Presentamos un disco que si bien podría haber tenido una revisión hace ya varios meses, es recién ahora que se asienta, despues de una profunda investigación, además necesaria y suficiente, como para hablar de él como se debe. Un disco dedicado a la muerte, un disco que muestra de entrada todo el potencial que conlleva, y que con el tiempo finalmente puede ser comprendido a cabalidad. Por ello, más allá de una revisión musical, presentaremos en esta ocasión, una visión, que terminó siendo el resultando de un encuentro con nuestras raíces. Un disco, que como muy pocos, despertó la faceta más profunda de nuestro lado histórico y humano.
En este sentido, esta revisión demandó doble esfuerzo, primero por tratarse de la primera revisión trabajada de manera conjunta entre dos miembros del Abismo, y segundo, por ser un trabajo que trata de conciliar la faceta humana, con la faceta musical: La música y el concepto. Pocos discos han logrado causarnos sensaciones tan intensas y profundas como éste. Resulta difícil explicarlo, pero este disco tiene toda la magia y la mística de unos de esos discos predestinados a ser clásicos. Pareciera un disco destinado, a ser un heraldo de su tiempo. De ser el testigo, la prueba y la expresión máxima de una sociedad. De un pueblo y de su lucha por sus frustraciones y anhelos.
Antecedentes
Ya en el anterior disco, “
To the Nameless Dead”, A.A. Nemtheanga, el cerebro intelectual de
Primordial, nos había sorprendido con un discurso por demás crudo y trágico, en el cual nos presentaba y planteaba el tema de la guerra como el elemento central y principal móvil de la historia de la humanidad. Sobre la identidad de las naciones, de los territorios, de las herencias perdidas y sobre las culturas vencedoras y las asimiladas. Y una de la frase que se quedó grabada hasta el día de hoy y que posiblemente, la que mejor resume la esencia de aquel disco: ¿
Que sería de las naciones, sin sus pueblos y sin la gente que ha luchado y muerto, por aquellos territorios que creían suyos y además a los cuales se debían?...
“
To the Nameless Dead”, sigue siendo un disco que nos cuestiona. Una visión del mundo moderno, entendido gracias a su visión histórica; entendido, gracias a las guerras que no han cesado desde hace mas de de 5000 años. De cómo estas guerras han ido moldeando las identidades de las naciones, y los grandes protagonistas de toda esta historia, los miles y miles de hombres y mujeres que murieron a favor o en contra de una causa, siguiendo diferentes ideales a fin consolidar estas identidades, forjando pueblos y finalmente, nuestras naciones. Este disco no fue más que un homenaje a todos aquellos muertos anónimos, sin nombre, que dieron sus vidas por un trozo de tierra que creían suyo. A ellos se debe la historia. Cuatro años tuvieron que pasar para que por fin Primordial nos estremezca con este “
Redemption at the Puritan´s Hand”.
Hoy por hoy,
Primordial terminan siendo los grandes cronistas, contestatarios y reivindicadores del pueblo irlandés. Sin tapujos, sin rodeos, sin miedo, y con mucho orgullo. Así de simple. Si bien este quinteto no fue de los primeros en plantear este discurso pro Irlanda, posiblemente, fueron los que volvieron a poner el discurso y el ideal de la reivindicación irlandesa sobre la mesa.
Muchos años han pasado y mucha sangre ha corrido. Posiblemente de manera muy tímida, los primeros en haber hecho alguna referencia al tema fueron los mismísimos
Thin Lizzy, sin alcanzar realmente ninguna trascendencia en el tema. Ya en los ochenta, y desde ya la disculpa correspondiente, pero dado el contexto al cual nos referimos, no podemos ignorar a
U2, quienes retomaron el tema a manera de denuncia sobre los atropellos de la Corona Inglesa sobre el pueblo irlandés. Basta con mencionar una de las canciones más conocidas de esta banda
Sunday bloodie Sunday. Eran días duros, la lucha del IRA era abierta y hubo muchos muertos por ambos lados. Lo triste de esta historia, es que
U2 que si bien trataba de reivindicar las demandas irlandesas y llamar a la pacificación y cese de violencia entre ambas partes, fue víctima y a la larga asimilada por el mismo sistema al cual denunciaba. El tema central de su discurso en aquellos años pasó a ser secundario, se fueron por un discurso más humanitario a nivel global. Perdieron la esencia.
Con el transcurso de los años,
Primordial fue evolucionando y madurando, tanto musicalmente como ideológicamente. Sus primeros trabajos tenían esa faceta más irlandesa, más celta, más tradicionalista. Predominaba el tema cultural, con un alto el arraigo por su madre tierra. “
To the Nameless Dead”, implico una ruptura crítica, política e ideológica, para dar un paso más en el proceso de maduración. Allí está el germen que dio lugar a este “
Redemption at the Puritan´s Hand”.
Redención a través de la mano puritana
El disco tiene un sonido muy especial. Dominado por un sentimiento muy nostálgico, triste por momentos, pero a la vez, rebosante de una furia intensa o mejor dicho, de una impotencia reprimida quizá, desde hace ya varios siglos. Después de escucharlo a profundidad y entenderlo, te pone la piel de gallina. Sientes esa tristeza en el fondo del pecho. El orgullo, la amargura, la frustración y posiblemente la resignación también están allí. ¿Qué puede ser tan terrible y conmovedor como para producirnos esta sensación y este sentimiento tan profundo y además perdurable? La respuesta es simple, a lo largo del disco estamos siendo testigos y partícipes de la tragedia de un pueblo.
Redemption, es la epopeya de la tragedia del pueblo irlandés. Es un viaje a través de siglos de dominación, de opresión y de frustración. Es un relato que nos cuenta la caída de los pueblos celtas primigenios y su posterior asimilación al cristianismo y después al protestantismo. En aquellos tiempos, ¿qué era peor que ser irlandés? Nos cuenta además sobre los acontecimientos que propiciaron el levantamiento de un pueblo, la formación de una nueva nación siempre oprimida y fallida, para terminar en la muerte de la República.
No Grave Deep Enough empieza como un llamado a las armas, mostrando que pese a tener que superar de alguna manera el brillante trabajo realizado en el grandioso “
To the Nameless Dead”. Este inicio del disco, coloca a estos gigantes ante la más feroz de las tormentas, la séptima batalla del quinteto de Dublín, en una posición clara y firme ante la muerte. Trágica, pero también orgullosa resulta esta canción en la que dos historias corren paralelas. Una que narra el triunfo de lo divino, de la palabra, de la piedad y del sermón materializado en el filo de las espadas de los conquistadores que llegaron a evangelizar a las tribus paganas celtas, llevando la palabra del Señor. “
Y al final, lo lograron”. De siglos posteriores, surge la segunda historia, con un llamamiento abierto al pueblo irlandés a ponerse de pie una vez más, a salir del letargo en el que se encuentra, a romper las cadenas y luchar una vez más por una causa hasta entonces perdida, pero justa. Volver a pelear por un ideal, por el de siempre… por la libertad.
Lain with the Wolf secunda con un poco más de calma, pero con la misma actitud y alcance, mostrando a un Nemtheanga comandando las acciones de la mejor manera, mientras los demás músicos de la banda entregan toda su sabiduría en sus respectivos instrumentos.
Bloodied yet Unbowed continúa el lento, pesado y seguro paso de la banda mientras nos transportan imaginariamente a un pequeño Irish pub, en el cual, todos levantan sus vasos de whiskey, brindando por sus ideales, por sus frustraciones y sus profundas amarguras. Primordial, se atreve a entonar una canción diferente, posiblemente hasta fuera de tono, al son de un redoble diferente.
“¿Cuáles es el estandarte que portaremos?, ¿Cuál es la bandera que flameará cuando marchemos a la guerra? Erguidos, como una nación que no teme decir su nombre, a mostrar sus miedos y ahogar su sufrimiento. Luego,
God’s Old Snake torna aceleradamente oscuro, emotivo y blackero el campo de batalla. Mostrando el verdadero espíritu que domina todo el disco. Ese sentimiento de pertenencia, de identidad, de frustración, pero sobre todo, de una clara y profunda necesidad de redención.
Cabe mencionar que a lo largo del disco, es latente el mensaje no tanto subversivo propiamente dicho, pero sí contestatario. Si bien la narrativa está ambientada en un tiempo pasado, relatando acontecimientos pasados, esta funciona perfectamente para aplicarla a estos tiempos, lo que hace que el mensaje del disco sea totalmente atemporal. Creemos que es precisamente este manejo en la temporalidad del relato lo que hace tan especial a este disco en sí. Así, en este contexto conceptual,
Mouth of Judas es una canción que da el toque folk céltico del álbum y donde el vocalista una vez más entrega todo en un tema cargado de luto. Mientras
The Black Hundred confirma la vitalidad de la banda con profundidad memorable.
The Puritan’s Hand va combinando melodías pasadas con nuevas progresiones, mientras nos remonta a los tiempos de la Irlanda, dominada, explotada y dividida. Dividida por razones políticas, pero principalmente por razones religiosas. La Irlanda católica subyugada, por la Corona y por sus súbditos irlandeses ahora protestantes. Nos habla de la miseria en la cual vivía el pueblo irlandés en aquellos tiempos, en la que toda vida era prácticamente asfixiada por la ‘
firme mano puritana’. Y valga la aclaración, precisamente esta mano simbólica a la cual hacen referencia, no es nada más y nada menos que la mano que flamea en la bandera del Ulster, la de los Condados irlandeses protestantes, que años después dieron lugar a la actual Irlanda del Norte, hoy parte del Reino Unido. Posiblemente esta canción es la piedra angular del disco. En sí, es la que da todo el sentido y razón de ser a todo el disco. Es una mirada desde adentro. Una mirada de cómo los irlandeses veían a esa mano puritana, que simbólicamente representaba al poder de la Corona y de su iglesia. La mano piadosa, que con el guante de cuero retorcía el rosario y de manera hipócrita ofrecía oraciones por su pueblo. Y estas palabras que resumen un poco todo esto: “
Y para toda mi vida, descubrí al dios de los hombres. Todavía nos sentamos juntos en la mesa, partimos el pan y bebemos el vino de su sangre. Gastamos nuestras horas, esperando en el encierro, durmiendo y soñando, esperando caer súbitamente en la tumba. Así es como sentimos a la mano muerta puritana, ahogando toda nuestra vida”.
Finalmente,
Death of the Gods cierra el disco categóricamente, el desenlace final y en sí de la tragedia irlandesa aquí narrada. La canción trata, nada más y nada menos, de la muerte de la república de Irlanda, una tragedia tal para los irlandeses, que es comparada con la caída de la República Romana. Así como el Tiber rebalsaba con sangre inocente, el pueblo irlandés seguía esperando por su libertad. “
Esperando entre ladrones, mentirosos y asesinos, cuyos nombres perdurarán eternamente en la infamia. Entre reyes que gobernaban a sus piadosos súbditos, con la lanza sangrienta del destino”. Remitiéndonos a los hechos, esta canción no hace más que remontarnos al triste
Levantamiento de Pascua de 1916, después del cual quedaría sellado el futuro de Irlanda. Sellado con Pearse en la tumba, marcado por el embrujo y por los fantasmas del ejército de Connolly, con el infame dedo en el gatillo y la muerte de Collins y con los sueños de Parnell convertidos en cenizas. Allí murieron las últimas ilusiones del pueblo irlandés por la independencia y unificación de la gran Irlanda.
Es importante resaltar el continuo sentimiento que pese a los cambios, progresiones y búsquedas, la banda logra en las 8 canciones. La atmósfera ya trabajada en anteriores discos es resaltada a través de esta redención. Cada tema se convierte en un viaje a través de la historia, mediante las excelentes letras de Nemtheanga y la tremenda musicalidad de las melodías de guitarras de MacUilliam y O’Floinn y los ritmos de MacAmhlaigh en el bajo y O’Laoghaire en la batería; mostrando una banda que ha logrado su cometido.
Y esta es la historia. Una historia triste, pero orgullosa. Una historia que no hace más que contarnos la lucha de un pueblo por su libertad. Una historia que se repitió, que se ha repetido y que seguirá repitiéndose, no solo en Irlanda, sino en muchos países y tristemente hasta nuestros días. Esto es Primordial, la redención de un pueblo. Un exorcismo de fantasmas propios. Y, así será la lucha hasta el final.
No remorse and no regrets… To the bitter end!Dieguex &
Machi