Indiscutiblemente, esta es una de las bandas pioneras del black metal gringo y después de períodos bastante tormentosos, pareciera ser que a estas alturas Jef Whitehead es ya un sobreviviente, de esa última camada del USBM, que tanto le ha dado a la música extrema en términos generales.
Después de más de una década,
con subidas y bajadas, excesos, amistades rotas, enajenaciones y demás experiencias, Wrest se
ha ganado por si solo un sitial dentro del USBM, y no precisamente por ser un
tipo gracioso y altamente popular en las redes sociales.
Como diríamos vulgarmente,
el Wrest es un tipo denso, que se ha forjado un nombre y el respeto de todos,
simplemente haciendo buena música. Cada uno de sus discos, representan una
evolución respecto al anterior y este Scar sighted no es la excepción.
Posiblemente el Wrest es un
tipo con una personalidad autodestructiva, que ha logrado canalizar todos sus
miedos, rencores y frustraciones en su música y en su arte y esto, pareciera
ser lo que le da el equilibrio y la tenue razón para seguir existiendo.
Personalmente, considero que
este es el mejor disco que Jef Whitehead ha grabado hasta la fecha. Este
resulta ser una amalgama de las diferentes versiones del Wrest. Por un lado
está toda la vena más blackera propia de Leviathan, pero por el otro lado
también está presente toda esa onda más ambiental y delirante de Lurker
of Chalice, que igualmente estuvo presente en Twilight.
Scar
sighted es un disco turbulento. No es un disco que entra a la
primera escuchada, requiere su tiempo tiempo. Es un disco por demás oscuro y
opresivo, pero en el fondo se vislumbra una leve luz redentora, posiblemente la
razón que justifica y redime toda esa tristeza que flota a lo largo de todo el
disco.
Fiel a la tradición de Leviathan, este disco es esencialmente
un black metal duro e intenso. Bastante ortodoxo en algunos tramos, progresivo
por momentos, ambiental o atmosférico en otros tramos, hasta sutilmente
industrial en algunos pasajes, pero en líneas generales muy experimental e
innovador.
Ahora, lo que de verdad hace
innovador a este disco es como Whitehead logra combinar las partes duras y
pesadas con fragmentos más ambientales y hetéreos, que logran darle a este
trabajo, una atmosfera muy especial, asfixiante por momentos e inquietante en
otros. Y es que precisamente es aquí donde se refleja el genio y el estilo del
Wrest, un estilo propio, muy peculiar e inconfundible.
Obviamente, Wrest es quien
se hace cargo de todos los instrumentos, siendo la base del disco la batería,
pero dependiendo de la canción, a veces se inclina más por esos riffs
intrincados y caóticos o por momentos se deja dominar por la premura y la
cadencia de unos bajos casi trituradores y agobiantes.
La voz es otro de los puntos
altos del disco. En términos generales es prácticamente imposible entender lo
que canta (por más de seguir las letras).
Las voces son por momentos guturales o a veces chillonas, o incluso limpias, pero que siempre están en otro plano, como susurros o vociferaciones que provienen desde lejos o desde las profundidades de algún lado. Y esta es otra de las facetas del Wrest, la versatilidad para poder cantar en estilos y en tonos tan diferentes, dependiendo del ambiente que se vaya desarrollando en cada canción.
Las voces son por momentos guturales o a veces chillonas, o incluso limpias, pero que siempre están en otro plano, como susurros o vociferaciones que provienen desde lejos o desde las profundidades de algún lado. Y esta es otra de las facetas del Wrest, la versatilidad para poder cantar en estilos y en tonos tan diferentes, dependiendo del ambiente que se vaya desarrollando en cada canción.
Para terminar de cerrar todo
este proceso creativo y conceptual, es el mismo Wrest quien se hace cargo de
todo el arte. El disco viene acompañado de una serie de dibujos, por demás
oscuros e inclusivo bastante siniestros, mismos que reflejan a la perfección la
línea en la cual va todo el disco.
Como
decía al principio, Jef Whitehead es un sobreviviente de su generación, y pese
a algunos altibajos, su música ha logrado persistir. Uno de los mejores
discos de los últimos años en este estilo de música y de lo mejor en lo que va
del año.