Armar estas listas nunca es una tarea sencilla, hay que desempolvar discos, asignarles un orden y al final nos damos cuenta que muchas cosas quedaron fuera, que tal vez no fuimos justos con muchas bandas; el resultado no siempre es el esperando. Es frustrante, pero es parte del ejercicio: recopilar, escuchar, compartir. Más que cualquier otro género, el death es mi conexión con el metal. Hubo un tiempo el cual todo lo demás me parecían mariconadas, hubo un tiempo en el cual también me olvidé que ahí, en esa furia primigenia, se esconde mi esencia. Hubo un tiempo de ensueños y hay un tiempo para el recuerdo.
20. Nile - In Their Darkened Shrines (2002)
Cuando descubrí este disco ya me había alejado del metal, persiguiendo un sueño bohemio, me perdí en el camino y olvidé quien era. Fue mi hermano, que ese momento estaba en plena exploración metalera, que me pasó una copia. Creo que Nile es una banda infravalorada, y tienen muy buenos álbumes, un gran despliegue técnico, letras muy interesantes. Yo me quedo con este disco, pues después de años de haber explorado música y de haber escuchado las mismas cosas una y otra vez, me sentí muy cómodo con esta brutalidad. El álbum en sí es extraordinario, me gustó mucho el concepto, la forma como las canciones van progresando. La canción epónima, es realmente una obra maestra.
19. Beyond Creation – Earthborn Evolution (2014)
Esto es una monstruosidad de principio a fin, realmente me dejó muy impresionado. Yo creo que es un salto cualitativo en el death, puede ser exagerado de mi parte, pero creo que todas las canciones brillan de una manera muy distinta al típico sonido del género. Hay algo realmente innovador, una vertiente que podría generar muchas cosas; espero que la banda no se estanque, pues promete mucho. Algo que valoro del tiempo en el cual vivimos, es que las fronteras musicales se han diluido casi por completo. Hasta hace algunos años reinaba un conservadurismo arcaico en el apacible mundo del metal. La olea progresiva lo cambió todo, ya que recaba los mejores elementos de géneros muy diversos, para crear algo nuevo. Es la era de la diversidad y no lo podemos negar.
18 Origin – Antithesis (2008)
El arte no sería tal si una pizca de pedantería, de arrogancia intelectual; y la música parece ir en esa dirección, más complejo y rebuscado, pero también más hermético. Produce bodrios ininteligibles, es cierto; sin embargo, los tiempos de la simplicidad ingenua creo que quedaron atrás. Yo creo que este disco muestra muy bien la evolución del death en los dosmil, controvertido, cínico, demasiado técnico y a ratos caótico; como alguien lo dijo por ahí, es una gema moderna, tal y como debería sonar el género, en un nuevo contexto impregnado de la oleada progresista. Estamos en otra etapa y no podemos seguir pensando que las bandas van a seguir estancadas en un sonido anacrónico. Origin, es una banda muy sólida en la escena metalera y uno de los grandes pilares del sonido contemporáneo.
17. Krisium – Conquerors of Armageddon (2000)
Simple y pura brutalidad. Siempre me han gustado las bandas ruidosas y cuando me topé con el death todo lo demás me parecía bastante suave y casi inaudible. Eran los tiempos de lo extremo y cuando descubría, una banda la escuchaba hasta el cansancio; hasta que los oídos sangren. En ese entonces estaba convencido que en el metal no había cabida para melodías ni mucho menos para teclados ni armonías vocales que no fueran guturales. Era un purista fanático, despreciando todo aquello que no entendía. Con todo, este es un disco que disfruto y si bien he tomado distancia con la banda, siempre vuelvo a mis raíces, aquello que moldeó mi forma de hacer y de obrar.
16. Cryptopsy – None So Vile (1996)
Yo creo firmemente que este disco marcó su época. En un momento en el cual el estilo se está definiendo, este álbum marca su propio hito, es una de las piedras fundamentales de la vertiente técnica. Un antecedente del cual surgirán muchas bandas. El death, es estructura, es técnica y es un método. La velocidad es un aliciente y en el centro de toda la composición está la batería. Como un viejo baterista frustrado, es una de las cosas que realmente me dejaban perplejo, pues no podía entender como un ser humano podía memorizar todas esas partes. Música de otra dimensión, de otra realidad; es un disco que muestra bien todo el potencial de la banda y del género.
15. Gorguts – Colored Sands (2013)
Monstruo sagrado, ícono de una era; es difícil escoger un disco porque Gorguts lo ha demostrado un sinfín de veces, es una de las mejores bandas de la escena metalera. Este álbum fue una sorpresa, el regreso de una leyenda que parecía muerta y fue demoledor. El disco inaugura una nueva etapa y muestra bien que la banda no ha perdido relevancia, puede encajar en la escena de los años dosmil. Rebasó todas mis expectativas y fue a posicionarse firmemente en el top de ese año, con justa razón. La placa provocó sus controversias y no podía ser de otra manera; hay que ser claros al respecto; la banda tuvo su época clásica, pero la fuerza creativa es Lemay, es su proyecto. Yo creo que el disco está muy bien logrado y renueva mis expectativas de la banda, eso sin hablar del EP que salió el 2016 y que fue otra bestialidad.
14. Septicflesh – The Great Mass (2011)
Igual, difícil escoger un disco; de gustos nada está escrito y éste es el que más disfruto, el que más escucho, después de todo y es complicado explicar el porqué. Esta banda la descubrí tarde, cuando salió el Titan, disco que no fue muy bien acogido por la crítica. En ese momento me encontraba ya receptivo a las fusiones y la verdad es que, la idea de hacer death metal sinfónico, me pareció grandiosa. Y lo que destaca, es el trabajo de los arreglos, la orquesta suena muy bien. Creo que ambas partes se complementan a la perfección. Soy un aficionado de la música clásica y también de la violencia psicótica, y creo que ambos mundos pueden convivir. Algo que realmente sobresale, frente a otros trabajos sinfónicos, que simplemente adornan el sonido, como lo harían unos teclados de fondo, es que la orquesta tiene un papel protagónico, es parte de la estructura orgánica de la banda.
13. Obituary – Slowly we Rot (1989)
Banda controvertida, sin duda, pero es uno de los pilares del género y no hay quien lo pueda negar. También es un disco cliché en las listas metaleras, no es mi preferido de Obituary, aunque desde el inicio crea una atmósfera muy peculiar y creo que la diferencia fundamental con otras bandas es la voz, que le da un sonido de muy propio. Adoro la manera como John Tardy canta, es cierto también que frente a otras bandas Obituary tiene un sonido más plano. En el fondo creo que es una banda bastante accesible y creo que por eso mismo me gusta, encajaba bien en el ideario musical que tenía a principios de los noventa; es el sonido que ha acompañado gran parte de mi adolescencia y al cual siempre vuelvo.
12. Obscura – Cosmogenesis (2009)
Obscura, desde un inicio se posiciona como una de las mejores bandas de technical death metal. Algo que me llamó la atención, pues nunca había escuchado algo así, es la presencia dominante del bajo. Quedé agradablemente sorprendido y me volví fan de la banda. Este fue el primer disco que escuché, en un momento en el cual hacía las paces con el metal más extremo, y es un disco que disfruto mucho. A raíz de este descubrimiento, comencé a explorar más bandas y todo un universo se abrió ante mis ojos, pues algo que no había tomado en cuenta hasta ese momento, era la existencia un death metal progresivo. Obscura es una de mis bandas favoritas, muy anclado a un momento de mi vida, a una etapa de reconciliación, por ello, una lista es una experiencia muy subjetiva.
11. Vader – Welcome to the Morbid Reich (2011)
Banda de renombrada trayectoria, Vader es ya un sinónimo de brutalidad y es el tipo de death que me gusta escuchar, salvaje y corrosivo. Yo creo firmemente que es este álbum es un punto muy alto en la carrera de la banda, seguido muy de cerca por el Litany que es otro disco fenomenal. Una de las críticas usuales, es que el género es demasiado plano y es cierto que escuchar puro death metal, es bastante aburrido. Pero lo mismo podemos decir de cualquier estilo de música. Yo me hastío fácilmente y me gusta explorar, pero Vader tiene una forma de componer que encaja muy bien con mi trajín cotidiano, me acompaña en esos momentos difíciles. Es un disco denso y muy oscuro, pese a ese semblante caótico, cada instrumento destaca y brilla por su propia cuenta, por lo que hay que destacar el trabajo de producción. Suena muy bien, tanto así que da la impresión de envolver a quien lo escucha y oprimirlo hasta la locura.
10. Amorphis – Elegy (1996)
Es una de las bandas más representativas de la escena noventera, una de las más influyentes también, pioneros en su estilo, tienen un sonido tan característico que es inconfundible. Pero cuando hablamos de leyendas, es muy difícil escoger un disco, más aún en el caso de Amorphis, que tiene diferentes etapas y cambios cruciales. El Elegy es un disco que siempre me ha gustado, y por mucho tiempo fue el único disco de Amorphis atiborrado en mi alcoba. Algo que siempre me ha gustado, son los aspectos melódicos que rompen con el canon. Abrieron las puertas otros imaginarios musicales, pues demostraron que lo melódico puede encajar en el metal. En un momento, en el cual se repudiaban las fusiones y se buscaban riffs agresivos, el Elegy rompe con todo lo que conocíamos o lo que pretendíamos conocer. Realmente fue un momento glorioso y punto destacado en la historia del metal; muy pocos pueden decir, que tuvieron la osadía de romper un paradigma.
9. Dismember - Like An Everflowing Stream (1991)
Aquí ya entramos en los pesos pesados del death, y Dismember marcó su época, fue la banda que redefinió el sonido sueco, el blast beat asociado a este tipo de death. Para mi este es el disco perfecto a nivel musical; es la banda que inspiró a toda una generación y una corriente, el metal extremo en Suecia. Override of the Overture, es una obra maestra al igual In Death's Sleep y Dismembered, contiene todo el ideario musical y lírico de la banda. Yo creo que es un punto culminante de una etapa en el metal. Después de una década de agresión, los noventa comienzan con una fuerza devastadora, llevando lo extremo a sus propios límites, la reinvención del género. Si el thrash, dominó los ochentas, el death lo haría en los noventa. Y este es un disco que nunca deja de sorprenderme, por más que lo haya escuchado cientos de veces, sigo encontrando pequeños detalles, y no deja de sorprenderme lo bien que suena un cuarto de siglo después.
8. Deicide – Legion (1992)
Al igual que Obituary, esta banda me acompañó gran parte de mi adolescencia; este y el primer disco, los tenía grabados en un cassette y les daba duro todo el día. Es el death que descubrí muy temprano, el sonido gringo, más denso y no tan crudo como el nórdico, accesible en los bordes. En ese momento repudiaba al heavy, salvo algunas excepciones, y odiaba el power, de hecho, creo que lo sigo haciendo, en mi mente estrecha solo era posible escuchar voces guturales y Benton es uno de mis vocalistas favoritos. Otro aspecto que siempre he destacado en esta banda son las letras, en ese momento estaba en plena rebelión y odio hacia la religión, los albores de mi ateísmo militante. En el death, se habla mucho de sangre, de necrofilia, asesinatos, muertes violentas, mientras que Benton grita en el micrófono su aversión por dios, ese ser miserable, embustero y pusilánime. Es una reflexión muy similar a las que yo tenía. Me gusta esa irreverencia y ese nivel de blasfemia.
7. Autopsy – Mental Funeral (1991)
Este es uno de los mejores discos de metal a secas, no entró en mi top, porque lo encontré tarde y no lo escuché tanto como otros discos de ese periodo, pero realmente es un opus magnus, tiene un sonido muy diferente a lo que se hacía entonces, aunque conserva los rudimentos esenciales: lo brutalmente sangriento. Es parte de esa narrativa, el imaginario gore, que dará paso a cosas muy retorcidas y repugnantes, siendo componentes esenciales del death. En todo caso, Autopsy estaba en otro lado y sonaba diferente, es por eso que este disco despunta, es casi una anomalía.
6. Carcass - Symphonies Of Sickness (1989)
Carcass es una pieza crucial en el metal, también es una de las bandas pioneras, uno de los pilares de un género en desarrollo. Hay algo en Carcass que ya mostraba una fuerza bruta inusual; es muy diferente al sonido que se establecerá como canónico. Yo creo que es la banda que enlaza bien en sonido de finales los ochenta, con la escena metalera emergente. La banda puso en evidencia, ese imaginario gore; por mucho tiempo se dijo que eran médicos por la precisión de sus letras y por la peculiaridad de sus portadas. El metal es eso, tiene que provocar un impacto; y si el thrash estaba más asociado con la fiesta y las borracheras, el death explora algo más mórbido, el olor de la carne podrida. A mi entender, de las parafilias, una de las más extremas y enfermizas, es la necrofilia, esa obsesión por la carne podrida, es lo peor que puedo concebir. Es la decadencia humana en toda su gloria y creo que este disco establece una interesante reflexión al respecto. El centro de la narrativa es el ser humano como enfermedad.
5. Opeth – Still Life (1999)
Estoy absolutamente convencido que esta banda lo cambió todo, pues logra incorporar de manera sublime, los elementos progresivos, dando un giro irreversible. Este álbum, cierra la primera etapa de la banda, es el disco de transición y fue sin duda alguna su trabajo más interesante hasta ese momento. La historia, las atmósferas, los elementos melódicos, todo es absolutamente grandioso y sublime. Es un universo per se, y es menester explorarlo, lentamente, descifrar la complejidad de cada canción, imbuirse de ese misticismo siniestro. Debo admitir también, que este disco no es el que más escucho, pero es uno de los más importantes en la carrera de la banda y por eso lo destaco.
4. Death – Symbolic (1995)
Creo que este disco si merecía entrar en el top del metal, porque también fue muy importante en mi vida. En el caso de Death, es un muy difícil escoger un disco, es una de las pocas bandas que tiene una discografía perfecta y me enganchó de inicio con este monumental trabajo. No deja de ser una de las pérdidas más trágicas en la música contemporánea, Schuldiner todavía tenía mucho que ofrecer, como compositor y guitarrista. El sonido de su instrumento es una de las características más emblemáticas del género, el Scream Bloody Gore, es la piedra inaugural sobre la cual se sustenta y fundamente el metal extremo de principios de los noventa. Realmente es una banda icónica, colosal, representativa de un momento. Yo me quedo con este disco porque es el que más escucho.
3. Morbid Angel – Covenant (1993)
Los tres primeros discos de Morbid Angel, son clásicos indiscutibles; fue también una de las bandas más influyentes, también ayudó a consolidar esa imagen blasfema en el metal. A mi parecer, los tres primeros discos se equivalen, los tres son descomunales, monstruosos. Es el mejor momento de la banda; el Covenant cierra esa etapa, después la banda tomó otros rumbos, más discutibles y polémicos. Al igual que Obituary y Deicide, Morbid Angel, es parte de esas bandas que escuchaba sin parar, fue esencial en mi desarrollo musical.
2. Cannibal Corpse – Tomb of the Mutilated (1992)
Cannibal, es la banda que mostró por primera vez lo que era el metal extremo. La portada del Eaten Back To Life, es lo bastante explícita, tenía once años cuando la vi por primera vez y fue lo más violento que había visto hasta ese momento. Al igual que en los casos anteriores, escoger un disco es bastante complicado; la primera parte de Cannibal, los cuatro primeros trabajos, me parece la mejor, la más relevante, después caen en la banalidad. Es cierto también, que a posteriori no suena tan brutal y salvaje como yo recordaba, pero este disco marcó mi vida. Cada canción es una joya de por sí y creo que es el disco más violento que tienen . Había que tener agallas para escribir una canción como Necropedophile o Addicted to Vaginal Skin o I Cum Blood, eso era lo extremo, eso era el metal, lo demás eran chiquilladas y babosadas.
1. Bloodbath – Resurrection Through Carnage (2002)
Este fue un proyecto que surgió de una borrachera y de una broma: armar una banda tributo al death metal sueco; es su momento reunió a la crema y nata del metal nórdico, y funcionó muy bien. Yo descubrí este disco el 2005, justo cuando comienzo a interesarme seriamente en Opeth, y el sonido plasmado me trajo una oleada de recuerdos: es así como debe sonar el metal, la distorsión sucia en las guitarras, el blast beat, las voces guturales. De los todos los vocalistas de death, Åkerfeldt, es mi favorito. Esto bastó para moverme el piso, para retomar mi interés por lo extremo y hacer las paces con un viejo amigo; por pedantería intelectual me enemisté con el metal, pero es parte de las raíces más profundas de lo que soy. Este disco es demasiado colosal, como para pasar desapercibido, es una oda a la brutalidad y por eso siempre será uno de mis favoritos.