Dead in The
Manger – Cessation (2015)
Disco debut de
una banda de la cual no se sabe nada. Dead in the Manger es un enigma; es el
misticismo pintoresco que algunas bandas under
han estampado; es la contracultura, la rebeldía, la música de las sombras. Y el
disco es bastante sombrío; calado indudablemente en el black, la banda también
incorpora elementos del post, del grind, del sludge, del doom preservando el
aura de misterio y de opresión paranoica propia del género, logrado una
progresión y una cohesión interna muy sólida. La banda tiene el mérito de haber
construido un sonido que los diferencia, consolidando una propuesta muy
interesante en la subcultura black.
Divido en seis
partes, siguiendo el convencionalismo que le permite al oyente seleccionar
canciones, es un disco que se presta para escucharlo de principio a fin; como
si fuera una canción larga de 27 minutos. Se concentra en las emociones y la
depresión es palpable es las melodías de fondo. Es un disco oscuro cuya
temática central parece ser el dolor y el sufrimiento; la tentadora caricia de
la muerte, el final ineluctable y necesario. La muerte aliviana el suplicio. En
resumidas cuentas, es un gran disco, retoma el ideario del black clásico pero
lo lleva por otro lado y es lo que le da mucha fuerza a la banda, esperemos que
no se queden ahí.
El black es algo
más que el maquillaje y la invocación gratuita a Satán; es la decepción del ser
humano al constatar su miseria; es la rabia y la ira ante la impotencia de la
finitud. No deja de sorprenderme como el black se ha convertido en una
caricatura bufonesca, llevada al paroxismo de lo ridículo por un puñado de
inadaptados que se creen muy malos por el simple hecho de adorar al diablo.
Melechesh – Enki
(2015)
Por otra parte,
esta es una banda que tiene historia; con un inconfundible y a veces impertinente
toque étnico, Melechesh se ha convertido de una de las bandas más
representativas de medio oriente. No es una banda accesible, por lo menos no lo
fue para mí; es un gusto adquirido y este disco está generando sus
controversias. The Epigenesis fue
universalmente laudado, el Enki es
más errático; va tomando fuerza y es un poco largo. No obstante la producción
es magnífica y el trabajo vocal es impecable; tal vez el aspecto más destacado
son las letras, la progresión narrativa de las canciones y esa carga mitológica
que le confiere una dimensión épica al disco. La batalla de los dioses, el
origen de los hombres.
Probablemente, no
sea su mejor trabajo, pero creo que el disco funciona bien, es una buena forma
de introducir a la banda a un público nuevo. Para los habituados, hay algo flojo
en todo esto pero la fuerza del disco es innegable. Es monstruosamente sólido y
denso; seguimos en el terreno parco del black, pero la fuerza colosal del sonido
le da otra dimensión. Melechesh tiene un sonido único, fuera de las normas
habituales y por momentos se acerca más al death. El black sigue ahí, más que
todo en la forma como construyen los riffs. Es simple y llanamente bestial,
caótico y brutal.
El problema con
el black, es que fácilmente podemos caer en el estereotipo, salir de él es
bastante difícil. El género que convulsionó al mundo ha caído en lo convencional.