viernes, 17 de septiembre de 2010

StarGazer – A Great Work of Ages (2010)

Australia, es un lejano país que en los últimos años ha contribuido enormemente a la escena metalera. Diversas bandas como Mortification, Razor of Occam, Destroyer 666, Portal, Impetuous Ritual, Astriaal, Be’lakor, Virgin Black, Psycroptic, Alchemist, Karnivool por nombrar sólo algunas, han logrado insertarse a lo largo de las últimas décadas, en sin fin de recovecos, listas, oídos, audiotecas, ipods, etc., demostrando el gran alcance y poder de su música.

Es así que ahora a esta lista, se propone sumar StarGazer. Los 3 músicos de la banda, Denny Blake (The Serpent Inquisitor) en las guitarras y voces, Damon Good (The Great Righteous Destroyer) en el bajo y voces también, y Selenium en la batería; le dan a este álbum, con sus respectivos performances, un nivel compositivo diferente, uno que le da el plus necesario como para demostrar su gran creatividad y cohesión.

Red Antlered Radiant. El trabajo del bajista es asombroso en todo momento del disco; éste acompaña las guitarras y sus melodías de manera no paralela, sino conjunta. Passing Stone - Into The Greater Sun. La batería incorpora percusiones adicionales que proporcionan a cada tema, ritmos y ambientaciones concretas. Pypes of Psychosomatis. Mientras, las voces están adornadas con reverberaciones y efectos, manteniendo y llevando los guturales gritos hacia pasajes abismales.

La progresividad y la agresividad interactúan de manera asombrosa en todas las canciones. Esta es una de sus características singulares. Refractive Convex Continuum. Si bien uno puede llegar a encontrar ciertas influencias de otras bandas conocidas, el despliegue musical de StarGazer es algo bastante particular de ellos. Chase for the Serpent Song. A lo largo del disco, éstas contienen pasajes que eventualmente van centrando la atención en su particular forma de pensar y posteriormente ejecutar metal. The Morbid Slither, The Sinner Slough.

“A Great Work of Ages” es un disco que no solo demanda justa atención por la compleja estructura y densidad de sus temas, la virtuosa capacidad de sus músicos y el esoterismo que los envuelve. Hue-Man-King. Sino que insta lograr una conexión seria de deleite, entendiéndose y trasformándose en otra de las mejores propuestas musicales del año. Formless Face of the Timeless Faceless.

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