Más que una revisión, esto es algo así como
pensar en voz alta y compartir algunas ideas.
En estos últimos meses y semanas, se han
escuchado y leído muchas cosas y precisamente uno de esos temas polémicos, que
en especial interesan al Abismo, es la situación actual de Blake Judd. El
repentino comunicado de que Nachtmystium ya no va más y la última sorpresa de
que el próximo lanzamiento de Twilight tampoco contará con la participación de
Judd.
Estos nos son temas aislados y posiblemente,
sean hasta la conclusión lógica de algo que empezó y terminó hace ya algunos
años.
Como siempre, se que me voy a ir a los
extremos, pero para que se entienda de lo que quiero hablar, partiré de la
siguiente pregunta: ¿Será que el Monument to time end de Twilight, representa
simultáneamente el auge y la decadencia de una generación de músicos,
representada a su vez por la élite de la escena black metalera de Chicago?
Si, efectivamente, complicado dar una
respuesta a la primera. Pero para mí, el Monument podría representar la cúspide
y el cierre de un ciclo, por más de que ahora recién estemos presenciando el
desenlace final.
Me imagino que muchos ya me están
cuestionando, pero está bien, así que vamos adelante.
Para su tiempo, estamos hablando del 2010, el
Monument representó mucho para una generación de fans (en la cual me incluyo).
Tener en un mismo disco a Blake Judd, Jeff Whitehead (Wrest), Neil Jammeson (Imperial),
Sanford Parker y además al Stravros y Aaron Turner fue demasiado. ¿Qué hacia
ahí metido Aaron Turner? Una buena parte de los músicos de las bandas a
las que seguíamos y escuchábamos en ese momento, ¡estaban ahí!. Nachtmystium,
Isis, Lurker of Chalice, Leviathan, The Atlas Moth, todas las influencias dando
vida a un mismo disco.
El Monument, es un disco
importantísimo dentro del black metal contemporáneo. Salvando las diferencias
obvias y épocas, y por su trascendencia misma, yo lo compararía con el Umma Gumma de Pink Floyd. La principal
diferencia, que en el Umma eran cuatro miembros de una banda desarrollando sus
diferentes facetas como músicos creando un disco con cuatro partes separadas;
mientras que en el Monument, eran siete músicos (no una banda) dándole
diferentes facetas a un mismo disco bien cohesionado.
El Umma Gumma fue un disco de
rock totalmente psicodélico y experimental. Posiblemente, el resultado de la
experimentación con todo tipo de drogas. El Monument, no está lejos de eso.
Obviamente estamos hablando de black metal, pero ojo, también muy experimental,
psicodélico a su manera, pero de la misma manera, altamente influenciado por
todo tipo de drogas.
Ahora, poniéndonos en el
contexto, el Monument también representaba
un punto alto a nivel individual de los distintos músicos que formaban este
proyecto. Blake, Sanford y Wrest, venían de haber grabado el Addicts de
Nachtmystium de ese mismo año; Stavros tenía como precedente al A Glorified
piece of blue sky de Atlas Moth del año anterior y lo mismo pasaba con Aaron
Turner, que traía en sus espaldas al Wavering Radiant de Isis del 2009. Todos ellos,
discos excelentes.
¿Y después de esto qué? Haciendo
un poco de memoria, ¿qué paso después de este disco?, ¿será que aquí empezó el
declive, tanto musical como personal de estas bandas y músicos?
Aaron Turner, que si bien es
contemporáneo pero parte de otra escena, anuncio la separación de Isis, justo
cuando la banda estaba en su mayor auge, tanto musical como en su performance
en vivo. Retomó las riendas de Hydra Head Records, colaboró esporádicamente con
su compañera en Mamiffer y finalmente, reencauzó su furia volviendo a reformar
a sus Old Man Gloom.
Stavros y The Atlas Moth
lanzarían al siguiente año el An ache for the distance. Un disco que posicionó
a la “Polilla” como una de las promesas emergentes de la escena de Chicago para
esta nueva década. En el 2012, Stavros se juntaría con otro ex Nachtmystium, Jeff Wilson, para lazar un nuevo proyecto, Chrome Waves.
¿Y se preguntarán que pasó con
los miembros de la “Unholy Trinity?
Neil Imperial siguió dedicándose
a su tienda de discos. Ningún lanzamiento hasta la fecha.
Por su parte Judd y Parker
continuaron con una intensa agenda con Nachtmystium, que concluiría con el
lanzamiento del Live at Roadburn del 2011.
Y aquí la cuestión empieza a
ponerse interesante. Casi a principios del 2011, Wrest fue arrestado bajo una
acusación grave de violencia sexual. Según la acusación por haber “intentado
tatuar a su novia por dentro”. Yo creo que esta fue la primera muestra de que
las cosas empezaban a ir mal.
El resultado de todo ello, fue
que Wrest tuvo que pagar una fuerte suma de dinero para ser puesto en libertad.
Las noticias que circulaban en ese entonces, decían que una buena parte de ese
dinero provino de las recaudaciones de conciertos organizados por Judd y
compañía. Wrest cerró este episodio con el lanzamiento de Leviathan, True
traitor, true whore del 2011. Título más que elocuente.
Ahora, y a manera de retomar el
tema de Blake Judd e ir juntando y cerrando ideas, está claro que después del
lanzamiento del Monument, las cosas fueron tomando otros rumbos. Y a lo que me
iba, puede ser que efectivamente, este disco haya sido el cierre de un ciclo.
¿El por qué?:
El 2012, siguió con el
lanzamiento del Silencing machine de Nachtmystium, un disco que pretendía
volver a las raíces más crudas del black metal. Si bien este es un disco
brutal, yo le encuentro dos connotaciones. Primero, que no tiene la lucidez y
la brillantez de sus predecesores, los Black Meddles I y II y segundo, que
existe una mayor preponderancia en el trabajo de Sanford Parker. Si bien el
trabajo de los demás miembros de la banda es excelente, en líneas generales, el
conductor y el enlace de toda la música son los teclados y sintetizadores de
Parker.
El 2013 fue turbulento y con
muchas novedades. En media gira del Silencing la banda se disolvió, según por
las noticias de esos días, debido a la volatilidad en el carácter de los
miembros de la banda. El hecho concreto sugeriría que algo o “alguien”, se
quebró.
Como primera suposición podíamos
pensar que la dupla Judd-Parker, ya no iba más. Y esto vale como antecedente
para lo que se discutirá al final.
Al poco tiempo de esta ruptura, Sanford
Parker anunciaba que estaba empezando a
trabajar en un nuevo proyecto, Corrections House, compartido con otros músicos
de renombre como Scott Kelly de Neurosis, Bruce Lamont de Yakuza y Mike IX Williams de Eyehategod.
Casi paralelamente, Judd
anunciaba el lanzamiento de su próximo disco con otro proyecto, Hate
Meditation, en el cual también estaba involucrado Wrest. El disco no es uno de los mejores
trabajos de Judd. Con la mano al pecho y como fan de declarado de Judd,
reconozco que, por más de que el disco intente volver a las raíces más clásicas
de black y que por momentos llega a la estados de lucidez como la Scars, es un
trabajo que queda un poco flojo, con un sabor a poco. Parecía que como que la
chispa se estaba acabando.
No mucho después del lanzamiento
del disco, todos nos quedamos con la boca abierta al enterarnos que Judd había
sido arrestado por intento de robo. ¿Los motivos? Intento de robo A un
supermercado, presumiblemente para costear su consumo de drogas.
En esas mismas semanas,
aparecieron en la web diferentes anuncios y noticias que acusaban a Judd de ser
un rip-off. Se le acusó de haber recibido dinero por discos y otros artículos
de merchandising y no haber recibido nada.
Después de esto, todo fue muy
rápido. Blake fue puesto en libertad y a los pocos días, pedía una
disculpa pública a todos los fans por lo ocurrido y confesaba, que su adicción
a las drogas lo había llevado a estos extremos.
Al las pocas semanas, anunciaba
para este 2014, el lanzamiento del próximo disco de Nachtmystium y de manera
casi inmediata, anunciaba el punto final de la banda. Aquí la cosa se pone
seria, ya que Judd decía que su adicción a la heroína lo estaba llevando a un
camino sin retorno.
Y es complicado, por que dados
todos los antecedentes de Judd y su discurso abierto sobre el “Never stop the
madness” y su implicación directa al consumo de heroína, el consumo de drogas
siempre fue medio para aventurarse y explorar nuevos rumbos musicales con su banda.
Y claro, como el mismo Judd reconoce,
Nachtmystium se estaba convirtiendo en un medio de autodestrucción. Un círculo
vicioso, en el cual los fans esperan cada vez más de la banda y a su vez, Judd
debía acudir a otros estímulos para poder componer mejor material y llenar las
expectativas. Duro reconocer y aceptar lo que siempre supimos de Nachtmystium:
que siempre se trató de una cuestión de drogas fuertes.
Ahora, con esto no le estoy
quitando para nada el mérito que tiene Blake Judd. Creo que Judd ha sido capaz
de forjarse un nombre dentro de la escena actual y darle un nuevo enfoque a la
música extrema.
Sigo creyendo, que Twilight y más
concretamente el Monument to time end, es posiblemente el pico más alto de toda
esta escena. Creo incluso, que Judd hasta se dio el lujo de contar con esta
constelación de músicos para crear este “monumento” a lo que significó la
nueva vanguardia post-black norteamericana. Sin embargo, este también puede
entenderse como un monumento a la
decadencia de toda una generación.
Indudablemente, la separación de
Blake Judd de la música, va a dejar un vacío. Creo que la primera muestra de
ello, ya se siente en el último disco de Twilight, pero esa ya es otra
historia.
Por ahora, solo nos queda
esperar. Como les decía, creo que fuimos testigos del fin de una generación de
músicos, como que fuimos testigos durante todos estos años de todo lo que
estaba gestándose en Chicago. Ahora, nos queda ver que nos puede proponer la
próxima camada.