viernes, 28 de agosto de 2015

Ghost - Meliora (2015)

  
Ghost es el nuevo fenómeno de masas, al igual que Babymetal, y a principios de año tuve la idea de hacer una comparación entre ambas bandas que desencadenan la misma euforia y el mismo repudio. Babymetal lo dejo para otro momento, es un fenómeno muy interesante pero no lo conozco muy bien. Los Ghost, desde el primer demo causaron conmoción, la parafernalia satánica y el sonido retro, atizaron las controversias que prevalecen hasta el día de hoy. La propuesta es provocadora, es un grupo de hard rock con sus toques progres utilizado el imaginario del metal más crudo y pesado. El resultado es un desfase; yo esperaba un sonido más agresivo y por eso me sentí bastante decepcionado cuando escuché el Opus Eponymous, más aún después todo lo que se había dicho y publicado al respecto. Y nuevamente sale a flote el tedioso y perpetuo debate que intenta establecer las fronteras siempre fluctuantes de lo que es metal y de lo que no lo es. Lo cierto es que Ghost genera controversias, los odies o lo ames, es una banda en pleno auge.

El aspecto más publicitado de la banda, es su anonimato; nada se sabe de los miembros aunque todos los indicios indican que detrás del Papa se esconde Tobias Forge. Lo que salta a la vista es que la carrera  musical de Forge parece haber encontrado un abrupto final con el surgimiento de Ghost. También es evidente que entre Subvision, la banda que lideró Forge, y Ghost hay grandes similitudes; la voz es muy parecida al igual que los arreglos. Es probable que de las cenizas de Subvision haya surgido Ghost; lo que hizo la diferencia, es la imagen del grupo. Un papa diabólico atrajo la atención de los medios; desde un inicio recibieron mucha publicidad ya que se los puede diferenciar fácilmente de cualquier otra banda. Es la misma estrategia comercial que utilizó Kiss.

El Opus Eponymous, recibió muy buenas críticas desde un inicio y cautivó a un público muy amplio, es un disco que metaleros y no metaleros pueden disfrutar, aunque la recepción por parte de la comunidad metalera fue tímida, al disco se lo recibió con mucho escepticismo. Yo lo escuché y me dije que no era nada del otro mundo; lo archivé y ahí lo dejé durante varios meses. Pero el fenómeno mediático seguía ahí y se incrementó cuando cambiaron de Papa, entonces decidí retomar el disco, vi sus presentaciones en vivo y es claro que la banda tenía potencial. Ghost se convierte en un fenómeno de masas al ser un espectáculo que se puede disfrutar en familia. Más allá de lo satánico, es evidente que la banda ha construido una ficción narrativa muy sólida y la toma como tal; nadie en su sano juicio asumiría que el Papa lidera una iglesia satánica, sabemos que son personajes. No es una banda que se la puede tomar en serio y al presentarse de esa manera rompe con el código blackero, pues ellos sí se toman muy en serio el satanismo; se ven consumidos por sus personajes. Tampoco podemos generalizar pero ese uno de los puntos que genera malestar y repudio.

Ghost es el ejemplo canónico de la transgresión; lo interesante es que el giro que le dan al asunto no es hacia lo extremo. Utilizan una estética y con ello se han convertido en un objeto de culto y de reiterados ataques. Por ahí también se rumorea que el propio Mikael Akerfeldt y el buen Dan Swano, financiaron y le dieron un cierto impulso creativo a la banda; nada se sabe al respecto, pero los monjes encapuchados han generado una serie de ideas descabelladas y teorías de conspiración. Es cierto que el sonido de Ghost se asemeja mucho al rock progresivo de los 70 pero con un toque más oscuro y eso en cierta medida los sitúa dentro del rango de interés del Akerfeldt. En todo caso para el 2011 la banda ya tenía una reputación muy bien cimentada en Europa. Por ello, el segundo disco causó mayor expectativa y un mayor remolino mediático.


Los Ghost saben vender su imagen y lo hacen de una manera menos obscena que Kiss. El Infestissumam fue recibido con la misma consternación y con críticas aún más feroces pero también más elogiosas. Considero que a nivel lírico y musical está mejor logrado que el primero. Aquí llevan la herejía por sendas inconcebibles y con un innegable sonido pop.  Justamente con ese sonido llegan a un público más amplio y propagan su mensaje blasfemo con mucha eficiencia. En los 70, esas letras hubieran causado revuelo; hoy en día ya no son tan controvertidas, se las toma por el lado amable. Creo que lo que hacen los Ghost es una gran lección para la comunidad metalera: no hay que tomarse las cosas muy enserio. En escena se asumen personajes, se asume un imaginario y una estética; ésta no tiene por qué invadir lo cotidiano. No siempre es necesario vestirse negro, no siempre es necesario invocar al diablo; se puede ser una persona común y corriente y al mismo tiempo ser metalero.

En el Infestissumam el concepto queda claro y se define mejor la imagen del grupo, al igual que el sonido. A nivel vocal creo que el Papa canta mejor, ese fue también un aspecto que me dejó desconcertado cuando escuché el Opus Eponymous, la voz no encajaba con la música ni con mis expectativas. Y cuando sacaron el EP ahí me metí de cabeza en la banda. Todas las piezas encajaban y pude comprender de lo que se trataba. Es música accesible con un mensaje siniestro; el primer disco se centró en los rituales que anunciaban la llega del anticristo; en el segundo disco el anticristo se revela, estableciendo el año cero de la nueva era. Por tanto, el tercer disco se centra en el reino de Satanás. Con ello se cierra una línea narrativa y una etapa en la banda; no sé cómo le darán continuidad, tal vez lo mejor es que saquen un Live, se tomen un descanso, coronen al cuarto Papa y vuelvan con una imagen renovada y un nuevo ciclo narrativo.

Meliora, es un disco mucho más sólido con una clara aproximación progresiva que le da mayor cuerpo a las canciones. Me hace recuerdo a muchos discos de los 70, aunque con un sonido y una producción muy contemporánea; Cirice me parece una maravilla y con esa canción los Ghost dejan muy claro que son compositores de alto nivel. Como dato curioso, el productor, Klas Ahlund es una figura muy conocida en el mundo del pop. Es claro que los Ghost están apuntado alto, quieren conquistar nuevos mercados. Desde luego el reproche que le podemos hacer y es el principal eje de la discordia, es la popería pero siempre fue el objetivo del grupo, nunca la negaron y según lo que se cuenta fue también una de las motivaciones de Forge para crear Subvision. Ghost, es una maquinaria muy bien diseñada, tienen la música y cada disco es mejor que el anterior, tienen la imagen pero les sigue faltando el espectáculo y la presencia escénica.

La controversia, es una estrategia, da de que hablar; genera notoriedad y los Ghost supieron aprovecharse de las circunstancias. A los cinco años de haber sacado el primer disco, es una de las bandas que más ha crecido y una de las bandas que genera mayor curiosidad. 


miércoles, 5 de agosto de 2015

Paradise Lost - The Plague Within (2015)


The Plague Within es decididamente un disco variado, casi al punto de perder a ratos la coherencia. A pesar de esto, uno puede encontrar de sobra la elegancia de esta gran banda, y aunque tal vez tengan alguna cosa no muy importante que reprocharse de su pasado, vuelven a aclarar que se encuentran a la fecha y durante décadas, en la elite del metal.

El Nick Holmes de hoy en día es un tipo que tiene los pies bien puestos en la tierra, que con una gama de frecuencias impresionante, te desarticula Todo con sus palabras. Paralelamente, el Greg Mackintosh de hoy en día es un tipo muy seguro de sí mismo, desplegando una variedad de punteos y melodías a veces descabelladas. Otro personaje a mencionar es Adrian Erlandsson, el baterista de At The Gates y también de Paradise Lost desde el 2009.

Pese a que la base si es una especie de doom gótico, The Plague Within no es una vuelta a sus inicios, esto es una nueva idea, un estilo anónimo que Paradise Lost busca. Por ejemplo, un distinguido imaginario deathmetalero está presente en detalles del arte y gran parte de las letras. Por otro lado, el rock gótico pesado que retomaron en los últimos discos ahora se ve relegado por un estilo de metal más ecléctico en su variedad e influencias, más estéril en la mezcla, pasando por varias facetas de la banda y al mismo tiempo proyectándose al futuro. El resultado es mixto pero el balance es muy positivo.

Aunque no lo parezca, existen muchos detalles que absorber, un violín por aquí y una agria afirmación por allá, coros y pre-coros, una amalgama de riffs, todo dentro de la etérea morosidad que alguna vez ellos ayudaron a injertar en la música.

Recién se van de gira en soporte a este disco, así que si tienen la oportunidad de verlos no se lo pierdan. Y hablando de eso, para ser sincero yo le perdí el rastro a Paradise Lost por varios años, pero al darme cuenta de lo que estaba desaprovechando, retomé el tiempo perdido poco antes de que me llegara este disco y ahondé en la abundancia y riqueza de su discografía. Me vi obligado a realizar esta revisión.

Ahora, más allá de si sigues o no a Paradise Lost, escuchar este disco es obligatorio.