Los
Misfits son una de esas bandas que viven de su pasado, estáticas ante las fluctuaciones que sacuden la realidad, caricaturas estrambóticas de un tiempo perdido, un nombre suntuoso y deteriorado que trata de adecuarse a las modas pasajeras, a los gustos cambiantes de la industria musical. Y en un pasado remoto fueron leyendas, tributarios de una generación irreverente, atrincherada en la apatía y la desesperanza que lanzó un grito de guerra ante el conformismo, el simplismo del pop y el galimatías conceptual del rock progresivo. El
punk surgió como una fuerza bruta agazapada en lo más profundo del alma, ahí donde mora ese resquicio de oscuridad que resguarda cada ser humano; es una música casi instintiva en contraposición con el rock cerebral de finales de los 70. El
punk planteaba un retorno a las raíces, a las canciones minimalistas de los 50 y principios de los 60, a una supuesta época dorada en la cual el artista tenía más libertad para componer según su albedrío sin caer en lo grotesco; era una ola destructiva corroyendo todo lo que se había hecho hasta el momento.
Glenn Danzig fundó los
Misfits a principios de 1977 con un sonido poco definido que causó tensiones en la primera formación de la banda. Al poco tiempo, Danzig aceptó la propuesta de un amigo y Jerry Only se incorporó al grupo; ambos fueron responsables del sonido clásico de la banda hasta su disolución en 1983. Los
Misfits, como muchas otras bandas de esa generación (
The Germs,
Black Flag o
Dead Kennedys), nunca tuvo ni siquiera un asomo de éxito, tocaron en la escena underground y construyeron una legión de fans pero jamás pudieron firmar un contrato con una casa disquera; los discos que los
Misfits sacaron al mercado lo hicieron por cuenta propia pues ningún sello quería asociarse con un grupo que combinaba su pasión por las películas serie B de los 50 y 60, con letras incisivas y provocativas. Canciones como
Angelfuck, Bullet, She, Last Caress lidian con temas como la necrofilia, el sacrilegio, la muerte o el sexo violento y son un claro ejemplo del cinismo lírico de Danzig. El disco debut que grabaron en 1978 permaneció archivado hasta mediados de los 90; nadie quiso distribuirlo. Por sí sola
Bullet era una canción inaceptable al quebrar el tabú erigido sobre el asesinato de Kennedy, era una tema todavía demasiado sensible como para ser planteado en esos términos.
Para el legendario
Walk Among Us, uno de los discos más emblemáticos e influyentes del
punk, bajaron un poco el tono, las canciones se mantuvieron bastante agresivas pero las letras ya no tocaron temas profanos, se enfocaron en ejes propios del cine de ter
ror (zombis, mutantes y extraterrestres)
pero el impacto que causaron dejó una huella profunda en el metal. Los
Misfits eran una banda mordaz y retomaron el aura de ocultismo satánico que ostentó
Black Sabbath en sus inicios y la imagen con la
Kiss traumatizó a los EE.UU. El disco no se vendió muy bien, recién cuando Danzig logró un inesperado éxito con su single
Mother y cuando grupos como
Metallica o
Guns & Roses públicamente reconocieron la influencia que tuvo la banda en su propio ideario musical, se desató una súbita nostalgia por un grupo que solo era accesible por medio de dos compilaciones que el propio Danzig produjo a mediados de los 80,
Legacy of Brutality y
Misfits (cómodamente rebautizado como
Collection I). Con ese renovado interés los discos de los
Misfits fueron reditados y se vendieron muy bien.
El segundo disco,
Earth A.D./Wolfs Blood, fue un intento desesperado para mantener a la banda con vida; fue un fracaso en términos comerciales pero a nivel musical es un disco que ya está muy cerca
del trash, es mucho más agresivo que sus predecesores, las letras son más crudas e insidiosas; es el testamento musical de Danzig y del
punk, la expresión de una generación asediada por el resquemor y que asistió impotente al desmoronamiento de los ideales. Para ese entonces la banda ya había colapsado, Danzig formó
Samhain junto con Eirie Von
, alejándose prudentemente del sonido de los
Misfits aunque conservó algunos elementos visuales; Jerry Only y Doyle, el último de una larga lista de guitarristas, fundaron
Kryst the Conqueror, un grupo cristiano que utilizaba la estética de Conan el Bárbaro y ahí pudo terminar la historia.
En
los 90, con la apertura de un nuevo me
rcado para la música
punk, comenzaron a correr voces que auguraban la inminente reunión de los
Misfits. Las negociaciones no prosperaron, Danzig no se mostró particularmente interesado en resucitar una a banda que consideraba un proyecto fallido, pese a la insistencia de Only que también reclamaba el pago de regalías por el material editado sin su consentimiento. El caso se saldó en los tribunales, Only abogó por su justo derecho de poder utilizar el nombre y la imagen de un grupo que ayudó a cimentar y Danzig por fastidio y desinterés cedió; claro que reformar a los
Misfits sin su compositor principal era una idea descabellada y el intento parecía estar condenado al fracaso.
Si bien las dos encarnaciones de los Misfits comparten elementos en común, es más sensato percibirlas como dos proyectos totalmente distintos. No cabe duda que Danzig es un compositor excepcional, fue el motor del grupo, la mente creativa que tuvo una gran influencia en los otros miembros de la banda y es cierto que los nuevos Misfits parecían más una caricatura malhecha pero eso no les resta mérito. La nueva formación fue un esfuerzo grupal y no la expresión de un solista; desde luego, las críticas se enfocaron en Michale Graves pues no es un vocalista tan impresionante como Danzig, que canta con una fuerza y una pasión poco usual en el punk. Graves no tiene un rango vocal tan amplio, su voz es más nasal y era evidente que no se sentía muy cómodo cantando el repertorio clásico de la banda, pero fue una pieza crucial en el sonido. Graves es también un gran compositor y su contribución a la banda recién fue valorada ahora que Only lleva el timón. Además no cabe duda que Graves cumplía muy bien su rol dentro del grupo, es un frontman carismático y sus canciones se adaptaron muy bien al sonido que la banda trataba de forjar. Temas como Dig up her Bones, Saturday Night, Helena o Speak of the Devil, que ahora son clásicos, sin duda muestran una cohesión interna muy bien lograda y llevan el sello personal de Graves.
El
American Psycho,
no fue muy bien recibido por la crítica; la imagen de
l grupo había cambiado, siguiendo una evolución similar a la de
GWAR, al hacer hincapié en los aspecto bufonescos y en la elaboración teatral del escenario. En cuanto al sonido, es cierto que se aleja del
punk para situarse dentro del espectro del
metal y si lo comparamos con las glorias del pasado el disco parece bastante malo y lo es sobretodo porque es otra banda. El
Famous Monsters se encuentra en la misma línea musical y si bien ambos no son excelentes tienen buenas canciones, yo los escucho con cierta frecuencia y mientras más los escucho más me gustan porque los comprendo mejor, los valoro por lo que son; las canciones son ruidosas, cáusticas y la lírica igual de mordaz que en los
Misfits de antaño. Pero como las cosas no pueden durar para siempre, después de ese disco la banda comenzó a resquebrajarse y antes que la formación se desmorone, bajo el peso del ego de Jerry Only, sacaron un disco más para cumplir con su contrato con Roadrunners,
Cuts from the Crypt,
una colección de rarezas que pasó desapercibida en su momento aunque fue por ese disco que conocí a la banda. Desde mi humilde perspectiva, es el mejor trabajo de la nueva formación, las canciones son más crudas y sinceras que las que fueron editadas para el
American Psycho,
es el caso de
Blacklight,
Mars Attacks o
The Hunger, y también contiene gemas, clásicos de todos los tiempos como
Dr. Phibes Rise Again,
Bruiser y
Dead King Rise. Tiene un sonido más sucio, poco trabajado, pero contiene la esencia de un grupo que resurgía con una fuerza devastadora; es una pena que el impulso no haya durado. El peso que tenía Graves en las composiciones desató una absurda lucha por el liderazgo; Only, el
Misfits original, el único miembro de la banda que ha participado en todas sus grabaciones, no estaba muy contento al ser constantemente opacado por un vocalista dieciséis años menor que él.
Graves se fue seguido por Dr. Chud, el baterista, juntos formaron otra banda y luego siguieron por caminos diferentes. El segundo sacó un disco explotando la imagen que construyó en su estadía con los
Misfits y Graves comenzó una carrera solista con un éxito moderado. Doyle también les siguió el pasó, cuando Only se reusó a buscar un substituto para Graves asumiendo él mismo el rol de vocalista. Una vez más los
Misfits yacían moribundos y Jerry Only se negaba a tirar la tolla. Para la gira del 25 aniversario, Only reclutó a dos veteranos del
punk, a Dez Cadena, el guitarrista mítico de
Black Flag,
y
Marky Ramone.
La nueva alineación atrajo la atención de la prensa y las expectativas por un nuevo disco se incrementaron pero sin Graves, la banda ya no contaba con un compositor lírico. Además Only fue tajante al momento de establecer las competencias, limitando al mínimo la participación de Cadena y Ramone; la nueva encarnación de los
Misfits llevaba su marca personal, era su banda y no estaba dispuesto a tolerar impertinencias. Tras un par años de especulaciones, finalmente salió al mercado el
Project 1950 para el deleite de la crítica y la consternación de los fans.
Si Monster Mash, ya auguraba un giro en la dirección musical, por tratarse de un cover y por ser la primera canción en la que Only asume el trabajo vocal (Graves se rehusó a cantarla y es probable que Danzig tampoco hubiera aceptado) el Project 1950 forzosamente causó un impacto y no necesariamente en el mejor sentido. La banda hacia un tributo a las canciones que los inspiraron, retomando clásicos como Runaway (de la que existen una infinidad de versiones), Only Make Believe, Greats Balls of Fire o Dream Lover pero con ello la banda se alejaba completamente de sus raíces, asumiendo y reafirmando el lado “cartoonish” que les fue impugnado en los 90. Estaban muy lejos de aquellos años en los cuales las casas disqueras les cerraban las puertas, ahora eran personajes plenamente aceptados que podían tener su propio talkshow en la televisión. El disco no es malo en sí, tiene cosas interesantes pero la voz de Only es el aspecto más cuestionable y por eso mismo Doyle lo mandó al diablo; Only no es un vocalista y si en estudio siempre hay trucos para disimular las limitaciones, en vivo es un franco desastre.
No cabe duda que la banda tenía mucho potencial pero lo desperdiciaron al caer un convencionalismo insultante. Esa misma formación, ju
nto con Ivan Julian (guitarrista de los
Voidoids) y John Cafiero (viejo colaborador de los
Misfits) pusieron en marcha un proyecto alterno
Osaka Pop Stars y grabaron un disco con muy pocas repercusiones; Marky Ramone se alejó de la banda cuando ésta cayó en la cómoda morosidad de seguir de gira sin haber producido ningún material nuevo y por muchos años, los rumores de un nuevo disco siguieron corriendo. El 2009, como antesala a un disco que nunca salió al mercado, la banda junto con ROBO en la batería (el mismo que grabó el legendario
Earth A.D y el Damaged de Black Flag) sacaron un single que sonaba bastante bien, pero recién el 2011 salió el disco y éste ya no sonaba tan bien. Después de ocho años de espera y de muchas especulaciones sobre posibles reuniones se puso por fin a la venta
The Devil’s Rain,
con Eric "Chupacabra" Arce en la batería ya que a ROBO le dieron las gracias y lo mandaron a su casa. El resultado no es muy alentador, el disco no suena bien, las canciones son más melódicas, más rockanrolleras, con una producción más pulida que hecha por lo suelos todo lo que fueron los
Misfits;
y ni qué decir de las letras más propias de un
programa de Nickelodeon que de una banda con la reputación de los
Misfits; para colmo la voz de Only suena muy mal y la portada es pésima al igual que el packing.
No podemos negar la contribución que hizo Only a la banda pero tampoco podemos olvidar que Only no deja de ser un intérprete más que un compositor. Danzig
y Graves, ambos multinstrumentistas, grandes vocalistas, con una fuerte presencia escénica, tuvieron la capacidad de expandir la barreras musicales de los
Misfits;
parece que Only
no está
a la altura del reto y carga consigo un cadáver frío que trata de reanimar vanamente. Los
Misfits son un recuerdo, renacieron dos veces y cada versión es peor que la anterior; dejaron de ser una de las bandas más impactantes para convertirse en personajes de dibujos animados. Only todavía tiene la posibilidad de reivindicarse si es que llega a comprender en lo que ha convertido a la banda, en un delirio risible que sigue sacando jugosas regalías por canciones que Danzig compuso.