Bueno, mi determinación del año es poder escribir y publicar más; por ello, en lo posible voy a escribir por lo menos unas cuantas líneas cada vez que se dé la oportunidad; y comienzo con esta banda legendaria aunque no tan legendaria como algunos de sus contemporáneos.
El problema principal de Marduk es el hecho que no resalta entre todas las bandas de black; tiene un sonido muy genérico. Y justamente uno de los grandes problemas del black purista es lo difícil que es diferenciar a una banda de otra, todas juegan sobre el mismo canon y es demasiado repetitivo. Estos últimos años he desarrollado un gusto por el black, eso es innegable, pero la verdad me gusta más cuando una banda trasciende las fronteras de su propio género y construye algo nuevo; es lo que hizo Primordial, tienen un sonido tan característico que imposible no reconocerlos, y es lo que están haciendo los Ne Obliviscaris, sin mencionar a los Deafheaven y el legado de Nachtmystium. Mientras que Marduk parece ser una banda estancada en el pasado, en un imaginario y en un sonido que ya fueron superados; estaba entusiasmado por el nuevo disco pero en el fondo sabía que no iba a traer nada nuevo. Los Marduk están demasiado cantonados en lo que son, una banda de black sueca como muchas de las bandas que surgieron en esa época.
No puedo decir que el Frontschwein sea un mal disco, pero es muy similar a todo lo que Marduk ha hecho hasta el momento; el Serpent Sermon tenía sus pequeñas sorpresas y sigo pensando que Temple of Decay es una de las mejores canciones que ha compuesto la banda; y el Wormwood fue uno de los mejores disco de black del 2009, pero el Frontschwein me deja con una impresión incómoda de monotonía. El black causó un impacto por la fuerza bruta satánica que desencadenaron y por el movimiento político que generó, el nacionalismo nórdico con sus innegables matices neonazis. Desde el asesinato de Euronymous hasta los pasquines ultranacionalistas de Vikernes, pasando por el corps paint y ese gusto demoledor por lo profano, el black deja su huella indeleble en la historia de la música; es su expresión más violenta. Los 90 fueron un periodo propicio al surgimiento de géneros cada vez más extremos; pero ahora los 90 están ya lejos y esta estética es casi arcaica.
Marduk es una gran banda y el Frontschwein es un buen disco pero no creo que genere un impacto memorable. Lo escuché, lo disfruté y ahora lo guardo en una gaveta y no sé si lo vuelva a sacar.