lunes, 5 de diciembre de 2016

Rainbow - Memories In Rock, Live In Germany (2016)


Para nadie es un secreto, Blackmore se fue tirando la puerta el 75 cuando Glenn Hughes le arrebató el control creativo de la banda que ayudó a formar. El 93 lo hizo de la misma manera, descontento por la dirección musical del Battle Rages On y por la falta de profesionalismo de Gillan; se fue en medio de la gira. En ambas ocasiones Rainbow cubrió el vacío, pero el 97 el guitarrista tomó la decisión irrevocable de alejarse por completo del rock. Junto a su esposa, ha sacado diez discos en estudio y tres en vivos, pero lo que los fans reclamaban de manera muy insistente era el regreso de Rainbow, puesto que su otra banda tiene una orientación musical bastante extraña. Justamente, el 97, todo apuntaba a una reunión del line-up clásico, él que grabó el Rising, que se vio truncada con la muerte de Cozy Powell. Durante un tiempo se rumoreó sobre una posible reunión con Dio, el vocalista la desmintió en reiteradas ocasiones; nunca se concretó pues ninguno de los dos tenían la predisposición de revivir ese pasado. 

Pero Blackmore tiene que enfrentar lo que es: una leyenda del Rock, y desde hace algunos años barajaba la posibilidad de hacer un par de shows solo por mantener viva la nostalgia. Sigo pensando que el momento propicio era el concierto tributo a Jon Lord; él y David Coverdale fueron los grandes ausentes, pero sabemos que Blackmore nunca más compartirá un escenario con Gillan. Coverdale pudo hacer las paces con su pasado, ahora Blackmore también lo está haciendo y la verdad es que disfruté cada momento de este concierto. Es un Rainbow bastante melódico y a ratos le falta fuerza pero sigue siendo grandioso; pero aquí lo que realmente se destaca es la voz de Ronnie Romero, después de Dio es el mejor vocalista que ha tenido la banda. Tiene la presencia escénica y un amplio registro vocal, lo que falta es la agresividad de Blackmore. El guitarrista está en el mejor momento de su vida, hace la música que siempre quiso hacer, tiene una esposa que lo venera y le importa un cuerno lo que opinen los críticos y los fans; en pocas palabras está feliz y creo que Blackmore toca mejor cuando siente rabia y frustración. 

Igual, me es difícil contener mi emoción cuando escucho las primeras notas de Highway Star, es la primera vez que Rainbow la toca en vivo, y es una versión muy interesante. Nadie puede llegar a los tonos de Gillan pero Romero hace un gran trabajo. El solo de guitarra me pareció muy pulcro y técnico, pero es otro momento en la vida del guitarrista y lo aceptó sin prejuicios, sería tonto pensar que va tocar con la misma fuerza e intensidad, como lo hacía el 77. En el set-list, solo dos canciones de la segunda etapa fueron incluidas; a Spotlight Kid, la única canción de la era Turner, le falta fuerza. Sin duda la mejor versión disponible es la del Boston 81 que salió este año precisamente para el deleite de los fans. Aunque nunca me gustó la voz de Turner ni el viraje hacia el pop, a esta canción le tengo cariño. La otra canción, de la efímera era Bonnet, es Surrender; es lo que causó la ruptura con Dio, ese viraje a un sonido más comercial. Dio se rehusó a cantarla y salió de la banda; en su momento Bonnet, fue un gran reemplazo pero Blackmore no estaba dispuesto a tolerar borrachos. Nunca me gustó esa canción, pero es infaltable, es el primer gran éxito de Rainbow y Romero la canta muy bien. 

Pero es con Mistreated y Stargazer que Romero se ganó mi respeto; son canciones difíciles de cantar y lo hace de una manera extraordinaria, con un vigor y una potencia muy similar a la de Dio. Ambas canciones están entre los puntos más destacados de este concierto. Son canciones que rara vez fueron interpretadas en vivo después del 78, aunque Graham Bonnet tiene una excelente reedición de Stargazer disponible en el Donington 1980, que también salió al mercado este año. Para todos los fans de Rainbow este ha sido un año fenomenal. También cabe destacar el pequeño tributo que le hacen a Dio en Man on the Silver Mountain, fue un bonito y emotivo detalle. El concierto tiene un sonido muy limpio, tal vez demasiado, pero lo único que ha despertado críticas son las canciones de Deep Purple, tomando en cuenta que hay una versión activa de la banda que interpreta noche tras noche Perfect Strangers, Black Night y Smoke on the Water, no satisface el interés del público, deseoso de escuchar canciones que no son interpretadas con tanta frecuencia; la única rareza, porque Gillan ya no está en condiciones de cantarla, es Child in Time. Si Romero es un gran vocalista, nadie puede llegar a esos tonos. Lo que sin duda faltó, son las canciones del Mk III, Burn y Soldier of Fortune

No obstante, ver y escuchar este concierto es una experiencia indescriptible. Rainbow siempre será la contraparte de Deep Purple y en vivo podían ser igual de ruidosos. Los tres primeros discos, son clásicos del Rock y una adición más que necesaria para cualquier coleccionista de ese periodo. Este Rainbow viene de los años que Blackmore pasó construyendo melodías, más relajado y enamorado, por eso suena diferente;  el Mk VIII de Deep Purple tiene un sonido más potente y siguen dando un gran espectáculo. Atrás quedaron las rencillas del pasado pero es la primera vez que tenemos a Purple, Hughes, Whitesnake y Rainbow rivalizando en los escenarios. Es el último round, porque tiempo ya no les queda.   



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