Cuando salió este disco no le presté mucha atención, la banda suele decepcionarme con demasiada frecuencia, pero debo reconocer que el disco suena muy bien. Lo estoy redescubriendo y ahora me queda claro que este es uno de los mejores en vivos que tiene la banda y hay bastante de donde escoger. Kiss es una banda visual, es parte esencial del concepto y con los años el espectáculo se tornó colosal. La gira del Monster es de los espectáculos más impresionantes que he visto; es sin duda el mejor escenario y el mejor despliegue técnico que tiene Kiss. La banda está en muy buena forma, suena bien pese a que la voz de Paul Stanley se ha degradado considerablemente estos últimos años. Queda claro también, que Simmons y Stanley al fin tienen la banda ideal, con la que siempre soñaron: el sonido y la imagen clásica, pero sin Criss ni Frehley. Sigo pensando que Thayer y Singer deberían tener sus propios diseños, en Kiss nunca fueron cuatro personajes cuyos interpretes se podían reemplazar, eran cuatro individuos y los personajes son una extensión de la personalidad de cada uno. Me parece ofensivo que Thayer reproduzca los solos y los trucos escénicos de Frehley, hasta en la manera como se mueve, imita sus gestos. Singer tiene un estilo muy propio, en los 90 seguía los pasos de Carr, porque ese fue el instructivo, y los 2000 se le sugirió seguir los pasos de Criss. Pero, conserva su individualidad, Thayer parece un imitador y eso me incomoda. No obstante, este es el Kiss que mejor funciona y me gustaría que grabaran otro disco en estudio.
Kiss tiene muchos en vivos, pero ninguno supera al legendario Alive !; además, algunas de esas grabaciones son decepcionantes porque tienen un sonido demasiado artificial como con el Alive III y el abortado Alive IV, The Millenium Concert. Por ello, este disco me dejó muy impresionado, porque restituye todo el poder del concierto. La calidad de la performance es excelente; podía haber entrado entre los mejores discos del año. La banda está en el mejor momento de su carrera y creo que era necesario dar testimonio de ello con un documento audiovisual de gran calidad, ello sin desmerecer el Rock the Nation, que en su momento también fue una sorpresa, el primer en vivo grabado con esta formación.
Sin muchas sorpresas el set comienza con Detroit Rock City, usual en toda la gira del Monster; lo que sí resalta son las limitaciones vocales de Paul Stanley, pero la banda sigue dando un espectáculo extraordinario; el escenario, la calidad de la imagen, los trajes, el juego escénico, hasta lo que Gene Simmons anima a la audiencia, me dejó con lágrimas en los ojos. Me trae demasiados recuerdos y me reconectó nuevamente con la banda; siempre voy a ser fan de Kiss.
Creatures of the Night es una de las sorpresas del set, rara vez interpretada en vivo desde a la gira del 93, hizo unas cuantas apariciones el 2004. Es una interesante adición al set y aquí también resalta la capacidad mimética de Tommy Thayer, pues reproduce con mucha fidelidad el solo de Bruce Kulick en el Alive III. Que la toquen en vivo no es una casualidad, los últimos 20 años Kiss ha vivido del legado de su prestigiosa carrera en los años 70, pero en los 80 también sacaron buenos discos y Creatures of the Night fácilmente está entre los cinco mejores discos de la banda. Me parece genial que recuperen parte de ese legado.
Psycho Circus, canción epónima del esperado disco de regreso de la formación original que en los hechos fue solo un golpe de marketing; en ese disco Frehley participa en dos canciones y Criss en una. Es un fraude, Thayer ya era el guitarrista y lo tenían listo en caso que Frehley falle; la reunión fue todo un éxito, pero esa banda ya no funcionaba; Simmons y Stanley requieren sumisión absoluta y es por eso que la formación actual funciona muy bien, Thayer y Singer son buenos músicos, pero no tienen voz ni voto dentro de la banda. Con todo, esta canción se ha convertido en un clásico y vuelve al set con bastante frecuencia.
Parasite, es una de las canciones más pesadas que tiene Kiss y de las mejores composiciones de Ace Frehley; de todos los músicos que pasaron por la banda, el guitarrista, es sin duda el más influyente, esa manera de tocar es única. Fue una pieza crucial para el desarrollo de la banda. Es una de mis canciones favoritas y es una canción que ha vuelto a ser parte del set regular de la banda y uno de los pilares en el desarrollo del metal.
War Machine, a lo largo de los 80 fue parte esencial del set, casi siempre antecedida o precedida del solo de Eric Carr. Después de la muerte del baterista, la dejaron de tocar y volvió de manera esporádica el 2004. Es la canción que cierra el Creatures of the Night, nadie diría que es una canción compuesta por Bryan Adams. Lo hizo para calar con el personaje de Gene Simmons y para darle un sonido más pesado a la banda. El disco llegó demasiado tarde, cuando ya habían perdido toda credibilidad y se hundió en las listas de ventas. Un dato interesante es que la voz de Gene Simmons suena bien, tiene una gran presencia escénica y sigue siendo impresionante que escupa fuego, resguardado en su armadura plateada.
Tears are Falling, fue unos los hits que tuvo la banda en los 80, aunque rara vez la han interpretado en vivo; de hecho, fue una gran sorpresa que la incluyeran en el set el 2004. La banda no suele agregar rarezas. Otra canción que volvió sorpresivamente el 2010 fue Crazy Crazy Nights. De los 80 muy pocas cosas quedan, pero Kiss también sacó discos interesantes. Alguna vez Kulick se preguntó qué había sido de su legado, sus doce años en la banda que habían sido borrados sin misericordia. Es parte de la historia y no lo pueden negar; me gustaría escuchar más canciones de los 80 para equilibrar el set; no estaría mal que interpreten Fits Like a Glove o Young and Wasted, después de todo el Lick it Up es un gran disco y Kulick un gran guitarrista; el solo de Thayer lo imita hasta dónde puede.
Deuce, clásico de los clásicos, es la canción que abrió los conciertos en toda la primera etapa de la banda, fue la canción con la cual Frehley hizo su audición y se ganó su lugar en la eternidad. Frehley también la toca en vivo pues considera que su aporte fue crucial para estructurar la canción y fue lo que esa banda necesitaba para lanzar su carrera.
Lick it Up, igual de los grandes éxitos de la banda, inamovible desde la gira del 83. La única vez que salió del set fue cuando se embarcaron en el Alive/Worldwide Tour en 1996, la gira más exitosa de Kiss, por cierto. Volvió al set el 2000, y es muy raro escuchar a Frehley y Criss interpretarla. Esta versión que la vienen tocando, creo que desde el 2010, es la que más me gusta pues incorpora parte de Won’t Get Fooled Again en el puente, es un lindo tributo y de la mucha fuerza a una canción bastante aburrida.
I Love it Loud, después de las canciones del Destroyer, el Creatures es el que está más representado en el set; es una canción que tocan con bastante frecuencia porque funciona muy bien en vivo. Faltó I Sitll Love You para tener un panorama completo del Creatures. Es una canción muy repetitiva, pero me encanta como suena la batería en la versión original; Carr tenía un sonido muy propio, fue una gran adición. Es una pena que lo hayan tratado tan mal, descartando sus composiciones y negándole su derecho a cantar.
Hell or Hallelujah, la única canción del Monster y la única canción nueva que incorporan, lo que me parece una pena. El Sonic Boom y el Monster son discos muy buenos, después de todo. Habría sido interesante incluir, para la ocasión, Modern Day Delilah. Con eso habría estado muy feliz, pero no se puede tener todo en la vida. También faltó Outta This World, canción de Tommy Thayer y el habitual duelo entre guitarra y batería; Tommy solo cantó un verso en todo el concierto.
God of Thunder, canción compuesta por Paul Stanley, valga la aclaración, como una suerte desafío lanzado por el bajista; curiosamente es la que mejor lo define: a modern day man of steel. Aquí la parte visual prevalece, es parte del ritual, el solo de bajo, la sangre, Simmons volando, es la glorificación del demonio; es el regalo de Stanley y el pilar de una sociedad muy lucrativa. Es una de mis canciones favoritas, sin duda la versión que más disfruto es la del Alive IV pues la orquesta realza el trabajo de la banda.
Do You Love Me? en lo personal, nunca me ha gustado esta canción y el Destroyer no es un disco que escucho con frecuencia. Para la banda fue una experiencia necesaria pues ahí se convierten en músicos profesionales. El método Erzin, es algo que volvieron a reproducir cuando las circunstancias así lo exigieron; profesionalismo, ante todo, tratar a los músicos como trabajadores, recompensar la sumisión y la lealtad. La única versión que suelo tolerar de esta canción es la del Alive IV, pues nuevamente la orquesta le da un toque interesante.
Love Gun, este disco sí me parece genial y es el que más escucho; aquí también lo visual prevalece, con Paul Stanley “volando” sobre el público. Siempre es un momento especial en el concierto. Considero que esta es una de las mejores canciones de Kiss, las guitarras y la voz se complementan muy bien; está muy bien construida y el solo de Frehley es excepcional.
Black Diamond, si Kiss debería ser recordado por una canción debería ser por esta y no por I Was Made For Lovin’ You. El disco epónimo lo tenía todo para ser un hit, menos la producción, pues no reflejaba el poder de la banda en escena. Black Diamond es una pieza crucial en el set, generalmente anuncia el final del show. Creo que tenía trece años cuando vi un especial de Kiss, de esos que hacía la Obertura del Siglo XX, quedé muy impresionado por el juego escénico, cuando Frehley se arrodilla para ejecutar su solo, aquel que da paso a la sección instrumental. Un simple gesto, puede cambiar el curso de una canción. Si Singer es un mejor baterista que Criss, no es un mejor vocalista y creo que su principal error es tratar de sonar como Criss; pero lo interesante de esta versión es que incorporan los arreglos de su contraparte ochentera, siendo una variante muy interesante.
Shout It Out Loud; como muchas de las canciones de Kiss, esta es muy repetitiva, muy rara vez escucho la versión en estudio. Todo el set es un compilado de grandes éxitos, más centrado en los setentas con sus pequeños guiños a los ochentas. En los 90 Kiss prácticamente desapareció; y un disco que deberían recuperar es el Carnival of Souls. Del Destroyer, prácticamente todas las canciones han sido interpretadas en vivo, lo han explotado hasta el cansancio. En raras ocasiones han interpretado canciones de The Elder, pero nunca se han escuchado versiones en vivo del Carnival y creo que ya es tiempo, de incorporar al menos una canción al set, ahora que se cumplen 20 años.
Rock and Roll all Nite, es la canción que suele cerrar casi todos los conciertos en casi todas las giras, infaltable y ritualístico, es también una de las características de la banda; sabemos en qué momento Simmons escupirá sangre, en qué momento Stanley romperá su guitarra. Es un espectáculo que conocemos, sin ninguna sorpresa y aun así quedamos satisfechos, aplaudiendo efusivamente y boquiabiertos. Es lo que ansiábamos y no fuimos decepcionados; el mismo Kiss de siempre, aunque más decaído con sus pelucas ridículas, ya con la vejez sobre los hombros.
Es grandioso y, sin embargo, me deja esa impresión incómoda de estar viendo a una banda tributo que trata de reproducir hasta en los mínimos detalles a una banda que dominó el mundo hace ya 40 años. Pese a ello, es uno de los mejores conciertos que tiene la banda, es la paradoja que simboliza bien mi relación con un grupo que sin descaro confirma y reafirma su lado empresarial.
El set acústico no es tan interesante, pues creo que nada podrá superar el impacto emocional y musical del Unplugged; la versión de Christine Sixteen es la más interesante, con un bonito juego vocal, y Love Her All I Can, rara vez interpretada en vivo y que también tiene su toque especial en su versión acústica.