de la banda. 
  

13. Obituary – Slowly we Rot (1989) 



Banda controvertida, sin duda, pero es uno de los pilares del género y no hay quien lo pueda negar. También es un disco cliché en las listas metaleras, no es mi preferido de Obituary, aunque desde el inicio crea una atmósfera muy peculiar y creo que la diferencia fundamental con otras bandas es la voz, que le da un sonido de muy propio. Adoro la manera como John Tardy canta, es cierto también que frente a otras bandas Obituary tiene un sonido más plano. En el fondo creo que es una banda bastante accesible y creo que por eso mismo me gusta, encajaba bien en el ideario musical que tenía a principios de los noventa; es el sonido que ha acompañado gran parte de mi adolescencia y al cual siempre vuelvo.  

12. Obscura – Cosmogenesis (2009)



Obscura, desde un inicio se posiciona como una de las mejores bandas de technical death metal. Algo que me llamó la atención, pues nunca había escuchado algo así, es la presencia dominante del bajo. Quedé agradablemente sorprendido y me volví fan de la banda. Este fue el primer disco que escuché, en un momento en el cual hacía las paces con el metal más extremo, y es un disco que disfruto mucho. A raíz de este descubrimiento, comencé a explorar más bandas y todo un universo se abrió ante mis ojos, pues algo que no había tomado en cuenta hasta ese momento, era la existencia un death metal progresivo. Obscura es una de mis bandas favoritas, muy anclado a un momento de mi vida, a una etapa de reconciliación, por ello, una lista es una experiencia muy subjetiva.     

11. Vader – Welcome to the Morbid Reich (2011)



Banda de renombrada trayectoria, Vader es ya un sinónimo de brutalidad y es el tipo de death que me gusta escuchar, salvaje y corrosivo. Yo creo firmemente que es este álbum es un punto muy alto en la carrera de la banda, seguido muy de cerca por el Litany que es otro disco fenomenal. Una de las críticas usuales, es que el género es demasiado plano y es cierto que escuchar puro death metal, es bastante aburrido. Pero lo mismo podemos decir de cualquier estilo de música. Yo me hastío fácilmente y me gusta explorar, pero Vader tiene una forma de componer que encaja muy bien con mi trajín cotidiano, me acompaña en esos momentos difíciles. Es un disco denso y muy oscuro, pese a ese semblante caótico, cada instrumento destaca y brilla por su propia cuenta, por lo que hay que destacar el trabajo de producción. Suena muy bien, tanto así que da la impresión de envolver a quien lo escucha y oprimirlo hasta la locura. 

10. Amorphis – Elegy (1996)



Es una de las bandas más representativas de la escena noventera, una de las más influyentes también, pioneros en su estilo, tienen un sonido tan característico que es inconfundible. Pero cuando hablamos de leyendas, es muy difícil escoger un disco, más aún en el caso de Amorphis, que tiene diferentes etapas y cambios cruciales. El Elegy es un disco que siempre me ha gustado, y por mucho tiempo fue el único disco de Amorphis atiborrado en mi alcoba. Algo que siempre me ha gustado, son los aspectos melódicos que rompen con el canon. Abrieron las puertas otros imaginarios musicales, pues demostraron que lo melódico puede encajar en el metal. En un momento, en el cual se repudiaban las fusiones y se buscaban riffs agresivos, el Elegy rompe con todo lo que conocíamos o lo que pretendíamos conocer. Realmente fue un momento glorioso y punto destacado en la historia del metal; muy pocos pueden decir, que tuvieron la osadía de romper un paradigma.

9. Dismember - Like An Everflowing Stream (1991)



Aquí ya entramos en los pesos pesados del death, y Dismember marcó su época, fue la banda que redefinió el sonido sueco, el blast beat asociado a este tipo de death. Para mi este es el disco perfecto a nivel musical; es la banda que inspiró a toda una generación y una corriente, el metal extremo en Suecia. Override of the Overture, es una obra maestra al igual In Death's Sleep y Dismembered, contiene todo el ideario musical y lírico de la banda. Yo creo que es un punto culminante de una etapa en el metal. Después de una década de agresión, los noventa comienzan con una fuerza devastadora, llevando lo extremo a sus propios límites, la reinvención del género. Si el thrash, dominó los ochentas, el death lo haría en los noventa. Y este es un disco que nunca deja de sorprenderme, por más que lo haya escuchado cientos de veces, sigo encontrando pequeños detalles, y no deja de sorprenderme lo bien que suena un cuarto de siglo después.   


8. Deicide – Legion (1992)



Al igual que Obituary, esta banda me acompañó gran parte de mi adolescencia; este y el primer disco, los tenía grabados en un cassette y les daba duro todo el día. Es el death que descubrí muy temprano, el sonido gringo, más denso y no tan crudo como el nórdico, accesible en los bordes. En ese momento repudiaba al heavy, salvo algunas excepciones, y odiaba el power, de hecho, creo que lo sigo haciendo, en mi mente estrecha solo era posible escuchar voces guturales y Benton es uno de mis vocalistas favoritos. Otro aspecto que siempre he destacado en esta banda son las letras, en ese momento estaba en plena rebelión y odio hacia la religión, los albores de mi ateísmo militante. En el death, se habla mucho de sangre, de necrofilia, asesinatos, muertes violentas, mientras que Benton grita en el micrófono su aversión por dios, ese ser miserable, embustero y pusilánime. Es una reflexión muy similar a las que yo tenía. Me gusta esa irreverencia y ese nivel de blasfemia.    


7. Autopsy – Mental Funeral (1991)



Este es uno de los mejores discos de metal a secas, no entró en mi top, porque lo encontré tarde y no lo escuché tanto como otros discos de ese periodo, pero realmente es un opus magnus, tiene un sonido muy diferente a lo que se hacía entonces, aunque conserva los rudimentos esenciales: lo brutalmente sangriento. Es parte de esa narrativa, el imaginario gore, que dará paso a cosas muy retorcidas y repugnantes, siendo componentes esenciales del death. En todo caso, Autopsy estaba en otro lado y sonaba diferente, es por eso que este disco despunta, es casi una anomalía.
       

6. Carcass - Symphonies Of Sickness (1989)



Carcass es una pieza crucial en el metal, también es una de las bandas pioneras, uno de los pilares de un género en desarrollo. Hay algo en Carcass que ya mostraba una fuerza bruta inusual; es muy diferente al sonido que se establecerá como canónico. Yo creo que es la banda que enlaza bien en sonido de finales los ochenta, con la escena metalera emergente. La banda puso en evidencia, ese imaginario gore; por mucho tiempo se dijo que eran médicos por la precisión de sus letras y por la peculiaridad de sus portadas. El metal es eso, tiene que provocar un impacto; y si el thrash estaba más asociado con la fiesta y las borracheras, el death explora algo más mórbido, el olor de la carne podrida. A mi entender, de las parafilias, una de las más extremas y enfermizas, es la necrofilia, esa obsesión por la carne podrida, es lo peor que puedo concebir. Es la decadencia humana en toda su gloria y creo que este disco establece una interesante reflexión al respecto. El centro de la narrativa es el ser humano como enfermedad. 

5. Opeth – Still Life (1999)



Estoy absolutamente convencido que esta banda lo cambió todo, pues logra incorporar de manera sublime, los elementos progresivos, dando un giro irreversible. Este álbum, cierra la primera etapa de la banda, es el disco de transición y fue sin duda alguna su trabajo más interesante hasta ese momento. La historia, las atmósferas, los elementos melódicos, todo es absolutamente grandioso y sublime. Es un universo per se, y es menester explorarlo, lentamente, descifrar la complejidad de cada canción, imbuirse de ese misticismo siniestro. Debo admitir también, que este disco no es el que más escucho, pero es uno de los más importantes en la carrera de la banda y por eso lo destaco.
   

4. Death – Symbolic (1995) 



Creo que este disco si merecía entrar en el top del metal, porque también fue muy importante en mi vida. En el caso de Death, es un muy difícil escoger un disco, es una de las pocas bandas que tiene una discografía perfecta y me enganchó de inicio con este monumental trabajo. No deja de ser una de las pérdidas más trágicas en la música contemporánea, Schuldiner todavía tenía mucho que ofrecer, como compositor y guitarrista. El sonido de su instrumento es una de las características más emblemáticas del género, el Scream Bloody Gore, es la piedra inaugural sobre la cual se sustenta y fundamente el metal extremo de principios de los noventa. Realmente es una banda icónica, colosal, representativa de un momento. Yo me quedo con este disco porque es el que más escucho. 

3. Morbid Angel – Covenant (1993)



Los tres primeros discos de Morbid Angel, son clásicos indiscutibles; fue también una de las bandas más influyentes, también ayudó a consolidar esa imagen blasfema en el metal. A mi parecer, los tres primeros discos se equivalen, los tres son descomunales, monstruosos. Es el mejor momento de la banda; el Covenant cierra esa etapa, después la banda tomó otros rumbos, más discutibles y polémicos. Al igual que Obituary y Deicide, Morbid Angel, es parte de esas bandas que escuchaba sin parar, fue esencial en mi desarrollo musical.

2. Cannibal Corpse – Tomb of the Mutilated (1992) 



Cannibal, es la banda que mostró por primera vez lo que era el metal extremo. La portada del Eaten Back To Life, es lo bastante explícita, tenía once años cuando la vi por primera vez y fue lo más violento que había visto hasta ese momento. Al igual que en los casos anteriores, escoger un disco es bastante complicado; la primera parte de Cannibal, los cuatro primeros trabajos, me parece la mejor, la más relevante, después caen en la banalidad. Es cierto también, que a posteriori no suena tan brutal y salvaje como yo recordaba, pero este disco marcó mi vida. Cada canción es una joya de por sí y creo que es el disco más violento que tienen . Había que tener agallas para escribir una canción como Necropedophile o Addicted to Vaginal Skin o I Cum Blood, eso era lo extremo, eso era el metal, lo demás eran chiquilladas y babosadas. 

1. Bloodbath – Resurrection Through Carnage (2002)



Este fue un proyecto que surgió de una borrachera y de una broma: armar una banda tributo al death metal sueco; es su momento reunió a la crema y nata del metal nórdico, y funcionó muy bien. Yo descubrí este disco el 2005, justo cuando comienzo a interesarme seriamente en Opeth, y el sonido plasmado me trajo una oleada de recuerdos: es así como debe sonar el metal, la distorsión sucia en las guitarras, el blast beat, las voces guturales. De los todos los vocalistas de death, Åkerfeldt, es mi favorito. Esto bastó para moverme el piso, para retomar mi interés por lo extremo y hacer las paces con un viejo amigo; por pedantería intelectual me enemisté con el metal, pero es parte de las raíces más profundas de lo que soy. Este disco es demasiado colosal, como para pasar desapercibido, es una oda a la brutalidad y por eso siempre será uno de mis favoritos.