Veld – Daemonic: The Art of Dantalian (2015)
Hace no mucho tiempo atrás, estábamos reflexionando sobre el death, sus repercusiones y su legado en la escena contemporánea. En las investigaciones que derivaron, hallé este disco. El más reciente de esta banda polaca, inserto en una larga tradición de brutalidad y perfeccionismo técnico. Aquí lo que destaca es el contenido lírico y desde las primeras notas nos vemos invadidos por esa atmósfera que grita blasfemia; escupiendo en el legado de dios, ese ser corrupto y retorcido.
Sin duda, tiene un contenido melódico, algo que lo diferencia de otras bandas del rubro, con elementos sinfónicos, aunque sin bajar de intensidad. Furia primigenia, escarbando en las entrañas de dios. Sin salir mucho de las normas habituales, este disco sobresale por la calidad del sonido y por toda esa construcción narrativa que propone una interesante reflexión sobre esa extraña relación entre el ser humano y su divinidad, ese ser intangible que cuida de nosotros, dejándonos sumidos en el sufrimiento. Hay algo profundamente perverso en esa exaltación del dolor, condición necesaria para acceder a los cielos; dónde está tu dios cuando te enfrentas al verdugo.
Blasphemium - Crowned by the Serpent (2016)
La blasfemia es más usual en el black, siendo un cuasi requisito para el género. Segundo disco de esta banda española. Al igual que en el caso anterior, hay elementos melódicos que le dan cuerpo a las canciones y todo ese trasfondo sinfónico es sublime. Las canciones están muy bien construidas y es un deleite escucharlas de corrido. Sin duda fue una agradable sorpresa, a nivel musical tiene un buen sonido, solos muy bien ejecutados, secciones instrumentales muy bien logradas, elementos que lo alejan prudentemente de los vicios habituales del black.
Claro a nivel lírico, es la glorificación del mal, nada inusual para el género. Satanás en todo su esplendor. Treintaicuatro minutos de pura brutalidad, un riff bestial tras otro; es un disco excelente, a todo nivel. Aunque un poco plano porque hay cientos de bandas que suenan a lo mismo y plantean la misma reflexión, el black pude ser tediosamente repetitivo y predecible, pero creo que el disco merece mayor atención y de hecho lo escucho con bastante frecuencia.
Ex Eye (2017)
Aquí entramos en terreno desconocido, en un género que nace por la fuerza misma del saxofón de Colin Stetson; es más creo que nunca había escuchado tocar el saxofón de esa manera, es una innovación musical y técnica, con estructuras bastante complejas. Es un disco que descubrí muy tarde y es una pena, creo que es la banda revelación del 2017 y de hecho fue recomendada en varias listas, con justa razón.
Yo creo que todo género debe reinventarse para no caer en la morosidad y el conformismo; todavía debatimos sobre la relevancia del metal o del rock en la escena contemporánea, muchos críticos y músicos siguen estancados, no logran comprender que la música ya no es industria que produce mercadería estándar, hoy es más un impulso emprendedor y ofrece un producto altamente personalizado, adecuado a los gustos de un público muy particular. Tal vez no te conviertas en una superestrella, pero ese nunca fue el objetivo.
Este pudo haber sido el disco del año, porque realmente sobresale al ser una propuesta única, con un sonido tan peculiar que es casi imposible imitar. Con ello, el saxofón entra de manera triunfal al metal, lo que no siempre es del agrado de la vieja guardia ultraconservadora. Romper esquemas y moldes, siempre fue el trabajo del artista. Tal cometido requiere herir sensibilidades y tomar riesgos. Me parece que todo lo que Stetson hizo todo este tiempo desemboca en este disco, en el sonido que vino construyendo y que ahora tiene la posibilidad de expandir a otros niveles. Es el punto culminante de su carrera, pero tan solo es un inicio.
Inquinamentum – 8342 (2018)
Esta es una banda rara con un sonido muy peculiar, una suerte de black cuasi cristalino si es que vale la descripción. Debo decir que el Void es un disco que aprecio mucho, y me parece que tiene un sonido muy pulcro, como para sacar de onda a cualquiera. No es fácil proponer algo nuevo, un sonido que destaque entre la enorme cantidad de música; y esta banda inglesa hace un black metal que no encaja con el sonido típico del género. Desde la primera canción, que es un prólogo, ya quedamos francamente desconcertados; es metal posmoderno, toma elementos de varios géneros, tiene algo de sinfónico, de heavy, de power, de folk y unas partes melódicas sublimes; todo ello, sin dejar de ser black. Es un viaje épico por la desolación mortecina del ser. Una experiencia de la que uno sale exhausto, pero complacido y sereno.
Este disco, por lo visto, pasó desapercibido y sin embargo, tiene cosas extraordinarias y vale la pena escucharlo, aunque sea de rebote, podría entrar entre los mejores discos del año pese a que queda un largo trecho por recorrer; sin duda es un disco monumental, es la glorificación del género transmutado en un objeto híbrido, arrogante y pendenciero, suntuoso. La verdad, me encantaría tenerlo en disco, por desgracia solo está disponible en formato digital, desde bandcamp.