Split Vestiges / Panopticon (2013)

En lo personal uno de los splits que más me llamo la atención en lo que va del año. Vestiges es una banda norte americana procedente de Washington, ya un tanto conocida por una serie de splits lanzados anteriormente.

En esta oportunidad, nos presentan dos temas, simplemente llamados VII y VIII. La primera, instrumental, es una aproximación al post-black, una especie de intro en un plan entre el drone, el ambient y el post-rock. La segunda, introduce a la banda en los caminos del típico black metal más ortodoxo. Nada fuera de lo común.

Mi verdadero interés radica en la segunda banda: Panopticon. El año pasado ya me había fijado en esta banda gracias a su disco Kentucky (Top del 2012), en el cual, Austin Lunn, nos presentaba un black metal, con algunos elementos propios del bluegrass, lo que le daba al disco un aire bien interesante.

El cambio de orientación, se hace palpable en las tres canciones que presenta. Aun que la producción no es de las mejores, pareciera que la nueva dirección que ha tomado Lunn, está más orientada hacia el post-black. Kentucky quedó atrás, esto es otra cosa. Las canciones que aquí se presentan, son mucho más profundas, las guitarras son mucho más melódicas y casi limpias por momentos.

La atmósfera está mucho más trabajada, con una trama más ambiental, con unos teclados de fondo que no se si en realidad confiere a las canciones un aire mas épico o místico. La estructura misma de las canciones, tiene por así decirlo, la receta típica, una parte intensa, una parte más ambiental y melódica al centro (por no decir, post) que va evolucionando hasta volver nuevamente a lo duro. Es post-black!!!

Otra de las cosas interesantes es el cambio en la voz. Ya no es tan chillona como antes, sino mucho más grave y además con una leve distorsión, que pareciera influenciada por un ilustre personaje de Chicago, bien conocido por todos nosotros.

En fin, posiblemente este no será un top del año, pero si es interesante como punto de referencia, para ver que es lo que está pasado actualmente en los Estados Unidos. Daría toda la impresión que este es el estilo que está empezando a predominar en la escena de la USBM. Habrá que estar atentos al próximo disco de Panopticon, que seguro traerá más de una sorpresa.

Bandcamp  

Rotting Christ - Κατά τον δαίμονα εαυτού (2013)

Rotting Christ puso a Grecia en el mapa del metal, Theogonia (2007) es la obra que marca el pináculo de una carrera iniciada hace más de veinte años y cuyas raíces descienden hasta el mismo infierno; comienzan como una banda de black metal, irreverente y salvaje. Pudieron estancarse y caer en la banalidad, como muchos de sus pares, hasta convertirse en un parco recuerdo, el escuálido reflejo de una imagen decadente y convencional. Pero ellos lograron ampliar sus horizontes musicales, incorporando elementos góticos y melódicos, algo que aprecio mucho en el metal contemporáneo. Rompiendo esquemas y barreras falaces, esta banda pudo acuñar un sonido fuera de lo común, con esa fuerza despiadada y diabólica que le confiere una atmosfera densa, saturando todos los sentidos en esa descarga inclemente, un torrente brutal. Es hipnótico y casi irreal.

La primera vez que escuché el disco tuve la impresión de presenciar la marcha de Ares sobre un campo devastado, contemplando los cuerpos mutilados, la sangre vertida, la glorificación de la muerte, del sacrificio heroico de aquel que combate por un ideal. Y la risa burlona de Tánatos, el vacío aciago; la vacuidad carcomiendo la existencia. El disco tiene una cadencia marcial, es un combate entre fuerzas antagónicas y esas guitarras en perfecta sincronía, una estructura clásica y elegante, junto con esos cánticos abismales; épico hasta en los más ínfimos detalles. Κατά τον δαίμονα εαυτού, sigue la línea que impuso Theogonia y Æalo, placas que revitalizaron plenamente a una banda que tuvo un fuerte impacto a mediados de los 90 con esa obra sensualmente tétrica y escabrosa, Triarchy of the Lost Lovers. Aunque la discografía de Rotting Christ es excelente Theogonia es un punto de inflexión, eleva los estándares del grupo y lo lleva hacia una nueva etapa

 

Sin duda, este es uno de los mejores discos en lo que va del año, es impetuoso y bestial, refleja a una banda en el punto culminante de su carrera; pese a los problemas internos, Sakis Tolis toca todas las guitarras, el bajo y los teclados, lo que le da una cohesión peculiar al disco, Rotting Christ todavía tiene mucho que ofrecer. Es un titán con una fuerza descomunal cambiando el paradigma sobre el cual se sustenta el metal.