miércoles, 28 de marzo de 2018

Will Haven - Muerte (2018)


No es novedad que en Estados Unidos abundan bandas que forman parte de sub-géneros desarrollados a partir del hardcore. Will Haven inicia su discografía el '96 y este su séptimo LP emana la solidez que a veces te pueden dar los años.

El disco tiene un aire noventero y en este sentido, un indicador de referencia importante es, en definitiva, Deftones. Ambas bandas son de Sacramento e inclusive Stephen Carpenter explota su ESP en la última canción del álbum (“El Sol”).

Sorprendentemente, el otro invitado es Mike Scheidt, vocalista de YOB, aportando con una performance casi esotérica en la canción “No Escape”, brindándole una necesaria variedad al disco. Como pueden notar, Muerte contiene la participación de invitados de estirpe.

Los riffs son de tono muy bajo, de lento andar, son muy pesados, de alguna manera ambientales y prácticamente son la llave del éxito. Mantienen a flote el álbum mientras que los agudos gritos del vocal actúan como un contrapeso adecuado. Las teclas van y vienen, ofreciendo un fresco aire de suspenso. Dicho esto, recomendaría este álbum a fans de Zao, The Dillinger Escape Plan, Converge, Junius y Fear Factory.

Muerte está dotado de una mezcla muy bien balanceada y contiene un gran número de canciones memorables, así que al final te mantiene bien enganchado. Es de lo más sólido que he escuchado en lo que a Metal se refiere en este primer trimestre del 2018 y esto es una sorpresa dado el sub-género en cuestión.


sábado, 24 de marzo de 2018

Pioneros en el espacio - Arcturus en Cochabamba (Bolivia, 24 de febrero de 2018)


A principios de los noventas, cuando bandas noruegas como Mayhem, Satyricon o Emperor empezaban a exportar al mundo el “Black Metal”, Arcturus, ya estaba allí presente, posiblemente en segunda fila, pero esperando su turno para brillar. 

Desde sus inicios, la banda contó con una constelación de músicos, posiblemente no muy reconocidos en ese momento, pero que con el pasar de los años fueron convirtiéndose en referencias y hasta en íconos de la música por el trabajo que desarrollaron en años posteriores. 

Liderados por el tecladista Steinar Sverd Johnsen, el cerebro y motor de la banda, lanzaron su primer disco en 1996, Aspera Hiems Symfonia un clásico dentro del black metal noruego. En aquel entonces, la banda ya contaba entre sus filas a Kristoffer "Garm" Rygg como vocal (más conocido en los años posteriores por su trabajo con Ulver), a Hugh Stephen James Mingay “Skoll” como bajista y a Alex Von Blomberg, más conocido como Hellhammer en la batería y por ser también el baterista de Mayhem

El sonido de la banda siguió evolucionando, lo que quedó demostrado en el siguiente disco del siguiente año, La Masquerade Infernale (1997), en el cual se incorporó como nuevo guitarrista, Knut Magne Valle y Simen Hestnæs, aka "ICS Vortex” como segundo vocalista. 

Para muchos, el disco cumbre fue el The Sham Mirrors (2002), el que contó por última vez con Garm en la parte vocal. El 2005 lanzarían su siguiente trabajo discográfico, Sideshow Symphonies y su último trabajo en estudio, el fantástico y ambicioso Arcturian del 2015. 

Como se imaginarán, toda una generación de metaleros en la que me incluyo, crecimos bajo el aura de esta monumental banda, con la remota ilusión de ver algún día a estos maestros del avant-garde noruego. Así que, la idea de tener a Arcturus en Cochabamba (Bolivia), fue algo tan fantástico que incluso parecía algo hasta surrealista, una especie de sueño inalcanzable hecho realidad. Seríamos parte del “Star-crossing Kinetic Pioneers Tour Latin America 2018”!!! 

Mi peregrinaje al concierto empezó una noche antes en la ciudad de La Paz, en el show de la banda chilena Disaster, quienes cerrarían al día siguiente la fecha junto a Arcturus. Después de embarcarnos en la madrugada, con varias anécdotas de por medio, llegamos a Oruro y finalmente a Llajta, donde nos esperaría una larga e intensa jornada. 

La noche del concierto empezó con una brutal y excelente presentación de la banda paceña de black metal Lilith, quienes una vez más estuvieron a la altura de los acontecimientos, presentándonos un set increíble con temas de sus tres discos. 

Las luces se apagaron. El Sverd fue el primero en subir al escenario, a quien siguieron el resto de la banda. Después de lanzar los primeros sonidos y secuencias desde su teclado y puesto de mando, la banda abría el show con la Kinetic, la primera canción del Sham Mirrors. Ante el delirio general de la multitud, el viaje comenzaba. El Vortex es un vocal impresionante, un ser descomunal de otro planeta, que con la mayor soltura y sin ninguna dificultad, abría el set cantando una de las canciones que el Garm inmortalizó en otra época, lo cual no es poca cosa. 

Antes de que podamos discernir lo que estaba pasando, la banda ya nos tenía prendidos con la Nightmare heaven, otro clásico del Sham. Siguieron con la Crashland de su último disco Arcturian, seguida por la Painting my horror del Mascarade, para desembocar en la Alone, otro gran tema del Sham. En este momento muchos de los “fans”, víctimas de la euforia y de las circunstancias, ya habían partido a otras dimensiones. 

Para mí el siguiente tema, la Hibernation sickness complete, fue uno de los grandes temas de la noche. El Vortex sentado como lo estuvo casi durante todo el concierto, cantaba como solamente lo hacen los dioses. Su voz trágica y dramática se perdía en la inmensidad del espacio exterior, pero también llegaba a los confines más recónditos de nuestras almas. Indiscutiblemente, a estas alturas del concierto, las primeras lágrimas de emoción ya habían fluido. Lastimosamente, este fue el único tema del Sideshow symphonies, pero bastó para encender una vez más a los “observadores” presente aquella noche. 

Continuaron con la The Arcturian sign otro gran tema, seguido por la Du Nordvind del Aspera. La noche ya estaba caldeada, había una atmosfera más oscura y el ambiente se tornaba más blackero y nebuloso. Siguieron con la The chaos path del Mascarade. Innegablemente un clásico de la banda. El mosh, aunque bastante puntual y localizado, ya era por momentos hostil. Creo que, a esas alturas, todos los allí presentes ya éramos conscientes de que estábamos viviendo una noche fantástica y que tardaríamos un buen tiempo en olvidar. 

La Collapse generation fue el siguiente tema. El Hellhammer es una verdadera máquina; detrás de esa fría e inmóvil mascara, hay años de experiencia, toda una vida dedicada a atormentarnos con esa brutal pero excelente bata que solamente él es capaz de ejecutar… un maestro. Por su parte el Sverd seguía maravillándonos con esos teclados espaciales, surrealistas, barrocos por momentos, sacados casi de un sueño. 

La siguiente canción fue para mí otro de los puntos altos de la noche y uno de mis favoritos, la Game over es uno de los mejores temas de la banda, predestinada a ser un himno. Una obra maestra, prácticamente una ópera espacial. El Vortex se diluía en ese mar de estrellas, cometas y nebulosas, allá lejos, en el espacio sideral. 

Continuaron con la Master of disguise, otro gran tema del Mascarade. En este momento del concierto, la banda ya estaba entregada a su música y a su público, disfrutando de cada nota, maravillándonos y lanzándonos por turbulentos vórtices y estados de gracias. Los allí presentes estábamos simplemente alucinando y, obviamente los “Abismos” ya se habían desatado desaforadamente. Estábamos viendo a Arcturus!!! 

Para sorpresa de todos, cerraron el set con tres canciones del Aspera, la Fall of man, To thou who dwellest in the night, la Angst (del Arcturian de por medio) y la clásica Raud og svart. Prácticamente black metal, pero del más alto nivel. 

Es muy difícil explicar con palabras lo que vivimos con estos cuatro últimos temas. Pese a que técnicamente hablando eran las más blackeras, todos quedamos alucinando. ¿Interpretaron los temas tal cual?, ¿improvisaron?, ¿innovaron y variaron algunas partes? Eso creo que ya no importa… cada uno de los miembros de la banda estaban libres, dando rienda suelta a sus emociones. En esos momentos finales caí rendido y fascinado a los pies de Knut Valle (textual!!!), un violero fuera de serie, fantástico, un virtuoso. Uno de los mejores violeros que vi y escuché en vivo. Nunca olvidare los maravillosos solos que nos regaló esa noche. Realmente brillante, no sé qué más puedo decir, las palabras se quedan cortas. 

En fin, una noche simplemente memorable. Más allá de ciertas limitaciones en cuanto a la acústica del lugar donde se realizó el concierto, Arcturus se impuso sobre esa adversidad y nos brindaron un show a la altura de las expectativas y como era de esperar, a la altura de lo que podríamos esperar de esta monumental banda.

Para muchos, ver al Vortex, ahí a pocos metros fue un sueño hecho realidad. Ver y escuchar al Sverd, al Skoll, al Knut o al Hellhammer, es algo que no sucede muy a menudo. Por ello, agradecer nuevamente a estos maestros por tanta magia, por tanta emotividad y por supuesto y ante todo por su maravillosa música. Arcturus… gracias por el excelente show!!!

PD: Agradecer a todas las personas que hicieron posible este concierto. A Roberto (DelaQ), Lucia Z. y a Iván A. y a los hermanos de Disaster, compañeros de viaje a la Llajta.

Como siempre, a los Abismales por haber sido parte de esta alucinante experiencia (Machi, Sebas, Iván) - con vuelco de camión y todo -. Al personal de apoyo y hostilidad (Oso, Fakes, Luigi, Churro, Julio y Boris). Finalmente, agradecer a Sebas Campero, Grid Méndez y Eduardo Montaño por las fotos que acompañan a esta reseña.


jueves, 15 de marzo de 2018

Whitesnake - 1987



La debacle púrpura, dejó un vacío incómodo y un mal sabor de boca, la gira con Bolin fue realmente desastrosa. Purple quedó como un recuerdo, un mito y una nueva generación de músicos estaban llenado ese vacío. No deja de ser raro, que todas las ramificaciones púrpuras comiencen a hacer música muy extraña, comenzando con The Butterfly Ball and the Grasshopper's Feast (1974), primer disco de Roger Glover, que reúne a gran parte de la familia púrpura y a los músicos destacados de la escena: Coverdale, Hughes, Dio, Tony Ashton (que ya había trabajado con Jon Lord y luego tendrán un banda juntos), Ray Fenwick (futuro guitarrista de Gillan), Les Binks (futuro baterista de Judas Priest), Eddie Hardin, Barry St. John (corista de Pink Floyd durante la gira del Dark Side), entre otros. Con tanto talento reunido, uno espera que el disco sea una de las joyas perdidas de los 70, y no es malo, pero es sumamente raro y me frustra no poderlo definir de otra manera. Los vientos, las cuerdas, los sintetizadores, para mí era demasiado y tardé un tiempo en asimilarlo. Lo insólito del asunto, es que todos los Purple ingresaron por esa misma vía, incluyendo al buen Tommy Bolin, en ese funk/blues/jazz. 

Child in Time (1976), primer disco de Gillan, tiene un sonido bastante similar. De hecho, el vocalista volvió a los escenarios, para la presentación en vivo del disco de Glover, pues Blackmore le prohibió a Dio relacionarse con el bajista. La ovación que recibe Gillan lo impulsa a formar una banda, medio funk, medio jazz, que hasta el día de hoy me deja bastante perplejo, porque simple y llanamente no la entiendo. Le sigue el Malice in Wonderland (1977), primer y único disco de Paice Ashton Lord, con la participación de Bernie Marsden (futuro guitarrista de Whitesnake), y sigue teniendo ese sonido raro, medio retro, swing/blues/funky. Hasta el primer disco de Rainbow (1975), tiene algo de funk/blues, pues sus raíces están en el Stormbringer de Deep Purple, aunque la banda del guitarrista es la única que mantiene un sonido crudo, ese primer disco tiene mucho del sonido que después forjará Whitesnake, y eso se debe, a que en los hechos es el último disco de Elf; el Rising ya tiene otro sonido. El otro disco que se inserta en esta excéntrica etapa musical, es el Play Me Out (1977) de Glenn Hughes y no deja de ser sorprendente que todas estas ramificaciones tengan el mismo sonido, muy alejado del Purple clásico. Muestra bien que el motor de la banda, siempre fue Blackmore.  

En 1977, David Coverdale con la ayuda de Mickey Moody y Roger Glover en la consola, graba su primer disco como solista, White Snake. Y tiene el mismo sonido ya descrito, hasta incorpora elementos disco. Le sigue el Northwinds y al culminar esa gira, se incorpora Bernie Marsden. En agradecimiento, a la contribución de los dos guitarristas, Coverdale decide fundar una banda. Neil Murray, que después hará carrera con Gary Moore e incluso con Black Sabbath, se queda con el bajo y con el olvidado Dave Bowle en la batería, consolidan la sección rítmica. Al poco tiempo se incorpora Jon Lord, aunque su lugar en la banda nunca fue relevante. Con ello, la Serpiente reclamó un espacio en la escena europea y fue uno de los grupos más exitosos de ese momento. En 1979 se incorpora el gran Ian Paice, siendo esa la formación clásica. Pero la banda no tiene ninguna semejanza con Purple; Paice fue muy claro al respecto, todas las decisiones las tomaba Coverdale, y no siempre eran las más acertadas. Incluso, para ser un súper grupo el resultado es algo decepcionante. Esa primera etapa fue muy creativa y sacaron muy buenos discos, pero ninguno es excepcional; Whitesnake era una banda de segundo rango, como todas las ramificaciones púrpuras. 

En 1981 comenzaron las primeras tensiones, pese a que la banda acumulaba discos de oro y éxitos radiales, el nivel de vida no mejoraba; los músicos estaban cansados de recibir una paga miserable por todo el esfuerzo que realizaban. Coverdale reorganizó a la banda, despidió al manager y asumió él mismo todo el peso del negocio; los demás, desilusionados, tomaron rumbos diferentes. Coverdale le suplicó a Lord y Moody quedarse, y ambos lo hicieron. Cozy Powell tomó la batería, Colin Hodgkinson el bajo y Mel Galley la guitarra (quien fue compañero de Hughes en Trapeze). Esa formación lideró el Monster of Rock del 83, tenían un sonido mucho más potente en vivo, ahí se produce un primer viraje hacia el metal; la batería de Powell hace toda la diferencia. Pero los problemas de dinero seguían ahí; para solucionar ese percance sólo había una salida: tenían que ingresar al mercado estadounidense a como dé lugar. Coverdale cedió ante la presión, cambió su actitud y su visión de la banda. En esa nueva ecuación Moody salía sobrado; Coverdale le dio la espalda un amigo, a quien lo acompañó en los momentos más difíciles de su carrera. Al final del día, los negocios son más importantes y la amistad un simple malentendido. John Sykes, lucía con un rock star y podía llevar a la Serpiente al siguiente nivel. El cambio se impuso por sí solo.


Seguía la rotación de personal, Murray volvió, Galley se fue y en abril de 1984, Jon Lord reasumió sus funciones como tecladista de Deep Purple. Pese a todo el Slide It In (1984) fue un éxito en los Estados Unidos de América. La versión U.S. tiene un sonido comercial y dos mega éxitos: Slow an’ Easy y Love ain’t no Stranger, que ya anticipan todo lo que vendrá. Reducidos a un cuarteto, con mejores pintas y cabelleras despampanantes, Whitesnake se lanzó a la conquista de América. Un hit más en el repertorio no cambia la situación de fondo, el dinero seguía saliendo y nadie sabía en dónde se quedaba. Powell comenzó a cansarse y Coverdale, estuvo a punto de ponerle un fin a la banda, tal como pasó el 81. La casa disquera, que vio potencial en Coverdale y Sykes, movió todas sus influencias para poner en pie un proyecto. Murray se quedó y Aynsley Dunbar entró como baterista. El 85, ya tenían una maqueta casi terminada, pero tuvieron que enfrentar la sinusitis de David Coverdale; habiendo perdido su habilidad de cantar, la producción del disco se pospuso de manera indefinida. Fue el periodo más duro para el vocalista, entró en un lento proceso de recuperación, pero estaba decidido a terminar el disco; lo tenía que hacer por convicción personal, tenía que demostrarle al mundo que podía llegar más lejos que Deep Purple, que era un mejor frontman y mejor vocalista que Gillan.      

Entre tanto Sykes, perdió la paciencia y propuso traer a otro vocalista; se produjo un enfrentamiento y quedó muy claro que Whitesnake es propiedad exclusiva de Coverdale. 1987, el lanzamiento del disco epónimo, con una nueva imagen y cabalgando de pleno en terreno glam, fue uno de los discos más exitosos de la década. Siempre tendrá eso en mente, Deep Purple es una banda icónica, la Serpiente tuvo su momento, pero rebasó en ventas a cualquiera de las ramificaciones púrpuras. Éxito comercial sin duda, y también fue aclamado por la crítica. En lo personal, creo que es demasiado ochentero y la voz de Coverdale suena diferente; después de su enfermedad y de una cirugía en las cuerdas vocales, es admirable que pueda seguir cantando. Pero nunca pudo recuperarse del todo, aunque el cambio no es tan dramático como en el caso de Gillan, la voz de Coverdale suena mal cuando trata de alcanzar agudos y en sus tonos bajos suenan desgarrados. Adoro como Coverdale canta, pero después del 87, el vocalista lo da todo y lo triste es que no siempre suena bien; las versiones en vivo, presentes en esta edición, dan testimonio de ello. El disco es una bestialidad y un hito en el metal. Es el Whitesnake que todos recordamos, super pesado, aunque popero, con un David Coverdale rejuvenecido y convertido en un símbolo sexual. Irónico, tomando en cuenta que el 73, los Purple dudaron en contratarlo porque era un tipo muy feo.


Lo que siempre me ha sorprendido de este disco, es lo fuerte que suena; y esta nueva versión, que Coverdale supervisó en persona, tiene cositas muy interesantes. Versiones en vivo, ya era tiempo de tener un documento de esa gira, versiones “evolution”, varios demos enlazados entre sí, muestran bien el proceso creativo, y remixes. Es una bonita edición, aunque ya son muchas las ediciones que tiene este disco, reeditado hasta el cansancio, pero creo que esta es la versión definitiva, la que vale la pena tener. 

El disco abre con Still of the Night, durante mucho tiempo escuché esa idea que Coverdale era un imitador de Plant, me parecía absurdo pues el registro vocal de ambos es muy diferente; pero esta canción lo confirma, tiene un sonido muy Zeppelin y Coverdale sostiene las notas agudas, aunque ese nunca fue su fuerte. Es una de las canciones que más me gusta, construida sobre un demo de Ritchie Blackmore, Coverdale hace un gran trabajo vocal, aunque fuerza mucho su voz; con todo, creo que es el punto más alto del disco. 

Give Me All Your Love, es una cuasi balada, muy al estilo Coverdale; aquí los teclados resaltan y le dan ese toque glam. La versión evolution, es mucho más interesante y muestra bien que comienza como una canción bluesera que fue mutando hasta convertirse en un hit radiofónico. La producción de Keith Olsen es lo que cambia todo y es realmente la pieza crucial que explica el éxito del disco. La versión remix, conserva los arreglos de Mike Stone y la idea original detrás del disco, los teclados son más discretos y tienen un sonido muy similar al Slide in It y al Whitesnake clásico. 

Bad Boys es otro hit, pop metal en toda su gloria; creo que en vivo suena mucho mejor y la versión del Live …  In the Shadow of the Blues me parece gloriosa. Aquí es pues muy al estilo Bon Jovi y eso me incomoda. La versión evolution, muestra bien que Whitesnake es ante todo una banda de blues, pero el 87 Coverdale perdió el control de la banda y el resultado es muy diferente de lo que alguna vez avizoró. La Serpiente se convirtió en un coloso, demasiado ochentero para los noventas y perdió relevancia. Cumplió con su objetivo, pero el precio pagado fue perder su identidad. Por cierto, no hay versión remix. 

Is This Love? fue el mega hit del disco y es una canción que detesto y sólo la escucho en sus versiones en vivo. No es mala, es demasiado trillada y me empalaga. Las otras versiones no agregan nada, en el remix, la guitarra está más presente y suena un poco mejor; es todo. 

Here I Go Again, es una canción de Marsden grabada originalmente para el Saints & Sinners (1982), en ese momento fue un éxito modesto en Europa, en su versión Power Ballad fue un mega hit planetario, ambas versiones se parecen, solo hay una pequeña variante en la letra. Esto le valió a Bernie Marsden gran parte de su fortuna, y puso en marcha su propia exégesis de la Serpiente, con Jørn Lande como vocalista que después tendrá una carrera brillante como solista.

Después vienen las canciones de relleno, nada relevantes por cierto; con esos sus teclados que nunca me gustaron, con esos solos ultra técnicos, aunque genéricos en el fondo. Es un gran momento para la Serpiente, aunque es un momento casi denigrante para el metal, el glam en todo su apogeo. Parece un disco de Michael Jackson, diseñando para producir éxitos. No tiene nada de malo, pero el éxito es pasajero. La versión evolution de Looking for Love, suena bastante bien. Eso confirma un punto, las canciones son excelentes, pero eso es lo de menos; necesitas producción y las pintas apropiadas si es que quieres triunfar en la industria musical. Hoy en día la industria está en crisis, pero le da mayor libertad a los artistas, tienen la posibilidad de definir un sonido y de vestirse como bien les dé la gana. Viendo, fotos de ese periodo es difícil saber si es Whitesnake, Poison, Dokken o Ratt, se ven bastante similares y suenan a lo mismo.   

Crying in the Rain, si es una de mis canciones favoritas y esta versión es bestial. Grabada originalmente para el Saints & Sinners, pasó desapercibida en su momento. Aquí su trasfondo blues se pierde casi por completo, pero el trabajo de la banda es colosal. Sykes le mete un solo memorable, el mejor de todo el disco.  

Don't Turn Away cierra el disco, con ese sonido super pegajoso. No puedo decir que es malo, pero no me gusta el sonido que tiene, los remixes funcionan mejor. Después de esto la banda sacaría un disco más antes de desaparecer casi por completo hasta los 2000. Coverdale se convirtió en el rock star que siempre soñó, solo para darse cuenta que ese no era su lugar. La Serpiente se salió de control y es su legado, siempre será recordado por estas canciones, aunque el Whitesnake clásico es más relevante a nivel musical. Y sin embargo, algo que todos deploramos es que nunca se produjo esa esperada reunión con la formación clásica, y hubo un par de oportunidades, ya habrá tiempo de comentar sobre el asunto. Coverdale está consciente de sus errores, pero su orgullo es más grande. 

El DVD, tiene sus cositas interesantes; lo más relevante es el material en vivo, lo demás es prescindible. 




miércoles, 7 de marzo de 2018

Review: Stoned from the Underground 2017



Esta fue mi tercera visita consecutiva al Stoned from the Underground, en su decimoctava versión. Se mantiene en lo alto de los festivales de verano por la calidad de su line-up, su pequeña pero práctica superficie y un ambiente muy cordial. Y cuando el calor está en lo máximo, basta solo con meterse al lago que tiene a lado, definitivamente ¡este festival lo tiene todo!

Jueves 13 de Julio

CJ Ramone
El festival empezó en la carpa con Shotgun Valium, el trío de de la local Erfurt bastante intenso, con un heavy stoner cuyo entusiasmo fue el indicado para prepararnos para los siguientes días. Luego seguirían los ingleses de Steak, banda de stoner muy buena en vivo, al igual que la anterior dieron todo, con el baterista que tenía la energía al máximo y el vocal que lanzaba el micrófono, con un tono parecido al de Chris Cornell o saltaba del amplificador. En el escenario principal abrirían los alemanes de Samavayo desde Berlín, una de las pocas bandas que ha visitado este escenario desde sus inicios, con un stoner rock bastante bailable. Era el turno de los rockeros de Sasquatch desde California, muy buenos y pesados. Esta sería quizás la única oportunidad de ver a uno de los Ramones, con CJ Ramone y su banda, es el único que sobrevive y que "ahora maneja el bus". No olvidemoss que varias canciones eran inspiradas en la esposa de Johny Ramone, fue una especie de banda tributo que toca los temás clásicos de la legendaria banda. Con All them Witches, que llegaban desde Nashville, serían uno de los highlights del festival, esperaba hace mucho verlos en vivo y que gran banda a todo nivel, si alguien tiene la oportunidad de verlos que no lo dude. Por cierto además había una pequeña exposición de Elvis Dead quien además de realizar artes especialmente para el festival, es conocido por su trabajo para otros importantes festivales y bandas.

All them Witches

Viernes 14 de Julio

La banda italiana Giöbia se encargaría de abrir el segundo día en la carpa con un space rock muy bueno. Un baterista muy profesional, una tecladista quien además canta y un frontman que además de cantar, es el guitarrista y en la última parte de su set tocó la mandolina, llevando el show a un nivel más intimo al sentarse al borde del escenario. Seguiría Mammoth weed wizard bastard, desde Wales con un intenso doom y con un baterista que a cada rato rompía algo, esta banda también cuenta con un tecladista que canta y es la frontwoman. Los King Buffalo, desde Nueva Zork, tocaban por primera vez en Alemania y por ende en el festival, como parte de su gira con Elder, con un stoner rock, con toques pisicodélicos y de blues.  

Dool
Monolord
Mothership llegaba desde Texas con su rock and roll de los 70's, y un frontman muy divertido. La banda del día sería sin duda Dool, los holandeses  demostraron porque son una de las bandas revelación del año, su performance en vivo en conjunto es muy intenso, dándolo todo en escenario, los tres guitarristas nunca paran y sobresale la frontwoman que demuestra un increíble talento, un poco temprano pero que show!. Seguía Monolord, como siempre pesados, es una locura ver a estos suecos. Seguía Zeke mientras llovía así que me los perdí. La banda que cerraría el día sería Elder, ya cabecera de cartel en varios festivales, es siempre un gusto a parte verlos, tienen un nuevo integrante, una segunda guitarra que toca también los teclados dándole el toque en vivo que faltaba, su set se extendió 20 minutos más!

Elder
Sábado 15 de Julio

Tercer y último día, empezando con Hallucination Generation, desde Leipzig con un rock con influencias de blues y psicodélicas, una vocalista que me pareció bastante exagerada en su performance así que aproveché más bien para dar una vuelta por el campamento, donde tocaban los Operators (Berlín) que armaron un gig entre dos vans, que suerte que tuve de verlos ya que son una gran banda levanta ánimos!. Beehover como siempre muy buenos, este dúo alemán se ha convertido en un referente y creo ya son merecedores de tocar en el Mainstage. Donde por cierto era el turno de DxBxSx, también de Berlín, una banda que visita permanentemente el festival, al ritmo de un punk con diversas influencias.


Kadavar
Seguiría Egypt, desde Fargo en Dakota del norte, con un doom interesante. Luegos tocarían los Earth Ship,  banda de doom con toques sludge y s toner desde Berlin, nada mal. Luego tocarían los conocidos Acid King, como preámbulo para los legendarios Karma to Burn, una banda instrumental donde sobresale el batero quien con semejante show debería tocar sobre una plataforma para que todos lo vean, al mejor estilo Kadavar. Quienes por cierto tocaban luego, definitivamente los rockstars del festival, incluso ahora veo gente que lleva sus chamarras, es sin duda una gran banda en vivo con un monstruo en la batería. Antes de la última banda, como ya es tradición, los organizadores dieron sus agradecimientos.

Fu
Así terminaría el festival, en el After Party tocó una banda tributo a Fu Manchu, los denominados Fu que cuentan con integrantes de DxBxSx. y donde todo el mundo gastó lo último de sus energías en una gran fiesta.

Aquí para ver el álbum completo de fotos!