Para poder ir redondeando los
excelentes aportes de mis compañeros moradores de los abismos, y mencionando
que estoy plenamente de acuerdo con todos sus aportes, en cuanto a los firmes principios
del género, hecho que ha mantenido al propio género reinventándose y evolucionando
en su propia senda a mano izquierda… y
como bien dice el Dieguex, ahí sin necesidad de revivals u otras cosas que sí han sucedido con otros géneros y
subgéneros metaleros.
En este sentido, quería compartir
una reseña que la vengo armando desde hace tiempo, de un disco que considero
fundamental desde todo punto de vista para el género death metal.
Carnage – Dark Recollections (1990)
En esta tarea investigativa de ir
encontrando ciertos patrones de influencia musical, de discos que a la larga se
convirtieron en cimientos para determinado género metalero, y que su influencia
puede verse más de 20 o 25 años después de su salida; en cuanto al death metal
y más precisamente al death metal sueco, hay un disco que sin duda tuvo y sigue
teniendo un impacto determinante, el “Dark Recollections” de los Carnage, un álbum de 1990 y que junto a
discos como “Left Hand Path” de los poderosos Entombed, el “Like an Ever Flowing Stream” de los Dismember, e incluso el “Summerian Cry”
de los queridos Tiamat, son los
puntos de referencia directa para entender qué sucedió con esa rama del death
metal y con toda la movida que actualmente viene con fuerza.
Con un line-up para este disco, que
luego tendría un devenir clave para el mencionado subgénero y el metal en
general: Fred Estby en la batería (Necronaut,
The Dagger, Shubniggurat, The A-Bombs,
The Clint Eastwood Experience, ex-Dismember,);
el gran Michael Amott fundador de la banda, guitarrista y quien grabó el bajo
para este disco (Arch Enemy, Spiritual Beggars, Black Earth, ex-Candlemass,
ex-Carcass, ex-Disaccord); David Blomqvist en las guitarras (The Dagger,
ex-Dismember, ex-Entombed); y Matti Kärki en las voces (Murder Squad, ex-Dismember, ex-Berbe,
ex-General Surgery, ex-Therion, ex-Carbonized); se juntaron con la clara idea de tener 10 temas de
pura caña, donde se empezaría a conjugar con los tiempos de los ritmos, las
melodías de las guitarras, la pasión por la oscuridad y la muerte como guías
temáticos principales, elementos claves.
Este “Dark Recollections” también
tiene hitos importantes en cuanto a producción y estética… producido por Tomas
Skogsberg (cuán importante fue y es ese su Sunlight Estudios…) y su portada igualmente
concebida y dibujada por el gran Dan Seagrave ya marcaría pautas en varios aspectos.
Un disco orgánico que posee la capacidad de hacernos dar cuenta de la comodidad
que encontramos en las oscuras cavernas, alejadas de los espacios iluminados
por máquinas.
Canciones como Deranged From Blood y su inmortal riff
de inicio; la brutal Infestation of Evil;
la directa y ofensiva Torn Apart; la sempiterna
Death Evocation o la Blasphemies of the Flesh, son solo
algunos ejemplos de un todo, una totalidad que ejemplifica odio, oscuridad, muerte,
violencia, y un sinfín de conceptos y sensaciones que hoy en día dirigen los
hilos del death, la banda sonora perfecta para el fin de los tiempos y que
hasta hoy en día, 27 años después de su salida, sigue mostrando cómo se debe
hacer un disco de death metal.
Por lo que para todos aquellos fans
de este maravilloso género, y que todavía no escucharon esta joya, por favor éntrenle
con todo, verán que varias cosas sueltas en sus cabezas irán cerrando.