lunes, 26 de noviembre de 2012

Deep Purple - Machine Head 40th anniversary edition (2012)



La primera vez que escuché el Machine Head fue más o menos en 1993; hasta ese momento tenía una relación distante con la música, era un verdadero ignorante en ese ámbito y ese disco logró calar tan hondo en mi imaginario que por mucho tiempo lo único que quise hacer fue escuchar música de ese periodo; mi encuentro con el metal fue un poco más tardío, pero el Machine Head fue un punto cardinal para definir mi percepción musical. Hasta el día de hoy sigo teniendo las mismas sensaciones cada vez que lo escucho, me sigue impactando el sonido de los teclados, algo que muy pocas bandas han rescatado, me sigue deslumbrado el trabajo de la batería, sigo pensado que Paice es uno de los bateristas más subestimados de su generación y sigo pensando que la dupla Gillan/Blackmore funciona mejor que cualquier otra en la historia de la música contemporánea. Cuando EMI anunció el proyecto, no dudé en ingresar a la página oficial para reservar mi ejemplar, sabiendo bien que muy pocas cosas podían ofrecer frente a la edición del 97; y ese es el mayor reproche que podemos hacer, la edición del 40 aniversario es un repacking. Los coleccionistas estamos familiarizados con el concierto del 9 de Marzo del 72, la primera edición –aunque es una versión incompleta– data del 80, fue reditado el 1992 y el 2001, remezclado y remasterizado el 2004. Las versiones sobran y una más no contribuye en nada, el sonido sigue siendo igual a la de la versión del 2004. Desde luego, es un documento muy interesante pues es el único que incluye versiones en vivo de Maybe I’m a Leo y Never Before, aprovechando la ocasión para promocionar el disco, la única canción que omiten es Pictures of Home por el simple hecho que a Blackmore no le gustaba tocarla en vivo y nunca la tocaron mientras él estuvo en la banda. La incorporaron por primera vez a finales de 1994, cuando Blackmore se fue tirando la puerta y fue remplazado por Satriani, en una asociación más que todo anecdótica. Maybe I’m a Leo también fue reincorporada en ese periodo, pero Never Before rara vez la han tocado en vivo. Además el concierto es conocido por ser la primera vez que incluyen a Smoke on the Water en el repertorio. La banda no tenía muchas expectativas para la canción, el single era Nerver Before, Smoke on the Water era una canción de relleno y sin embargo, es tal vez una de las canciones más conocidas de todos los tiempos.

En cuanto a la versión cuadrafónica, que salió al mercado junto con la versión estéreo a finales de marzo del 72, fue reditada el 2001,  luego el 2003 y por último el 2011; tampoco hay nada nuevo en ese aspecto, y al comparar ambas versiones sin duda hay algunos cambios interesantes pero son nimiedades. Lo novedoso en la edición del 97 fueron los remixes de Roger Glover y lo más interesante del caso fue que todo el disco fue remezclado, restituyendo el sonido en vivo que la banda quería capturar, de ahí la idea de grabar en el Casino de Montreux (donde nació el célebre festival de jazz). Los remixes le dieron una nueva vitalidad al disco y es la versión que más escucho; al eliminar los “fades” tenemos la impresión de estar en el estudio siendo testigos del proceso de creación y eso es lo extraordinario del disco, todas las canciones suenan como si hubieran sido construidas en una sola toma, sin trucos rebuscados o efectos especiales, que fue el gran defecto del Fireball, lo que explica la gran dificultad que tuvo la banda para adaptarlo a las exigencias del escenario. No obstante, la joya en la edición del 25 aniversario, fue When a Blind Man Cries. A Blackmore no le gustó esa canción y la sacaron del disco, por mucho tiempo circuló como un B-side; y en esa canción Gillan canta con una fuerza desgarradora pues restituye la atmosfera que imperó durante esas sesiones; es el epitafio del Mark II. La historia es conocida, el distanciamiento entre Blackmore y Gillan, que por poco termina con un  nutrido intercambio de golpes y que finalmente culminó con la salida de Gillan el 73, presa de un desgaste emocional se retiró de la industria musical hasta 1976, el mismo año en el cual Purple colapsa.

Un aire mítico circunda al disco, por ser el opus magnus de la banda, pero también el punto de quiebre; es la culminación de un proceso creativo que comienza en el In Rock, desatando una fuerza devastadora, galopante que ya anticipa mucho del trabajo musical de principios de los 80, un sonido frenético y agresivo. Muchos señalan que el Machine Head es un hito en la construcción y el desarrollo del metal, y es cierto cuando escuchamos canciones como Highway Star o Space Truckin’ pero el resto colinda con el blues. En vivo, es otra cosa y es la otra parte de la historia. Pocas bandas, en ese entonces, demostraban tal derroche de violencia y la gira del Machine Head es el testimonio de una banda en la cumbre de su carrera. Si bien la gira del Perfect Strangers es la más exitosa, para 1984 la banda ya estaba desgastada y esos conciertos no pueden comparase con el talento demostrado a principios de los 70. El Made in Japan, el disco gemelo del Machine Head, puso en el mapa a los discos en vivo y a partir de ese hecho casi todas las bandas siguen la tradición de incorporar por lo menos un directo a sus catálogos de venta y al respecto la edición del 40 aniversario puede ser más interesante. En 1993, dentro de la vasta campaña que inauguró la Deep Purple Appreciation Society, para reditar todos los discos de la banda, incluyendo muchos conciertos inéditos, salió al mercado un disco triple titulado Live in Japan que restituye casi en su totalidad las tres noches que tocaron en Japón (15, 16 y 17 de agosto de 1972) y que sirvieron de base para construir el Made in Japan. Desde entonces, la comunidad purplediana espera que esas tres noches se restituyan en su integralidad y es lo que puede aportar la edición del 40 aniversario, que según calendario, saldrá al mercado a finales del año que viene.

Esta versión del Machine Head no presenta nada nuevo porque casi todo el material de la época ha sido agotado, por el gran trabajo que hizo la Deep Purple Appreciation Society. Desde principios de los 90, sale a la venta un nuevo disco de la banda cada dos o tres años y ahora están remasterizando mucho del material publicado, anunciado también inéditos recién descubiertos, pero del periodo 69-76 muy pocas cosas quedan por descubrir pues el siguiente paso lógico es entrar en los 80 y según calendario también, el Perfect Sranger es el próximo disco que será actualizado, lo que ha generado mucha expectativa al anunciarse como un disco triple. Sin duda, lo único que en cierta medida justifica el precio pagado es el folleto de sesenta páginas que acompaña al cofre y detalla la historia detrás del disco, es un documento extraordinario y compensa, en la medida de lo posible, la decepción del DVD-audio que contiene sutilezas poco perceptibles sumando en total siete versiones diferentes del disco, siendo algo por demás innecesario. Es un golpe de marketing y para quienes no tienen el disco es la oportunidad, para los demás es un lujito, una joya, casi una obra de arte que uno deposita en un estante, de la cual uno se siente orgulloso pero nada más en el fondo.   

Pese a las falencias del packing, el Machine Head es sin duda un disco atemporal, cuarenta años después sigue sonando igual de bien y no es el caso de muchos discos que impregnados del sonido de la época son casi inaudibles a estas alturas. Dentro de las celebraciones, salió al mercado un disco tributo; siempre he sido muy escéptico con ese tipo de excursos, mas envuelto en el entusiasmo del momento, también ordené una copia. De manera sorpresiva, y ese puede ser uno de los principales reproches, el tributo comienza con Smoke on the Water, la versión que grabó Santana para su disco Guitar Heaven. Hace mucho tiempo que dejé de escuchar a Santana, pues su incursión en la popería me parece francamente repulsiva. Sin embargo, la versión no estuvo tan mala como yo esperaba; es muy fiel a la original pero con esas percusiones de fondo, un rasgo característico del Santana de antaño. Carlitos se merece muchas críticas por todas las cosas que ha hecho en su vida pero nadie puede negar que es un guitarrista excepcional; el solo es magnífico, el vocalista hace su trabajo y los teclados también. El disco me cautivó desde un comienzo, aunque hubiera preferido que arranquen con Highway Star, porque fue diseñada con ese objetivo. Chickenfoot, ofrece una versión muy interesante porque la tocan en vivo y esa canción adquiere mayor fuerza en el escenario; Hagar es un gran vocalista y emula los gritos de Gillan, Satriani no solamente puede calzar los zapatos de Blackmore sino también los de Lord. Es una versión muy similar a la que Purple podía ofrecer en los 70, frenética, violenta y devastadora. Luego el disco sigue el orden original de las canciones; Glenn Hughes y Chad Smith ofrecen una versión más pesada de Maybe I’m a Leo, y es claro que Hughes sigue siendo un gran vocalista, pese a los años y ese no es el caso de Gillan. La canción mantiene la estructura original y uno se dice que pudo haber funcionado en vivo durante la breve incursión del Mark III. Pictures of Home, cuya letra nunca fue del agrado de Blackmore, se trasmuta casi por completo. Nunca fui un seguidor de Black Label Society, pero ahora me entró la curiosidad pues su apropiación de la canción es muy interesante; el tempo es un poco más lento y da la impresión que uno está escuchando una canción totalmente diferente y creo que eso es lo más importante en los tributos, el objetivo no es reproducir nota por nota las canciones que alguien más grabó, más bien hay que reinventarlas, retroalimentado el proceso creativo. Never Before, es una canción que nunca me ha gustado, siempre la salto, muy poppy para mi gusto y esa era la intención: reproducir y superar el éxito que fue Black Night; The King of Chaos, un súper grupo formado para la ocasión y conformado por Joe Elliot, Steve Stevens, Duff McKagan y Matt Sorum, hace un gran trabajo, los arreglos superan a la versión original y el solo de Stevens es bestial. Que yo sepa, Deep Purple la tocó durante las dos primeras semanas de la gira y luego salió del set-list hasta el 2004, año en el que sorpresivamente tocaron todo el Machine Head, para luego descartarla otra vez. Es el ripio del disco y hasta el día de hoy pocas personas la toleran, y ese es el resultado cada vez que una banda intenta adecuarse para sonar en la radio.

Eso en cuanto al disco original, en al tributo, el punto más bajo es la versión de Smoke on the Water  de The Flamming Lips, es cierto no soy fan de la banda, pero la verdad es que le dan un giro demasiado turbio a una canción que es un ícono de la cultura popular; el resultado es muy bizarro, redundante y por tanto prescindible. Para Lazy, el intérprete es el más acertado, quien sino el señor Joe Bonamassa, el bluesman del momento, para darle el toque necesario a una de las canciones más emblemáticas de Deep Purple y el testamento más elocuente del rythmn and blues; fue diseñada para sustituir a Wring That Neck, el instrumental que caracterizó los conciertos entre 1969 y 1971, incorporando como su predecesora extensos duelos entre la guitarra y los teclados, “a masterpiece” por sí sola. La voz de Jimmy Barnes suena bastante bien, le da el toque necesario, algo que por desgracia Gillan ya no es capaz de hacer;  la canción suena muy bien incluso mejor que la versión de Purple. Space Truckin’ es una de esas canciones que escucho de manera intensiva y que nunca me voy a cansar de escuchar; claro la versión en vivo es colosal y supera por mucho a su contraparte en estudio pero es sin duda una de esas canciones que define una era; por ello, el hecho que sea Iron Maiden quien la interpreta tiene un carácter simbólico muy fuerte. Ambas bandas se parecen, pasaron por muchas vicisitudes antes de que pudieran estabilizarse, ambas tienen solistas fuera de toda norma, ambas cuentan con grandes vocalistas que establecieron un modelo, un patrón para todas las agrupaciones que surgieron en su entorno y ambas tienen un  sonido muy similar; Birch en la consola, es el sexto miembro para ambas bandas. Sigo pensando que el Powerslave es el Machine Head de los 80, ambas son obras maestras que condensan lo mejor de ambas décadas. Y como When a Blind Man Cries se ha reivindicado ante la historia, es la canción que cierra el disco y nuevamente es más que simbólico que sea Metallica el intérprete y la versión es excelente. Hay un bonus track en algunas ediciones, Highway Star con Hughes en las voces y el bajo, Steve Vai en la Guitarra, Derek Sherianian en los teclados y Chad Smith en la batería, no deja de ser interesante pues reproduce en estudio la versión del Made in Japan, aunque el disco funciona bien sin el bonus. En suma el Re-Machined Head es tal vez el mejor disco tributo que he escuchado en mi vida, junto con el Nativity in Black que salió hace algunos años atrás, quedé muy sorprendido con el resultado final.

Yo sé que a veces mi devoción por la banda es casi religiosa pero el legado de Deep Purple se expande por todas las ramificaciones del metal y es justo rendirle homenaje a una banda que ha sido opacada injustamente por los avatares de la historia. Mas queda un punto, dada la resiente desaparición de Jon Lord: el Concertoque será la segunda parte de este post. 



miércoles, 21 de noviembre de 2012

Negativity – DarkJazz (2012)



Un disco que causó polémica en el Abismo. Más que eso, yo diría que en algunos de los abismales incluso llegó a causar hasta cierta somnolencia. Sea cual sea el caso, en particular a mi me gusto mucho por lo por lo simple y lo emotivo de su propuesta.

Este es un proyecto procedente de Strasburgo, compuesto por un solo miembro, simplemente llamado Death4u, a quien desde el año pasdo acompaña Ophelia B. Los primeros trabajos de Negativity provienen del 2005 y hasta la fecha cuenta ya con varios discos, que van desde el black ortodoxo, pasando por el ambient, hasta terminar en este trabajo.

Como lo sugiere el mismo nombre, es una especie de jazz bien oscuro, bastante ambiental, lento y melancólico por momentos. El disco presenta algunas reminiscencias que hacen alusión al Modern Jazz Quartet, banda a la que siempre he amado, y posiblemente la principal razón por la que me haya enganchado a este disco.

Y sí, creo que existe una fuerte influencia del MJQ en este disco, basta con mencionar la segunda canción Slow motion, que recuerda casi de manera inmediata a la ya celebre Softly, as in morning sunrise o a los fragmentos más clásicos del Blues on Bach. Like a broken glass es otro de los temas que corren en esa misma línea.

La atmósfera que se crea en este disco realmente me mata. Es un disco en el que especialmente predominan los teclados, el piano, el xilofón y en algunos fragmentos hasta algún saxofón perdido entre tanta tristeza.  

Aparte de estos sutiles detalles, no se si incluso podríamos hablar de este disco y definirlo como de una especie de funeral-jazz, pero efectivamente este es un disco que te pega duro en el alma por su cadencia y por lo melancólico de su propuesta.

La banda sonora perfecta para uno de esos días tristes y lluviosos, en los que sientes que se te fue la vida, pero que más allá de ese cielo gris y nublado, empiezan a aparecer los primeros rayos del sol.

Escucha el disco en su Bandcamp



viernes, 16 de noviembre de 2012

Illimani Metal 2012: Sonido con altura!




Por quinto año consecutivo se realizará en la ciudad de La Paz, el Illimani Metal, un festival que año tras año va ganando mayor renombre a nivel nacional, por la calidad del sonido y por la calidad de las bandas que van participando año tras año.

El festival se realizará este sábado 17 de noviembre en el Estadio Lastra (Sopocachi, a pocas cuadras de la Red Uno). Se abrirán las puertas a las 4:00 de la tarde.

A parte de las excelentes bandas clasificadas, contaremos con la participación de dos de las bandas más representativas de la escena: Lilith (que además presentara el material de su próximo disco) y Armadura  

Contaremos también con una feria de metal, en la cual estarán disponibles los discos de las bandas, poleras, etc.

No te la pierdas. Apoyemos al metal nacional!!!

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Holocaust - (1984) White Hospital



Cada vez que escucho sobre algo que es Japones, es inevitable que se me venga a la mente “Seguro es una porquería rara y enferma”, y digo porquería, no en el mal sentido…o bueno a veces si (VER VIDEO, nota: soy yo? o ese pequeño wantan con camisa blanca esta pidiendo a gritos una cachetaaaaadaaa!!!!) 


Pero! una de las cosas que admiro de estos asiáticos es la gran habilidad que tienen de llevar las cosas al extremo. 
En este caso tenemos a Holocaust, una antigua banda Japonesa bastante desconocida conformada por Konagaya Jun y Kuwahara Tomo (si bueno yo tampoco se quien diablos son...pero cada uno sacó su disco de noise por aquellas épocas (igual de raros que este disco)) que solo cuenta con dos grabaciones “White Hospital” (1984) y “We wish you a merry x-mass” (1985). 

En este White Hospital (que le va el nombre perfectamente al disco por el tipo de música que presentan cofcofesquizofrenicoscofcof) tenemos una gran variedad de…la verdad no sé…pero “porquería rara y enferma” se me vino a la mente. Tenemos algo de folk, algo de noise, industrial, hardcore, la verdad que están locos. 

Tienen la frescura de presentar el disco con “Hymn of heaven” un track ambient misterioso y algo espeluznante, casi 3 minutos de “aaaah´s” y “de que va todo esto?”, lo peor es que termina con una linda melodía de órgano de misa, para qué? Para entrar con “Robotomy operation”, un conjunto de gritos con eco y batería programada bastante industrial (me asustó el cambio!), y no por eso desordenado e inentendible, tiene bastante ritmo…es más...voy a bailar esto ahorita mismo: iiiiiieee e e e e e -e-e-e-e-e-e-e-e-e!! ven? Se puede!. Sigue “Body and Flesh” con un sonido Folk y tribal muy bueno, sobre todo porque sirve de descanso para el ultraje a la orejita que te harán con “Transfer 15”, track bastante experimental donde usan White noise y una percucion a base de…ollas? Tengo hambre…bueno. Seguimos con "Holocaust", un tema en vivo…EN VIVOOO!!!! Que tal concha la de tocar en vivo eh?
 Es decir, me encanta escuchar esto en un disco porque puedes echarte, analizarlo, digerirlo en paz y al final disfrutarlo, pero tocarlo en vivo? 

-Holaaaiieeeaaeeeaa muy bueIeee(acoplación de guitarra)aaaaaieeeaaana banda no?iieeeeaaaaaaeeaaaaa.

-Qué? No escuiieeaaaaaeeeeeiiittsssssscho bieneeeeeiiiiiiiiitsssssss...

Creo que es una mala idea...en fin! Un track noise con guitarra que me hizo acordar a los grandes del grindcore noise (7 minutes of nausea, agathocles etc.) Seguimos con “Ginny Voice”, tema bastante creepy que definitivamente no lo escucharía en la noche…con las luces apagadas. “Fair Warning” otro track experimental con voces hardcore y percusión industrial, combinación que resulta bastante interesante…yyyyy para cerrar el disco “White Hospital” ambient noise experimental.

Que puedo decir del disco? Pues nada…Japoneses…quien los entiende?

Ey! No, si...se supone que algo tengo que decir de este disco. Pues si disfrutas con el noise experimental y te gustan cosas como
Merzbow, le entras al drone, o simplemente quieres molestar a la vecina pues esta es una excelente opción..a mi me gusto y me pareció interesante, sobre todo por la época...

Quieren un poquito de esta dulzura? pues ya...

viernes, 9 de noviembre de 2012

Fleshgod Apocalypse - (2011) Agony


NO ESCUCHES ESTO, a no ser que seas una especie de engendro parido de las fauces de Origin, The Faceless, Nile, Necrophagist o Hate Eternal y de las ablaciones de Tchaikovski, Wagner, Brahms, Mahler o Beethoven. Si realmente te animas, ten cuidado porque te llevará por un camino de perdición, ya sea que disfrutes o no del Brutal Death Metal o la música clásica (selecta, culta, etc.). Parece que el cine, drama, ópera o comedia italianas siempre te llevan por mal camino, en este caso del Metal.

Advertencia para los Brutal Death metaleros: No les gustará por la excesiva orquestación clásica que carcome tus tímpanos en todo momento, evitando que escuches los sublimes growls, virtuosos rasgueos y el intenso blast beat, esta infernal orquesta sinfónica es compuesta/grabada/sampleada por la genialidad de Christiano Trionfera (Guitarras) y Francesco Ferrini (Piano). Estarán perdidos si terminan de escuchar el disco porque deberán escucharlo una y otra vez hasta reventar sus tímpanos, sus cerebros y corazones, solo lograrán paz interior cuando conozcan cada contrapunto, frase, acorde y nota polifónica. Tu siguiente compra será la magnánima Novena Sinfonía, estás perdido!!!.

Advertencia para los que detestan la música clásica: No les gustará porque permitirá que abran su mente a nuevos sonidos exquisitos, extremadamente elaborados y que resultan un perfecto complemento al metal sinfónico que lamentablemente deberás escuchar hasta el final. Si escuchan con atención, no entenderán cómo puede lograrse una sinergia complementaria tan extrema, tendrán que apagar su equipo luego de escuchar la introducción (Temptation) exclusivamente instrumental, con suerte llegarán a la segunda pieza (The Hypocrisy) si soportan la persistente y consistente sinfónica que taladrará su cerebro hasta convencerlos de su error.

Advertencia para los que adoran la música clásica: No les gustará porque deberán abrir sus corazones a la intensidad brutal, permanente y sublime del Brutal Death Metal, no entenderán cómo puede ser que existan demonios como Francesco Paoli (Batería, Guitarra, Vocal) o Tommaso Riccardi (Vocal, Guitarras), que perforan sus tímpanos con la velocidad indescriptible del blast beat y las voces aterrorizantes de ultratumba. Si logran pasar el umbral de la tercera (The Imposition) o cuarta (The Deceit) piezas donde su única salvación será el salvavidas que tienden los acordes clásicos de los solos de guitarra que no podrán dejar de admirar por su virtuosismo, luego de esto estarán definitivamente perdidos en las fauces del brutal Metal.

Advertencia para los que detestan el Brutal Death Metal: No les gustará porque sus cerebros cerrados no podrán distinguir entre las increíbles similitudes que encontrarán entre la música culta y el metal que desprecian, si logran escuchar la exquisita quita pieza (The Violation) o la sexta (The Egoism), harán que sus oídos exploten por la intensidad, solo allí podrán parar ya que es la primera vez en el disco que hay un corte, haciendo parecer que hubieran escuchado una sola obra de 28 minutos. Si aún están vivos en este punto no habrán escuchado nunca un sonido como el de Paolo Rossi (Bajo, Vocales limpios) que aunque muy difícil de distinguir, resulta el vínculo perfecto entre lo sublime y lo agresivo. A esta altura, seguramente estarán muertos y descansando en uno de los últimos círculos del infierno de Dante.

NO LEAS LA LETRA, a no ser que entiendas la interpretación lírica de poemas épicos, si piensas que solamente existe una versión de los significados ocultos de las obras clásicas o si nunca has leído a Dante Aligheri. Facegod Apocalypse nos presenta una nueva visión sobre El Infierno, primera parte de La Divina Comedia (1304-1308), poniendo en términos actuales la obra original donde Dante visita junto con el poeta latino Virgilio y “describe al infierno que tenía una forma de un cono con la punta hacia abajo y los nueve círculos que poseía en los que son sometidos a castigo los condenados, según la gravedad de los pecados cometidos en vida” (La Divina Comedia – Wikipedia). Las piezas séptima (The Betrayal), la increíble octava (The Forsaking) y la novena (The Oppression) junto con el resto, nos brindan ejemplos claros de las descripciones líricas de estos círculos del infierno, actualizando la descripción de los orígenes de los castigos, desde el punto de vista del mismo Lucifer, quien se convierte en un eximio y eterno verdugo. Los cambios de voces (coros, guturales, canto limpio, voces femeninas) solamente exaltan las infernales letras que llevan a la perdición del inocente lector.

Con la esperanza de haberlos disuadido de escuchar esta agresiva y sublime fusión de Neoclasisismo con brutalidad intensa, esperando que no se conviertan en engendros como yo, que no pueden dejar de disfrutar todas y cada una de las piezas de principio a fin, inclusive el exquisito solo de piano que compone a la décima pieza (Agony). Desde la tentación hasta la agonía, el camino que recorro diariamente en los círculos del infierno de Dante en cada ocasión me emocionan más, me llevan a un estado de éxtasis y casi siempre hasta las lágrimas, como última disuasión piensa en esta paradoja: “Si vis pacem para bellum” (The Deceit, Agony, 2011).


lunes, 5 de noviembre de 2012

Pig Destroyer - The Diplomat (video)

El nuevo video de Pig Destroyer, proveniente de su más reciente álbum Book Burner, rinde tributo a unas de mis películas favoritas. Definitivamente a esta banda hay que tomarla en serio.



Anteriomente en el Abismo, Dieguex hizo un review de su disco Terrifyer

viernes, 2 de noviembre de 2012

Wo Fat – The black code (2012)


Reconozco que no soy un seguidor del stoner, pero este fue uno de esos discos que me enganchó a la primera escuchada. Yo ya conocía a esta banda por algunas referencias, principalmente por su anterior disco, Noche del chupacabra. Investigando un poquito más, me sorprendió el hecho de que la banda era mucho mas joven de lo que suponía. Sin embargo pareciera que esta es una banda muy activa y de hecho este Black Code resulta ser ya su cuarto trabajo.

Procedentes de Dallas, Texas este es un trio formado por el violero y vocal Kent Stum, el batero Michael Walter y el bajista Tim Wilson.

Nos encontramos ante un disco alucinante. Evidentemente, el disco se mueve dentro del stoner estándar, sin embargo guarda una marcada diferencia respecto a las bandas stoners de la costa oeste. Su sonido, el estilo y sus influencias, van por otro lado.

Lo primero que destaco en este trabajo es el excelente trabajo del guitarrista, un violero de primera, que evidentemente creció bajo el aura de los bluesman sureños y de los grandes héroes de la guitarra de los sesentas y setentas. Por momentos, es posible escuchar destellos a lo Jimmy Page o a Hendrix, pero principalmente se nota una marcada influencia del gran Alvin Lee y sus Ten Years After.

Este Black code, es un disco de stoner con un marcado tinte blusero, incluye además algunos elementos más cercanos al sludge y al groove, lo cual no me sorprende en lo más mínimo, después de todo ¿estamos hablando de una banda sureña, no? 

El disco consta de cinco temas, bastante largos que dan lugar a que los tres miembros de la banda se explayen a sus anchas. El disco es todo un viaje, de lo más placentero y reconfortante.

De estas cinco canciones, definitivamente me quedo con The shard of Leng. La trama que envuelve a esta canción y el desarrollo de la misma en sí, es realmente alucinante. Un viaje nebuloso a los fríos desiertos de la Meseta de Leng, a esa región arcaica y primigenia. Una región terrible, habitada por extrañas criaturas al servicio de un maligno Sacerdote. Un páramo helado, siniestro y enloquecedor que tan bien nos describe Lovecraft.

En fin, más allá de estas historias, nos encontramos ante un disco realmente bueno. Estos vaqueros, no escatiman recursos y exploran la aridez del estilo con muy buenos resultados, logrando que esta experiencia auditiva sea bien recompensada.