martes, 28 de junio de 2011
Mastodon - Deathbound (Video)
martes, 21 de junio de 2011
Cavalera Conspiracy – Blunt Force Trauma (2011)
Muchos auguraron que Cavalera Conspiracy sería un interludio, pero el segundo disco confirma que se trata de una banda y no solo un excurso musical; es un proyecto sólido que reaviva la nostalgia de todos aquellos que crecimos escuchando Sepultura. El nuevo disco, Blunt Force Trauma, también trae un DVD en vivo con un setlist muy interesante equilibrando los clásicos de Sepultura con las joyas del Inflikted, pasé un buen momento reavivando mi pasión por Sepultura y luego me adentré en el disco. La primera vez que lo escuché fue una decepción, me pareció que no era tan bueno como su predecesor; pero después de haberlo escuchado más detenidamente replantee mi perspectiva. Es un buen disco, tiene grandes momentos de agresividad descontrolada, yo destaco temas como Killing Inside, I Speak Hate, Genghis Khan y Blunt Force Trauma, el resto no es malo, las canciones son rápidas y pesadas sin experimentaciones grotescas o arreglos rebuscados, tiene un sonido crudo y sin concesiones, pero ya sin el efecto de sorpresa que me causó el Inflikted.
Francamente yo no tenía muchas expectativas, con una portada horrible y un packing poco trabajado no era el disco más atractivo del mundo, lo compré sobre todo por era un hito histórico y quedé impactado. El Blunt Force Trauma es más crudo, más hardcore y por eso suena un poco más repetitivo, el Inflikted tiene una chispa más creativa, más innovadora, es más arriesgado y por eso es más eficaz. No obstante, el hecho es que los hermanos Cavalera nuevamente están haciendo música juntos, han sacado dos discos bestiales y esperemos que saquen más. Hoy en día parece difícil una reunión del line-up clásico de Sepultura, y creo que es mejor así Andreas Kisser y Paulo Jr. llevaron a la banda por una experimentación musical incompatible con el estilo de Max e Igor, Soulfly es una banda excelente pero nunca fue una de mis favoritas, por eso tengo muchas esperanzas en Cavalera Conspiracy, es la banda que puede retomar la grandeza que alguna vez ostentó Sepultura.
domingo, 19 de junio de 2011
Nachtmystium: Black Meddle I: Assassins (2008)
Esta es una declaración textual que Blake Judd realizó para Deaf Sparrow Zine, misma que me parece muy apropiada para contextualizar y entender los diferentes componentes que forman parte de esta obra.
Por fin y después de muchos meses de giros y cambios de dirección, presento a todos ustedes una revisión del primero de los dos discos que forman parte del Black Meddle. Dos discos angulares en la carrera de Nachmystium e indudablemente, esenciales dentro de toda la movida extrema de norte americana.
Originarios de DeKalb, Illinois, Nachtmystium banda liderada por Blake Judd, lleva tocando casi desde el año 2000. Luego de varios splits, lanzan en el año 2002 su primer LP: Reign of the Malicious, al cual siguió Demise del 2004, Elogy IV un EP del 2004 y finalmente el Instinct: Decay del 2006.
Los primeros trabajos pueden considerarse como trabajos enmarcados dentro del Black Metal estándar, los cuales según Judd, fueron “un intento mediocre de tratar de sonar como Darkthrone o Burzum”. El disco de transición y en realidad de partida para este viaje, es indudablemente el Instict, en el cual ya se nota el cambio de rumbo y orientación en el sonido de la banda. En muchas de las entrevistas de este periodo, Judd reconoce haber incorporado en este disco algunas influencias de bandas de los setentas como los Doors y principalmente de Pink Floyd. Incluso, yo me animaría a decir que en cortes como la inicial Instinct hay alguna influencia de Alan Parsons o por su parte la Decay, fluye en una onda tirada al Tales from topographic oceans de Yes.
Como antecedente, resulta muy interesante la entrevista realizada a Blake Judd por Unholy Domine en el 2007. En aquel entonces, el líder de la banda sostenía abiertamente que “le gustaba el Black Metal, pero que simplemente se aburrió de él”. También hacía referencia a su afición por la música psicodélica y en este sentido mencionaba una vez más la influencia de Pink Floyd: “Nosotros tenemos una gran influencia de Pink Floyd, lo cual es genial, ya que esto nos da la libertad para ser pioneros y recorrer caminos que hasta ahora nadie ha recorrido”.
Verdaderamente, este es el punto de partida de esta revisión y he ahí los conceptos e ideas que pasaban por la cabeza de Judd, que dieron origen este disco. En este sentido y para tener una idea más cabal de lo que estamos hablando, debemos por lo menos asomarnos muy por encima a lo que fue la obra de Pink Floyd y la importancia de ella en el devenir del Black Meddle.
En el año 1971, Pink Floyd lanzó su quinto disco oficial en estudio: Meddle. Considerado para muchos, como el disco de transición de esta banda. Entendida como una evolución del rock psicodélico errático de los primeros años, hacia un rock experimental más estructurado.
Este disco resulta ser además un trabajo bastante representativo por varias razones. Primero, por ser el primer disco en el que David Gilmour empieza a dar muestras de su talento como guitarrista y compositor; segundo, por ser el primer disco en el cual es ya palpable la complementariedad vocal e instrumental entre Gilmour y Rick Wright y; finalmente, por ser el disco en el cual se define el estilo y el camino que tomaría Floyd en sus trabajos posteriores: Echoes es la canción que define todos estos conceptos.
Luego de este disco, el resto es ya es historia, dos años después Pink Floyd se consagraría con el Darkside of de Moon, al cual seguirían Wish you where here, Animals y finalmente The Wall, el disco que cierra todo este período.
Una idea presente en todos estos discos, fue la figura de Syd Barrett y de como ese “brillante” puedo llegar a brillar en la locura. Una idea repetida, que posiblemente trataba de mostrar ese mundo caótico, psicodélico, decadente, además solitario y terrible de las drogas, pero desde la perspectiva del observador pasivo, que veía como lentamente un amigo entrañable iba perdiéndose cada vez más en este mundo de lúcida locura. Esta idea es fundamental en el desarrollo del Black Meddle como veremos más adelante.
Volviendo a lo nuestro, luego del Instinct: decay, Nachtmystium pasó por una serie de cambios en la alineación, hasta que por fin Blake Judd consiguió consolidar el núcleo con el cual entró al estudio para trabajar en el próximo álbum.
Este grupo estuvo conformado por un selecto grupo, posiblemente, los músicos más sobresalientes de la escena de Chicago, como Jeff Wilson en las guitarras, quien ya había trabajado en el Instinct; Sandford Parker en los teclados y sintetizadores, también conocido por su trabajo con Minsk y Circle of animals; Tony Laureano en la batería, con una trayectoria impresionante como baterista de Acheron, Malevolent Creation, Brujeria o Skeletonwitch; Zion Meagher en el bajo, también conocido por su trabajo junto a Disinter y finalmente, Chris "Professor" Black (Dawnbringer) como productor, letrista y colaborador arreglista.
Este es el punto de quiebre para Nachtmystium. En este disco, Blake Judd y compañía, dieron rienda suelta a su creatividad, aventurándose a explorar con nuevos sonidos, lo que realmente marcó la diferencia con respecto al resto de las bandas contemporáneas. Assassins llevó la música extrema norte americana a otro nivel. El híbrido resultante fue una amalgama de sonidos, desde el black más ortodoxo, pasando por el atmosférico, por el rock espacial, lo experimental y terminando en lo psicodélico. No por nada en alguna revisión, este disco fue etiquetado como “black-delic”. Etiqueta que en lo personal, define a la perfección lo que es este disco.
Es en este punto en el que cobra vida la influencia del Meddle de Pink Floyd. Abre el disco One of these nights (que genial analogía con One of these days, tema que abre el Meddle de Floyd), una introducción impresionante que da paso a la Assassins, un verdadero himno de la banda y estoy seguro que también para toda la escena black metalera de Chicago.
La parte final de Assassins, es otro viaje por rumbos turbulentos, nos encontramos ante una especie de space-black. Stanford Parker nos devuelve a ese space-rock psicodélico tan característico de los primeros trabajos de Floyd. La batería de Laureano es impresionante, alternando a la perfección partes blacks muy intensas, con unos ritmos punkeros a toda marcha.
Otro de los puntos altos del disco es Code Negative, un tema muy intenso, pero a la vez melancólico, en la que la oscuridad se va apoderando de tu alma. En este corte resalta el valiosísimo aporte de N. Imperial (también miembro de Imperial y Twilight), aportando unas voces oscuras, susurrantes, casi etéreas. El trabajo de Laureano nuevamente impecable, con una soltura y contundencia que hacen honor a su nombre, bien ganado a punta de contundencia y brutalidad.
Resulta fundamental mencionar los últimos tres cortes del disco, en realidad concebidos como una sola canción dividida en tres partes. Aquí nuevamente se hacen presentes las ideas que utilizaba Floyd, separando canciones largas en diferentes partes. La primera de ellas, Seasick (Part 1: Drowned at dusk), una introducción triste pero a la vez muy emotiva, con unos solos de guitarra realmente elocuentes, los cuales corren a cargo de otro invitado, Matt Johnsen (Dawnbringer).
Seasick (Part 2: Oceanborne), es la canción quiebre del disco, es simplemente rock interpretado con una soltura y calidad realmente fuera de serie. Resalta en este corte las líneas de saxo interpretadas por un gran amigo de la banda, Bruce Lamont, también conocido por su trabajo en Yakuza, otra banda de la escena de Chicago.
Según declaraciones del propio Blake, la idea de incorporar saxos en esta canción, provenían precisamente de la idea de hacer algo parecido a lo que años atrás había hecho Floyd en discos como el Darkside o el Wish. Y la idea plasmada en este corte, cumplió de sobremanera con lo esperado.
Seasick (Part 3: Silent sunrise), es el corte que cierra el disco. Un tema emotivo, sereno, pero a las vez melancólico y desgarrador. Esta es la esencia del Black Meddle!!!
La duda que tengo hasta ahora, es si precisamente esta canción Seasick, guarda alguna relación conceptual con la Echoes del Meddle, tema que precisamente tiene al mar o al océano como parte de su estética y colectivo. Lo que sí es curioso y bueno, depende también de la perspectiva de cada uno como oyente, la Echoes, puede que esté dividida precisamente en tres partes. ¿Será esta una simple casualidad o un intento premeditado por evocar esta canción desde una perspectiva más oscura?.
Ahora, posiblemente el tema de fondo en este disco, es el debate y la lucha interna de Blake con las drogas fuertes, principalmente la heroína. A lo largo del disco, Chris Black es el encargado de introducirnos en este mundo caótico y decadente. Es precisamente en este punto, en el que Nachtmystium retoma el tema de las drogas, como lo hizo Floyd respecto a Syd Barrett, pero no desde la perspectiva del observador pasivo y en tercera persona que ve el problema desde afuera, sino todo lo contrario, una observación en primera persona y desde adentro. El tema es polémico y controversial, y aunque este es parte del hilo conductor de este disco, prefiero no entrar en más detalle. Que cada uno saque sus propias conclusiones.
Que más les puedo decir, las palabras sobran. Assassins es por demás una obra maestra, un trabajo conceptual llevado al extremo. Un disco que en cierta medida re posicionó al metal extremo norte americano a nivel mundial, a la vez de consolidar definitivamente los cimientos y el sonido de la escena de Chicago. Por demás, el disco definitivo en la carrera de Blake Judd.
sábado, 18 de junio de 2011
The Atlas Moth – A glorified piece of blue sky (2009)
Si bien este es un disco que ya tiene unos cuantos años, vale pena tenerlo en cuenta. Este es el primer larga duración de la banda, mismo que podría ser fácilmente considerado como uno de los mejores discos de los últimos años dentro de la música vanguardista norteamericana y no por nada, haber posicionado a The Atlas Moth como una de las bandas “peso pesado” de la escena extrema de Chicago.
Describir el sonido de este disco resulta un poco complicado. El sonido oscila entre el black, el sludge, el post-metal, algo de industrial y claro está, todo el componente experimental psicodélico que es el que en definitiva, le da la cohesión a todo el disco.
Concuerdo plenamente con algunas revisiones, que sugieren que el sonido de este disco tiene algo de Nachtmystium, Neurosis, Isis, Mastodon o Minsk, pero en lo concreto con una identidad propia: The Atlas Moth. El resultado de todas estas influencia es un sonido bastante peculiar, una especie de post-Black electrónico muy experimental, a veces estridente, principalmente por la parte vocal, pero con una base totalmente armónica, rítmica y muy bien lograda. Creo que una buena parte del éxito de este disco se debe al extraordinario trabajo en la parte de los sintetizadores, que son los que en definitiva, crean toda esa maraña sonora, que le da la textura y el pulso al disco.
“A night in Venus´s arms…”, abre el disco con una intro hipnótica, algo así como un space-industrial, que da paso a un riff bien tirado al post-rock. Repentinamente, emergen las sombras para quebrar toda esa tensión superficial. Y el viaje comienza.
Luego de este brutal indicio, la banda nos conduce por pasajes densos, turbulentos, oscuros, además espaciales y muy surrealistas. Como que resulta un poco chocante al principio. El sonido no es muy fácilmente digerible en un comienzo, sin embargo, conforme la música va fluyendo uno se da cuenta que está totalmente inmerso en el universo de The Atlas Moth, glorificando una parte del cielo azul. Textualmente, la música te va atrapando el alma y termina carcomiéndola y devorándola.
Puntos altos del disco son Our sun, our savior, One amongst the wheat fields, Jump room to Orion o ...Leads to a lifetime on Mercury. Son prácticamente un viaje sin límites por la locura del universo!!!
Un disco que debe ser tomado en cuenta como referencia obligatoria para comprender lo que está sucediendo actualmente dentro de la escena de Chicago. Y ojo, con The Atlas Moth, una banda con mucho potencial y talento, que seguro dará mucho de que hablar en un tiempo no muy lejano.
jueves, 16 de junio de 2011
Valborg – Barbarian (2011)
El nuevo disco de estos músicos alemanes, los cuales fueron anteriormente revisados en diferentes facetas y ahora como Valborg, contiene material sumamente cualitativo. “Barbarian” se levanta junto a álbumes como “Glorification of Pain” del 2009 y el excelente “Crown of Sorrow” del año pasado; testificando la perspectiva de la banda tanto musical, como vivencial. Musicalmente, Valborg siempre ha sabido presentarse como una banda a la que el género le importa poco, y la experimentación se sobrepone en sus composiciones.
Teniendo siempre a la vista un parámetro, solo de referencia, más ligado al death como suficiente asidero, la banda constantemente busca variaciones dentro de sus discos. No está demás decir que siento una fuerte ligazón con estos músicos, debido a que cada proyecto que fueron elaborando con Island, Woburn House, Klabautamann y los propios Valborg, me ha causado una impresión duradera y sumamente satisfactoria.
Este “Barbarian” tiene características más sutiles, melódicas y acústicas que sus predecesores, sin dejar de ser otro sombrío, gris y estupendo álbum. Tanto la calma, la dureza, como la experimentación que proponen estos músicos están cabalmente distribuidos en cada canción. Sería imposible no nombrar a Celtic Frost como un punto a ser revisado constantemente a lo largo de sus canciones; sin embargo, Valborg va mucho más allá. Cada una de las canciones tiene un aliento particular, creando su propio espacio sonoro. De hecho el mismo Tom G. Warrior en una entrevista comentó lo siguiente cuando los vio en vivo: "Lo que vi en el escenario fue una absoluta revelación. En mi percepción subjetiva era una mezcla peculiar entre Nirvana y Hellhammer. Me paré al lado del escenario mientras escuchaba la banda diciéndome a mi mismo: ‘Esto es una locura’” (traducción del autor. metal.de, 10.10.2010)
Entre los principales temas, Astral Kingdom actúa como una primera fuerza, Battlefield of Souls, Towering Clouds y Phlegethonian Stream son canciones elaboradas con la misma idea concreta de todo el álbum, procesos densos lo suficientemente lentos como para obligar al oyente a prestar atención y así, dejarse llevar. Mientras que Samantha Alive es una de las mejores canciones que esta banda ha compuesto hasta el día de hoy, debido a lo diferente que puede sonar el repertorio, una canción que sale del contexto general para brillar por sí sola.
En definitiva, “Barbarian” confirma la calidad de esta banda y sus músicos nuevamente. El disco continúa estableciendo el particular e inclasificable sonido de la banda, confirmando su extenso repertorio y su amplia capacidad de plasmar sus diferentes influencias en un solo sonido.
miércoles, 15 de junio de 2011
Thurisaz – The Cimmerian Years (2011)
1: Broken
2: My Precious Unknown
3: Second Mirror
4: No Regrets (con Paul Kuhr de Novembers Doom)
5: Fare Thee Well
6: The Carnival of Miscreation
7: Inner Voices
8: Unhealed (con Els Blieck de Inis Cathaigh)
9: A Glance of Misperception (con Thomas A.G. Jensen de Saturnus)
http://www.myspace.com/thurisazmusic
jueves, 2 de junio de 2011
Obscura – Omnivium (2011)
De hecho, en su momento ese disco me pareció un trabajo recontra brutal, muy técnico. En resumen, brutal death metal interpretado con una técnica magistral. Sin embargo el disco me pareció un poco repetitivo, por lo que gradualmente le fui perdiendo el interés y al final lo dejé en el olvido, como sucede muchas veces con estos discos cargados de adornos y arreglos, que al final terminan aburriéndonos.
A mediados de marzo de este año, la banda alemana liderada por el guitarrista Steffen Kummerer, lanzó su último trabajo: Omnivium.
La verdad que en un principio no tenía muchas expectativas al respecto, hasta que un día me di el trabajo de buscar este disco y darle una escuchada. La sorpresa fue enorme, además de grata y reconfortante. Como sucede con este tipo de discos, después de escucharlo por primera vez me pareció un muy buen disco pero nada más. Sin embargo ya me había dejado con ese gustito ahí dentro, por lo que una segunda escuchada era urgente.
Ahora, prácticamente este es uno de los discos que más escucho y no termino de alucinar. Definitivamente y tengan esto por seguro, desde ya, este disco está en los primeros lugares de mi lista de discos Top para este año. Con esto digo todo.
A diferencia del anterior disco, este Omnivium se nutre de toda la vena más clásica del death metal norte americano. Sé que esta apreciación puede ser un poco arriesgada, pero a lo largo del disco se respiran y sienten las influencias de bandas como Death, Atheist, Cynic y por supuesto de Morbid Angel, cuya influencia en este disco resulta más que evidente. Por otro lado, también pueden escucharse algunas influencias de bandas europeas como Opeth y por supuesto Pestilence.
Es que simplemente este es un disco alucinante. Cosmogenesis fue un disco de death metal brutal, Omnivium es eso y mucho más, es una evolución espectacular en el sonido de la banda. Es un abanico de facetas, sonidos y sensaciones. Un disco totalmente dinámico, con muchos matices, que hacen que este trabajo no sea para nada monótono ni aburrido. Es un disco que rompe totalmente con el paradigma que dice que el death metal es un tipo de música “lineal”.
El trabajo de las guitarras es simplemente magistral. Tanto Kummerer como Muenzner son guitarristas de ligas mayores, que han logrado traducir sus ideas e influencias de una manera brillante.
Estamos hablando de un death metal muy bien elaborado, en el que ambos guitarrista han logrado combinar a la perfección partes brutales, con partes melodías, progresivas, clásicas e incluso neoclásicas.
La parte vocal es otro punto alto del disco. Kummerer, intercala de una manera inteligente, voces guturales en algunos casos casi provenientes de la ultratumba, con voces (semi) limpias, con algunos pasajes con arreglos un tanto gregorianos que le dan un aire muy particular al disco.
El disco me parece brutal, de principio a fin, no hay un solo tema que no encaje o quede fuera de tono. Las nueve canciones que componen este disco, tienen su propia identidad. De hecho, daría toda la impresión que estos músicos, se han esforzado por dar a cada uno de los temas un sonido diferente, algunos más en la onda death metalera clásica, otros más progresivos o por el contrario, otros más cañeros con riffs más thrashers. Como decía al principio, este disco es un abanico de sonidos.
Prismal dawn es probablemente la joya del disco. Una intro acústica que da paso a unos riffs muy en la onda del Focus. Los riffs son fuertes y devastadores, y ni que decir de los solos… increíbles!!!. Y el trabajo de bajo de Thesseling una vez más formidable.
En conclusión, este es un excelente disco. Me animaría a decir que este es uno de los mejores discos de death metal de los últimos años y tampoco me sorprendería que a la larga este trabajo termine consagrándose como un clásico dentro del género.
Un disco altamente recomendado para todos aquellos que aprecian la buena música y por supuesto, un disco obligatorio y esencial para todos los fanáticos del buen death metal!!
miércoles, 1 de junio de 2011
Opeth revela el nombre, las canciones y la portada de su nuevo disco
Opeth, una de las bandas más grandes del metal progresivo y la favorita de su servidor, ha revelado que el nuevo álbum de la banda se llamará “Heritage” y saldrá a la venta el 20 de septiembre a través de Roadrunner Records. La banda también decidió mostrar la asombrosa portada del nuevo disco, creada por su amigo de mucho tiempo Travis Smith.
01. Heritage
02. The Devil's Orchard
03. I Feel The Dark
04. Slither
05. Nepenthe
06. Haxprocess
07. Famine
08. The Lines In My Hand
09. Folklore
10. Marrow Of The Earth
“Heritage” fue grabado este año en Atlantis Studios en Estocolmo Suecia, una vez más por Jens Bogren, y mezclado de nuevo por Steven Wilson.
Aquí en los abismos andinos, obviamente estaremos a la ansiosa espera!!!