Opeth es una de esas bandas míticas que ya no necesita presentación, nos ha legado discos extraordinarios que combinan con destreza y genialidad, la fuerza cruda del metal con la sutil delicadeza del rock progresivo. Ese equilibrio eficaz es sin duda su rasgo más distintivo y aunque sus raíces están profundamente arraigadas al death metal, la banda tuvo la suficiente capacidad creativa para reinventarse a sí misma, haciendo gala de una progresión casi intachable que desemboca con brío en el Heritage.
sagración musical; si bien el sonido se aleja de la imagen de la banda, es la continuación lógica del Watershed que ya había introducido elementos melódicos muy alejado del Opeth de los primero años. Sin duda el Heritage va un poco más lejos, introduciendo una gama musical totalmente nueva. Es un disco muy arriesgado, por la complejidad de las composiciones, por la cantidad de géneros que se entrecruzan y la predominancia de los teclados, inusual para una banda que se ha caracterizado por el sonido de sus guitarras.
que no es malo en sí, hasta el momento todos los discos de Opeth han sido increíbles, es una de esas pocas bandas que no tiene un disco malo y es más ni siquiera puedo escoger las mejores canciones para hacerme un “best of”, pues todas son excelentes. He escuchado a muchas bandas en mi vida, he explorado muchos géneros pero muy pocas veces he encontrando una banda de esta calidad. Desde el Orchid, pasando por el legendario Blackwater Park, hasta el Heritage, Opeth lo ha demostrado una y mil veces, es una de las bandas más influyentes del metal hoy en día, pero como las cosas no duran para siempre, hay que tener en cuenta que las trasmutación hacia el rock progresivo tal vez se consolide; en todo caso yo espero que sigan sacando más discos expandiendo las barreras que contienen su universo musical. Por cierto, mención especial para Slither, es una canción muy purplediana y mi favorita del disco.




