Para esta pequeña publicación, un clásico, el video de una de la mejores canciones de los Anthrax, de uno de sus mejores discos "Sound of White Noise"... que lo disfruten...
lunes, 16 de junio de 2014
jueves, 5 de junio de 2014
Lantlôs – Melting Sun (2014)
Un disco de luz y
probablemente, uno de los mejores discos de post-rock de los últimos años.
Resulta interesante
pensar que hace no más de cinco años atrás, el post-rock en general, estaba en
su auge y los Estados Unidos era el máximo productor de bandas en este
género. Y como sucede con casi todos los
géneros, las épocas y las modas pasan y el post-rock, que si bien termino
fusionándose con otros géneros, paso a ser un género secundario. Y de toda esa
generación y después de que Isis alcanzara la cúspide, ¿que?
La posta pasó a
Europa, donde Cult of Luna terminó de consagrarse y ahora es la referencia
obligatoria. Alcest manteniendo sus diferencias, está ahí y con este Melting Sun, Lantlôs se ha metido
dentro de ese grupo de élite que aun mantienen incorrupta la esencia del
post-rock.
Procedentes de Alemania, esta banda, ahora en formato de trío, cuenta con una buena trayectoria, siendo este su cuarto disco. Para esta ocasión Markus Siegenhort es quien ha tomado las riendas, haciéndose cargo de las voces, las guitarras y el bajo, acompañado una vez más por Cedric Holler en las guitarras y Felix Wylezik en la batería.
Desde los primeros
acordes y riffs, uno ya se da cuenta por donde irá el disco. De entrada nos
meten en un viaje de luz, de alegría, de felicidad… Es un disco que te relaja,
pero al mismo tiempo te mantiene despierto, te mantiene en movimiento.
Ahora, fiel al
estilo, de las seis canciones que conforman el disco, a excepción de la
penúltima, todas son largas y sobrepasan los seis minutos. La banda se toma su
tiempo para que cada canción vaya evolucionando. Todas empiezan de una manera
tranquila y van progresando gradualmente, hasta llegar al clímax.
En su conjunto, el
nivel musical es una maravilla. Las guitarras limpias, bien melódicas,
chirriantes cuando deben, el bajo marcando el viaje y la batería en su lugar,
precisa, simple por momentos y dura, fuerte, cuando lo así lo amerita.
Sin embargo, lo que
más me gusta del disco es la parte vocal. Siegenhort, canta con una voz digna
de mencionar. No es el gran vocal, pero tiene lo suyo. Las voces están cargadas
de emotividad, son relajadas, como si alguien te estuviera cantando entre
sueños. En resumidas, la voz es la que le da el toque de gracia al disco.
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